La revolución de la Davis triunfó en España y generó críticas

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SUSANA VERA | REUTERS

El equipo de Bruguera garantizó pistas llenas en sus sesiones, pero el eco de la fase final de Madrid fue escaso en el resto del mundo

25 nov 2019 . Actualizado a las 09:09 h.

La revolución de la Copa Davis se quedó a medias. El nuevo formato acaparó críticas y elogios. La fase final de siete días en una sede única salvó su estreno, pero no generó el terremoto mediático que se pretendía. El evento tendrá una segunda entrega en el 2020 de nuevo en Madrid, donde podría quedarse un tercer año, y de su éxito en estas primeras temproadas dependerá en gran medida la viabilidad de la fortísima inversión de Kosmos, el grupo presidido por Gerard Piqué, que puso sobre la mesa 2.500 millones para organizar el mundial masculino de tenis durante un cuarto de siglo.

El escenario

Una central espectacular, con críticas de Murray a las pistas de entrenamiento. La Caja Mágica, preparada para la ocasión con un espectacular marcador central, lució como un digno escenario para la fase final, con un estadio secundario de un aforo aceptable. Pero Murray criticó los matices: «Las pistas de entrenamiento y de burbuja son bastante diferentes con respecto al estadio principal. Es un hándicap que nos perjudica a todos los jugadores».

El formato

Demasiados países, sesiones matinales y enfrentamientos con menos público. Djokovic intentó valorar el esfuerzo de la ITF y Kosmos por relanzar la Davis, pero dirigió sus dardos a una fase final con 18 participantes, y países sin opciones reales de título. «Quizá el formato ideal está en algún punto intermedio entre éste y el antiguo. Tal vez crear un torneo élite de ocho selecciones o quizá tener una o dos semanas antes durante el año en las que los países puedan jugar en casa en los grupos clasificatorios previos». La segunda parte del razonamiento remite a la vieja atmósfera de la Davis con equipos anfitriones y un ambientazo garantizado en las gradas. Nada que ver con las sesiones matinales en la Caja Mágica, una incomodidad para el público en días laborables.

Los horarios

Sesiones intempestivas. Días antes de comenzar la fase final, los responsables de Kosmos lo reconocían en privado. La ITF recelaba de que las jornadas terminasen demasiado tarde. Y los presagios se cumplieron. En general, las sesiones previstas para las seis y media de la tarde fializaron más allá de la medianoche, incluido el Estados Unidos-Italia. Su conclusión a las 4.04 de la madrugada se quedó a unos minutos de convertirse en el partido de tenis más tardío de la historia, fijado en el Open de Australia del 2008 con una duración de 4.33. Nadal, generoso en sus valoraciones hacia el nuevo formato, no se cortó en este asunto: «Los horarios son malos para los aficionados y para los tenistas. La gente al día siguiente trabaja. Es un problema pensando en los jugadores, en los equipos y en el público». Sobre la marcha, la organización adelantó la sesión de tarde, pero se siguieron terminando las jornadas mucho más allá de la medianoche.

Potencias

España y Reino Unido salvaron la cara al evento. Con Federer y Zverev como principales bajas por desapego al nuevo formato -el sábado por la noche batieron el récord mundial de asistencia a un partido, con 42.517 personas en su exhibición México DF-, la presencia en semifinales de España y Gran Bretaña -con Andy Murray en el banquillo-, dio cierto vuelo a la fase final. Porque las grandes potencias, como Estados Unidos, Francia, Australia y la Serbia de Novak Djokovic, cayeron fuera de combate demasiado pronto. Eso redujo el impacto global del estreno del nuevo formato, con Nadal como única gran estrella en los dos últimos días.

Las expectativas

La Super Bowl, otra dimensión. Kosmos dijo inspirarse en la Super Bowl al idear el nuevo formato de la Davis. Pero la comparación no ayuda al nuevo evento. Nadal y España salvaron el show, cuyo impato en el resto del mundo fue más moderado. ¿Hay espacio en Madrid para dos eventos tenísticos de primer orden, como la Davis y el Masters 1.000? Por choque a la hora de buscar patrocinios y espectadores, no lo parece. A las críticas de Ion Tiriac, propietario de los derechos del Mutua Madrid Open, hacia la Davis se unió una tensa convivencia hasta en el propio escenario de la Caja Mágica, donde su empresa tiene parte de sus oficinas de forma permanente. La revolución está en marcha, y Piqué anuncia cambios: «Hay que ser más creativos».