Por primera vez desde el año 2010, Boston Celtics y Los Angeles Lakers son los mejores equipos de la Liga gracias a un bloque sólido y un James recuperado
18 nov 2019 . Actualizado a las 19:31 h.No había transcurrido ni dos minutos del partido entre Los Angeles Lakers y Atlanta Hawks. Con 5-2 en el tanteo, Danny Green lanzaba un globo para que LeBron James finalizase con un alley-oop un contraataque que él mismo había iniciado. El Staples Center, un pabellón que venera los mates imposibles y las asistencias de prestidigitador por encima del propio baloncesto, se puso en pie con el presentimiento de que iba a ser una gran noche. Y lo fue, porque los angelinos vuelven a ser el mejor equipo de toda la Liga con un récord de once victorias y dos derrotas. Su mejor inicio de una temporada desde el 2010, la última vez que fueron campeones.
Parece una confabulación o un viaje a los ochenta. En el otro lado del país, los Boston Celtics lideran la Conferencia Este. Los de Brad Stevens, que el fin de semana acabaron con una racha de nueve triunfos consecutivos, son el segundo mejor equipo de la NBA, solo por detrás de los Lakers, y han firmado su mejor arranque desde el año 2008, la última vez que fueron campeones. Los dos equipos más laureados de la historia vuelven a estar en lo más alto.
Sigue siendo el Rey
Con 34 años, LeBron James machacó la canasta de los Kings llevándose por delante los 210 centímetros de altura del serbio Nemanja Bjelica, exjugador de Baskonia ahora en la NBA. La última bestialidad del jugador de Akron corrió como la pólvora.
«Jugar con LeBron es como comprarse un Ferrari. Sabes que es el mejor del mundo. Lo miras, y ves que es increíble. Pero no sabes lo poderoso que es hasta que lo conduces y te sales de la carretera», dijo en su día Chris Bosh, excompañero de James en Miami junto al que se proclamó en dos ocasiones campeón de la Liga.
Anthony Davis se ha sacado el carné de conducir de LeBron. La gran apuesta de la franquicia para rodear al 23 está funcionando. Ambos jugadores, junto a un gran elenco de secundarios han vuelto a ilusionar a la afición en un año en el que los Clippers amenazaban con comerles la tostada.
Los Lakers no pisan los play-off desde el año 2013. Seis años de vergüenza que acabarán, con toda probabilidad, esta temporada con un LeBron James totalmente recuperado de su lesión del año pasado y que, a sus números de siempre, ha añadido más capacidad para repartir asistencias. «Lo mejor de LeBron es que es posible que acabe su carrera como el mayor anotador de la historia, pero su gran peligro es su capacidad de pase. Es lo que lo hace realmente excepcional», dijo Stan Van Gundy, entrenador y ahora comentarista.
El orgullo verde de siempre
Con menos focos y un perfil bajo, como casi siempre, los Celtics han regresado. El verano hizo desembarcar a Kemba Walker, ansioso de un equipo con aspiraciones, en el Garden y el base le ha cambiado la cara al equipo tras el experimento fallido protagonizado por Irving y Horford. Al talento de Walker se ha juntado Smart, Brown y Tatum.
Jóvenes estrellas ya consagradas que solo saben lo que es vestir la camiseta verde de Boston. Gente de la casa, como lo eran Bird, McHale o Pierce. Menos show y más identidad. Su receta de toda la vida.