La cancelación de Wimbledon, a donde volverá a punto de cumplir los 40, complica el reto de ampliar su lista de 20 grandes
03 abr 2020 . Actualizado a las 09:07 h.El próximo reestreno de la hierba de Wimbledon, la que habrá brotado en la primavera del 2021 tras la resiembra anual que marca la liturgia del All England Lawn and Tennis Club, será el 28 de junio del 2021. La catedral reabrirá ese día después de un parón inédito por una pandemia, el que obligó a anular la edición de este año. Entonces, Roger Federer estará a solo seis semanas de cumplir los 40, una frontera prácticamente prohibida para un tenista de élite en las últimas décadas. Por eso el parón de tenis por el COVID-19, que en un principio podía beneficiar a un atelta recién operado de una artrospia en su rodilla derecha —el ránking se congelaba al pararse el calendario durante unos meses, en los que ya no tenía previsto competir— complica su batalla contra el tiempo. Menos posibilidades de ampliar su lista de 20 grand slams, por los 19 de Rafa Nadal y los 17 de Novak Djokovic.
Durante décadas, la elegancia de Federer y su forma de economizar esfuerzos sobre la pista hicieron que se minusvalorase su soberbia forma física y la manera de gestionar su calendario, priorizando los grand slams y descartando, sin mayores dramas, la tierra de Roland Garros, su plaza menos propicia, donde solo ganó en el 2009, cuando Nadal había cedido por sorpresa en octavos ante Soderling.
Federer ha sido más longevo que otros. Pero sus opciones más sólidas de ganar grand slams radican en Wimbledon, donde ahora tiene una oportunidad menos, en el jardín donde encadenó ocho títulos individuales, por los seis de Australia y los cinco del US Open.
En Melbourne logró su último grand slam el suizo, a principios del 2018. Meses antes había ganado su último título en Wimbledon. La explosividad del juego que facilita la hierba aumenta las opciones de victoria de Federer a una edad avanzada, al contrario que el resto de grand slams: la tierra nunca fue su territorio y en Australia y Nueva York se compite en condiciones extremas de calor, inapropiadas para un tenista frisando los 40.
Por eso, y por su amor a Wimbledon, Federer se confesó el miércoles «devastado» por la cancelación. El día anterior había compartido un vídeo de un desenfadado entrenamiento en el frontón de su casa en Basilea, en un entorno nevado. Parece seguro que seguirá compitiendo en el 2021. Por contrato, se comprometió a regresar a la hierba de Halle (Alemania), donde ya ganó diez títulos, una de las paradas de la gira de hierba canceladas este año. Y a Wimbledon también es seguro que regresará. Su último partido en la catedral lo perdió en la final del 2019, después de desperdiciar dos bolas de partido contra Djokovic. Allí le espera otra proeza. En toda la era open, nadie ganó un grand slam con más edad que Ken Rosewall, campeón en Australia con 37 años, dos meses y un día.