Ronald Koeman: «Manu militari» con el sello de Van Gaal para otro golpe de timón en el Barcelona
DEPORTES
Deja la selección de los Países Bajos tras haber renunciado al Barça en diciembre
19 ago 2020 . Actualizado a las 08:57 h.La vida en culé apenas ha cambiado en tres décadas. En el verano de 1989, el Barcelona provocó un terremoto de gran calibre al ejecutar su segundo fichaje más caro de todos los tiempos, tras el de Maradona. El protagonista era Ronald Koeman (Zaandam, Países Bajos, 1963). Tres años después, Tintín cambiaría la historia del club, con el gol que valió la primera Copa de Europa azulgrana. Este verano, una inusual edición de esta competición volvió a cruzar los caminos de Koeman y el Barcelona. Pero el neerlandés ya no podrá salvar a su equipo con su demoledor chut. Lo tendrá que hacer desde el banquillo y con la espada de Damocles de las próximas elecciones. Es ahora o nunca. Porque el técnico, que ya había renunciado a entrenar al Barça por su selección nacional, ahora decidió lo contrario.
El Barcelona indemnizará a los Países Bajos con cinco millones por dejarle sin seleccionador y a Setién con tres por dejarle sin trabajo. Pero Koeman ya está en Barcelona con licencia para matar. Firmará por dos temporadas, pero la primera es la que importa. Porque es para la que tendrá que reestructurar la plantilla (se habla de nueve bajas) con la ayuda del nuevo director deportivo, para un proyecto a largo plazo. O no tan largo, porque esa segunda temporada, y todas las que podrían suceder, estarían pendientes de la ratificación del futuro presidente culé.
Los que le conocen aseguran que carácter no le faltará a Koeman para enfrentarse a cualquiera (para empezar, Bartomeu ya ha lanzado que Messi será su pilar, aunque está por ver qué dice el argentino), aunque en el Valencia acabó contra todos y en la calle empujado por su propia plantilla (tras haber descartado a Angulo, Cañizares o Joaquín).
Quizás en esto último su trayectoria guarde cierto parecido con la de Setién, pero no desde luego en la aplicación del juego. Nadie espera que el Barça de Koeman ejerza el tiquitaca. El neerlandés ya manejó exitosamente (pero sin títulos) una transición complicada en su selección, con un esquema de cinco defensas para hacer olvidar a Robben, Sneijder y Van Persie.
La autoridad que le confiere en el Barcelona a los neerlandeses el peso histórico de Cruyff ha situado a Koeman en el papel del nuevo Van Gaal (quien fue su tutor en sus inicios como técnico en 1999), manu militari para un grupo desnortado. Su paso por el Vitesse, Ajax, Benfica, PSV, Valencia AZ Alkmaar, Feyenoord, Southampton y Everton apenas le granjeó tres ligas holandesas y la Copa del Rey como principales hitos.