«Estar rodeada de gente mayor me ayuda», dice la benjamina del Deportivo femenino
07 dic 2019 . Actualizado a las 16:31 h.Es la benjamina del grupo, pero a la vez una de las futbolistas más talentosas que tiene el Deportivo. Es central, con pedigrí internacional (campeona del mundo sub-17) y derrocha clase cada vez que entra en juego. María Méndez (Oviedo, 2001) reconoce que tuvo dudas a la hora de fichar por el que era su gran rival, pero que ahora está feliz en un club que se ha volcado con ella.
-¿Qué tal sus primeros meses en A Coruña?
-Estoy muy contenta con todo. Las cosas están saliendo muy bien en lo deportivo y me he adaptado muy bien a la ciudad, tanto con los estudios de Magisterio como en lo demás. Ahí tengo que agradecérselo mucho tanto a mis compañeras como al resto del club.
-Es de agradecer la ayuda, siendo además la más joven del equipo.
-Sí [sonríe]. Ya estoy acostumbrada a ello porque ya en el Oviedo lo era. Eso me ha hecho madurar mucho en todos los aspectos. Estar rodeada de gente mayor me ayuda porque siempre te va a aconsejar en cosas que ellas ya han vivido. Estoy ante una gran oportunidad para aprender de todas y coger cada vez más experiencia.
-¿No tiene la percepción de que el tiempo le pasa muy rápido?
-Pues sí. Este año ha sido de los mejores, pero también con mucho trabajo detrás, tanto en lo que es con el equipo como luego cuidándote fuera de él. Mucho sacrificio que me está dando recompensas.
-Como exoviedista, ¿cómo veía al Deportivo desde fuera?
-Los dos nos jugábamos un puesto para el play off de ascenso, había una rivalidad, pero siempre les tuve un gran respeto porque competían muy bien.
-¿Fue extraño ese cambio de chip de pasar de enemigas, entre comillas, a compañeras?
-Sí, al principio lo pensaba, jo... Me decía: «irme al equipo que me ha estado fastidiando durante tres años, con el que teníamos una rivalidad, que me impidió jugar el play off...», Pero bueno, al final me convencí de que eso lo tienes que dejar a un lado si quieres progresar en el fútbol. Y no me arrepiento de tomar esa decisión de venir. Ahora estoy tan bien aquí que ni lo pienso.
-Salvo el primer partido, siempre que ha estado a disposición de Manu Sánchez ha jugado y además está haciendo goles.
-El equipo está haciendo un trabajo enorme. Nadie se lo esperaba, pero la liga no está acabada y tenemos que seguir, pensando siempre en lo más alto. Y a nivel individual voy mejorando y me voy adaptando poco apoco a la forma de jugar. Yo pensé que me iba a costar más, porque al final es un sistema diferente al que yo solía jugar. Durante toda la pretemporada lo estuvimos perfeccionando y no me costó tanto como pensaba al principio.
-La única pega de la pretemporada, el partido que se perdió por las paperas.
-Da mucha rabia estar trabajando durante toda una semana para luego que te pase eso y perderte el partido [del Barcelona]. Pero bueno, Miriam jugó ahí y lo hizo bien. Fue una cosa extraña, porque además todas las que cogimos paperas estábamos vacunadas pero, por desgracia, si te toca, lo único que puedes hacer es apartarte del grupo y esperar. Lo único que pensaba desde Oviedo era en recuperarme lo más rápido posible para ayudar al equipo, pero se me hizo eterno estar una semana entera en casa, enferma. Pero bueno, dentro de lo malo, por lo menos mi familia se salvó, no contagié a nadie. Ya que te toca a tí, por lo menos...
-Tiene el futuro a sus pies, con un Mundial sub-20 a la vista.
-Sí, pero tengo que seguir trabajando. Yo solo pienso en el Dépor, en poder ganar este fin de semana y acabar la primera vuelta con el máximo de puntos posibles.
-Quizás le venga la oferta de algún equipo grande, si sigue así.
-Nunca se sabe, pero ahora mismo no pienso en eso. Estoy muy contenta aquí,
-Y con Abegondo llenándose casi todos los partidos.
-Me alucina ver cómo está el campo con nosotras. Todo el mundo animando, superinvolucrados, y eso nos motiva mucho.
-Su hermano Miguel también jugaba al fútbol en la Tercera asturiana. ¿Le ayuda?
-Sí, él está muy encima mía. Me pregunta, me corrige cosas... Para mí es un apoyo enorme.