Le remontó el partido a Tsitsipas, pero Zverev superó a Medvedev y el español quedó eliminado en la fase de grupos de la copa de maestros
15 nov 2019 . Actualizado a las 22:34 h.Llegar a la última jornada, sin depender de uno mismo, no es buena señal. Rafael Nadal quedó eliminado de las ATP Finals que se están celebrando en Londres, a pesar de su épica remontada sobre el griego Tsitsipas. La clara derrota en la jornada inicial frente a Zverev, que ayer tampoco dio opción a Medvédev, resultó un lastre demasiado pesado, que el español no fue capaz de remontar. El de la tercera jornada, tampoco fue el partido más brillante de la carrera de Nadal, pero ante el griego Tsitsipas y su poderoso servicio, el español demostró que a este torneo de Maestros se fue a sufrir y a resistir. Necesitó de casi tres horas para disipar al griego (6-7 (4), 6-4 y 7-5).
Nadal se tuvo que sobreponer a un primer set anodino. Cargado de errores al resto. Ni Tsitsipas ni Nadal encontraban una manera de hacer daño desde la línea de fondo. No generaron ninguna bola de rotura, había más golpes con la caña que intercambios que levantaran al público.
El encuentro estaba en un territorio que beneficiaba más al griego, puesto que estaba esquivando la carga de pelotas que el español infligía a su revés. El desempate al que se encaminaron era un arma de doble filo para Nadal. Llegaba con la inercia de lo ocurrido ante Medvedev, con quien había perdido uno y ganado el definitivo. Como en el primero contra el ruso, estuvo siempre por detrás, debido a cuatro errores no forzados y feos que le alejaron del parcial inicial.
Tocaba épica. Otra vez el nivel de tenis no acompañaba y sobre la pista estaba siendo mejor el griego que, a diferencia de Medvedev, sí sabe lo que es ganarle. Cuando generó las dos primeras bolas de break, una hora y 18 minutos después del comienzo del partido, fue incapaz de convertirlas, otra vez exhibiendo errores a destiempo. Cuando le llegó la tercera, no pudo hacer nada ante el saque de su rival. La cuarta se la regaló Tsitsipas. Una derecha precipitada al pasillo provocó la vuelta de Nadal al encuentro, que se apuntó el segundo set y provocó las cuentas del griego.
No necesitaba morir en el partido para estar en semifinales. Ganar le aseguraba el primer puesto, pero incluso perdiendo podría liderar el grupo. El que requería la victoria a vida o muerte era el balear. Se lo hizo saber desde el principio de la manga definitiva. Los errores impropios se iban disipando y, aunque Tsitsipas siempre tenía el saque para salvarse (once saques directos), La tensión iba en aumento y Nadal perdió una gran oportunidad con 5-5 hasta que finalmente quebró el servicio griego tras una volea defectuosa.