Conocido como Hacha Brava por su pundonor en el campo, disputó 420 partidos oficiales con la casaca blanca y ganó once títulos.
03 abr 2020 . Actualizado a las 09:06 h.Goyo Benito, legendario central del Real Madrid que se ganó el apodo de 'Hacha Brava' por su garra y pundonor en el campo, falleció este jueves a los 73 años, tras una larga enfermedad. Su muerte vuelve a teñir de luto a una entidad que en días pasados perdió por coronavirus a Lorenzo Sanz, quien fuera su presidente en años en que se conquistaron la séptima y la octava Copa de Europa.
Nacido el 21 de octubre de 1946 en la localidad toledana de El Puente del Arzobispo, Goyo Benito perteneció a la disciplina del primer equipo del Real Madrid entre 1969 y 1982. Disputó un total de 420 partidos oficiales con la casaca blanca y también vistió en 22 ocasiones la zamarra de la selección española. Ganó seis títulos de Liga y otros cinco de la Copa de España defendiendo los intereses del conjunto de Concha Espina.
Gregorio Benito Rubio ingresó a los 16 años en las categorías inferiores del Real Madrid, donde rápidamente comenzó a destacar por sus condiciones físicas. En 1969, tras dos años a préstamo en el Rayo Vallecano, llegó al primer equipo blanco, donde se ganó un puesto como defensa de raza. Jamás daba un balón por perdido y se convirtió en el azote de los atacantes rivales, que temían sus embestidas en cuanto avistaban su característico y frondoso bigote.
Su estreno con el primer equipo se produjo el 27 de octubre de 1969, en un partido ante la Real Sociedad disputado en San Sebastián en el que ofició de lateral izquierdo, cubriendo las espaldas de Paco Gento. Los blancos vencieron por 1-2. Defensa racial y aguerrido como pocos, el central, que había debutado de la mano del mítico Miguel Muñoz, brilló durante más de una década en Chamartín, donde compartió vestuario con futbolistas del calibre de Vicente del Bosque, Carlos Santillana o José Antonio Camacho. También con Juanito, de cuya muerte se cumplen 28 años precisamente este jueves.
El lunar de su trayectoria fue esa Copa de Europa que se le escapó al 'Real Madrid de los García' en aquella final disputada en París ante el Liverpool. El toledano seguía perteneciendo a la plantilla, aunque no formó parte del once que sucumbió ante los 'reds' con un gol de Alan Kennedy en el Parque de los Príncipes.
Portento físico
Sus condiciones atléticas le convirtieron en uno de los mejores centrales de su época. De joven había practicado el atletismo y llegó a ser campeón de España de lanzamiento de jabalina en categoría escolar. Miembro de la generación de futbolistas que tomó el relevo del 'Madrid yeyé', era un portento físico y sus batallas con los delanteros rivales son historia del fútbol español. Su labor expeditiva motivó que el narrador Héctor del Mar le bautizase como 'Hacha Brava', sobrenombre con el que pasaría a la posteridad.
Lo suyo era defender y lo hacía de forma incansable y con un coraje sin par. Otra cosa era la faceta ofensiva. Sólo marcó tres goles a lo largo de su carrera, pero su ardor defensivo bastó para convertirle en leyenda del Real Madrid. En reconocimiento a su trayectoria recibiría la Laureada del Real Madrid, su más alta distinción, siendo junto a Pirri el único jugador al que la entidad de Chamartín entregó dicho galardón.
Se retiró en la temporada 1981-1982, temporada en la que puso broche a su carrera ganando la Copa de España. Lo había dado todo por el Real Madrid, que le colocó dentro de su nómina de ilustres. Ya jubilado, formó parte de la primera candidatura de Florentino Pérez a la presidencia, cuando el hoy mandatario perdió las elecciones ante Ramón Mendoza.
Casado con Paula y con dos hijos, Patricia y Rubén, llevaba más de una década muy delicado de salud. «Goyo Benito fue siempre un ejemplo de los valores de nuestro club», le despedía este jueves el Real Madrid, que le calificó como «uno de los más grandes defensas» de su historia tras recordar la lucha que mantuvo contra la enfermedad que padecía desde hacía más de una década.