El peso de los Lakers y la osadía de los Heat se retan en la final de la NBA

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Kim Klement

LeBron James y Anthony Davis abanderan al conjunto angelino, en Miami los elogios son para el entrenador, que ha armado un equipo rocoso y atrevido

29 sep 2020 . Actualizado a las 08:45 h.

Por una vez los Clippers partían por delante de los Lakers en el ránking de favoritos a hacerse con el anillo de la NBA. Pero el equipo abanderado por Kawhi Leonard y Paul George descarriló ante los Nuggets. El de LeBron James y Anthony Davis, no. Se plantó en la final con autoridad.

La sorpresa llega desde la Conferencia Este. Los Heat de Miami, a quienes muchos ponían en duda que se clasificasen para las eliminatorias por el título y pocos daban con opciones de pasar al menos una ronda, han desembarcado por méritos propios en la ronda definitiva. La serie arranca a las tres de la madrugada del miércoles al jueves en la burbuja de Orlando (Movistar TV, canales 8 y 53).

Cualquier colectivo que tenga en sus filas una pareja como la que integran LeBron James y Anthony Davis es aspirante a todo. Pero con dos solo no llega, y poco a poco fueron sumando jugadores a la causa. Entre ellos, otro veterano, Dwight Howard, reclutado con la temporada en marcha. Llegó con un contrato diario y en enero se convirtió en garantizado. Entendió que lo que querían de él son rebotes, bloqueos y consistencia en la pintura. Y en eso se centra.

Rajon Rondo también está ofreciendo un alto nivel al volante del equipo. Y el escolta Caruso no ha dejado de crecer, sin olvidar a Green, otro de los veteranos del plantel.

Por oficio, los Lakers son claros favoritos. Davis, con 26 años, y Caruso o el irregular Kuzma, con 24, con excepción en un colectivo en el que mandan los de más de treinta: LeBron, 35; Howard, 34; Rondo, 34; Green, 33.

Miami presenta un plantel mucho más joven en el que las responsabilidades están más repartidas y en el que, si acaso, el nombre que emerge es el de su entrenador, Erik Spoelstra, que lleva doce años al frente del equipo.

Pat Riley puso el grupo en sus manos. Y no dudó cuando LeBron James, en su etapa en los Heat, le sugirió que dejase la moqueta y volviese al parqué, en lugar de Spoelstra. Dejó claro que no habría relevo y después de eso llegaron cuatro finales, de las que ganó dos. Fue la época de LeBron, Wade y Bosch. Ahora no tiene un colectivo con dos o tres estrellas de primerísimo nivel. Pero ha sido capaz de armar un conjunto joven, rocoso y atrevido.

Mucha juventud

Por trayectoria y calidad el nombre más reconocible es el de Butler, del que está logrando la mejor versión. Lo mismo sucede con otro veterano como Dragic. O con jóvenes como el pívot Adebayo (23 años) o el escolta debutante Tyler Herro (20 años), que han sido decisivos en la final de la Conferencia Este. También otro veterano como Iguodala, que llegó en febrero y es uno de esos especialistas que pasan de puntillas por la fase regular y crecen cuando empiezan las eliminatorias.

Pero si por algo se están caracterizando los Heat de Miami es por el alto ritmo de juego que imprimen tanto en ataque como en defensa. A Spoelstra no le tiembla el pulso a la hora de repartir minutos en un equipo muy físico, que suele poner en muchos problemas a los rivales con sus defensas zonales y una gran presión sobre el jugador que tiene el balón. De ello pueden dar fe los Pacers, los Bucks y los Celtics, que no han podido seguirle el paso al sorprendente conjunto del estado de Florida.