Fernando Alonso resurge como estrella del motor con la conquista de varios títulos tras el volante y se prepara para seguir sumando retos y trofeos a una carrera
28 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Hay camino más allá de la Fórmula Uno (F1) y está plagado de éxito. Que se lo pregunten a Fernando Alonso. El piloto asturiano había ganado su segundo y último título en 2006 con Renault. Pero no fue capaz de revalidarlo en los doce años posteriores. Ni con McLaren, ni con Ferrari, ni de vuelta en la escudería que le hizo campeón. De este modo, tras muchas temporadas en las que vivió todo tipo de situaciones, se decidió a cambiar de volante. Y volvieron los triunfos.
Este 2019, de hecho, ha sido uno de los mejores años de su carrera, con victorias en Le Mans y Daytona, con la mirada puesta en el Dakar del próximo año y rumores de que podría volver a la F1 en 2021. A sus 38 años, Fernando Alonso ha resurgido como estrella del motor. Gracias a sus habilidades, que nunca estuvieron en entredicho a pesar de los malos resultados que llegó a sufrir en años anteriores, y a su resistencia.
De hecho esta última cualidad tiene mucho que ver con que vuelva a brillar con luz propia. Tras hacerse con su primera victoria en 2018, el asturiano revalidó en julio su victoria en las 24 horas de Le Mans. La mítica prueba, toda una referencia en el mundo del motor, se ha convertido de este modo en el pilar principal de su reconquista de la élite. No solo eso, le ha abierto las puertas de la historia. Porque entre sus objetivos está la Triple Corona: el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, Le Mans y las 500 Millas de Indianápolis. Al ovetense solo le falta la última, que este año volvió a escapársele, como en 2017.
Esta es la única mancha, no obstante, de un 2019 excepcional. Un año en el que el palmarés de Fernando Alonso sumó una nueva línea gracias a su triunfo en enero en Daytona. Ganó a los mandos de un Cadillac que compartió con otros miembros de su equipo a lo largo de las 24 horas que dura la prueba. Adelantamientos, aceleraciones de vértigo y toda una colección de exhibiciones en las curvas le sirvieron al asturiano para dejar la marca de la casa y subirse al primer puesto del podio. El público norteamercano no pudo más que rendirse a sus habilidades.
Pero la cosa no queda ahí. Porque el piloto, Premio Princesa de Asturias los Deportes en 2005 (por aquel entonces Premio Príncipe de Asturias), ya ha anunciado su salto al Dakar en 2020. Fernando Alonso y Marc Coma, que le acompañará en esta aventura, ya han estado probando en Toyota Gazoo Racing que emplearán en el rally más exigente del mundo y que les llevará a recorrer Arabia Saudí. En el Rally Ula-Neom celebrado en noviembre en ese mismo país, acabaron en tercer lugar, demostrando que son una pareja muy a temer sobre las dunas. Este enero, cuando tiene lugar una cita que los aficionados al motor ya han marcado en sus calendarios, se verá si el asturiano es capaz de alcanzar victorioso una nueva meta. Quizás antes de cruzar de nuevo otra por la que ya ha pasado en multitud de ocasiones.
Porque en los últimos meses se han disparado los rumores que apuntan que Fernando Alonso podría volver a la F1 en 2021. Se esperan para ese año muchos movimientos por la finalización de contratos de muchos pilotos. Y hay previstos cambios en el reglamento que podrían colaborar a que la parrilla viviese una auténtica revolución. Una situación que hace que las escuderías busquen fiabilidad en las manos de pilotos veteranos capaces de mucho más que cumplir. Para quienes quieren un campeón, el asturiano sigue siendo una buena opción. Una de los fichajes con los que más se especula es un posible regreso a McLaren, donde volvería con los galones que aportan todos los torneos conquistados desde que se alejó de los circuitos de F1.
El equipo conseguiría poner de nuevo a los mandos a uno de los deportistas más grandes de la historia del motor y la competición ganaría la emoción de ver el retorno de uno de sus principales alicientes de los últimos años. Hay carrera.