Los atracadores entraron por una ventana y burlaron el sistema de seguridad pero apenas se llevaron objetos de valor al estar la casa en plena mudanza
14 dic 2019 . Actualizado a las 09:39 h.El domicilio de Iago Aspas en Moaña fue objeto de un robo por segunda vez en el margen de dos meses. Sucedió en la madrugada del 13 de diciembre y a diferencia de aquella ocasión, esta vez los ladrones apenas se llevaron objetos de valor. La Guardia Civil ya investiga el atraco para esclarecer lo sucedido.
En esta ocasión los atracadores entraron por una venta del baño de la planta alta del chalé que el futbolista y su esposa, Jennifer Rueda, tienen en la localidad de Moaña y consiguieron neutralizar los sensores de presencia que el futbolista tenía instalado en la viviendo como parte de las medidas de seguridad. El acto vandálico, que sucedió en la madrugada del viernes, coincidió en el tiempo con el proceso de mudanza que el jugador del Celta está llevando a cabo después de sufrir el primer robo, lo que significó que en esta ocasión los ladrones apenas pudieron llevarse objetos de valor. Ni Iago Aspas ni su familia estaban en el domicilio en el momento del robo.
En el primer atraco, que tuvo lugar el pasado 11 de octubre, los ladrones se llevaron joyas y ropa, entre otros enseres, por valor de 100.000 euros según confirmó días después el futbolista en el programa La Resistencia, en donde también dio referencias de su patrimonio: «Tengo entre ocho y seis millones», indicó, recordando que posee varios coches -un Golf GTI, el de mayor valor sentimental de todos ellos aunque tenga otros más caros-. De hecho, tomándoselo con humor, apuntó que ahora tiene «un poco menos» y añadió sobre su vestimenta: «Esta ropa es nueva porque se la llevaron toda».
Aquel suceso se produjo a última hora de la tarde y como en esta ocasión los atracadores eludieron el dispositivo de seguridad con el que cuenta la vivienda. Desvalijaron la casa y se llevaron principalmente joyas, además de complementos, ropa, dinero en efectivo y una colección de relojes, parte de ellos de gran valor.
Esta es la tercera vez en lo que va de año que un jugador del equipo vigués sufre un hecho delictivo de estas características en su domicilio. En marzo fue Emre Mor -ahora cedido en el Galatasaray-, y que también residía en Moaña, el que sufrió la sustracción de joyas en su casa mientras se encontraba en Balaídos durante un partido.