El pentacampeón del mundo anuncia su adiós profesional en el Gran Premio de Valencia por «falta de motivación»
14 nov 2019 . Actualizado a las 21:23 h.En una convocatoria urgente, sobre la escena del mismo circuito Ricardo Tormo de Cheste, y ante una sala abarrotada, también por compañeros de parrilla, entre ellos el propio Marc Márquez, Jorge Lorenzo tomó el micrófono para programar su adiós. «Siempre he creído que hay cuatro días que, por encima del resto, son significativos en la vida de un piloto. El primero es cuando debutas en un Mundial. Cuando ganas tu primera carrera. Después, cuando ganas tu primer Mundial. No todos pueden lograrlo, pero yo lo he conseguido. Y luego, cuando anuncias tu retirada. Ese día ha llegado para mí. Este domingo será mi última carrera en motoGP». La sala se batió en aplausos durante varios minutos. Lorenzo se levantó para saludar. Un vídeo resumen de su trayectoria provocó que las lágrimas asomaran por su gesto.
Lorenzo se despide con 32 años y confiesa que el declive de sus resultados, condicionados por las lesiones y una moto a la que no llegó a coger el pulso, fueron clave para tomar la decisión. «En esta fase de mi carrera, ya era imposible mantener la motivación. El objetivo que me marqué a principio de temporada ya no era realista. Lo siento por Honda y por Alberto Puig». Llegó a desplazarse a la fábrica de la escudería en Japón con el ánimo de buscar soluciones a su falta de adaptación a la RC213V. La undécima posición en Francia fue su mejor resultado en un 2019 marcado por las caídas. En Assen, en Holanda, se rompió dos vertebras el pasado mes de junio tras una grave caída en los entrenamientos. Lorenzo no ha vuelto a encontrarse sobre la moto.
«Después de esa caída, la posibilidad de retirarme me surgió, pero no quería tomar una decisión precipitada, quería reflexionar al máximo. Quería intentarlo otra vez y por esa razón quería ir a la gira de Asia para ver si era capaz de recuperar de nuevo la motivación. Me empecé a sentir mejor, pero no encontré la motivación y después del GP de Malasia decidí retirarme y se lo comuniqué a Alberto Puig», desveló en su despedida.
Cinco títulos mundiales
El mallorquín, de ascendencia gallega -sus abuelos paternos emigraron a Venezuela- dio el salto mundialista con apenas 16 años. Lo hizo con la Derbi -todo un símbolo- en los 125cc. Su primer triunfo le llegó en Río de Janeiro, batiendo a rivales como Casey Stoner, Dani Pedrosa o Andrea Dovizioso. No conseguió el título en ninguno de sus tres años en la categoría, pero dejó bien a la vista unas cualidades indiscutibles sobre la moto, que hicieron que Honda se fijase en él para dar el salto a los 250cc. Su idilio con la factoria nipona no tardó en quebrarse. Encumbrado Dani Pedrosa, Lorenzo, cuarto, decidió cambiar de aires. Y acertó. En el 2006 firmó su contrato con Aprilia. Allí llegaron sus dos primeros títulos, antes de dar el salto definitivo a la categoría reina.
Lorenzo se marcha tras haberse proclamado cinco veces campeón del mundo. Lo fue dos veces consecutivas en 250cc -en el 2006 y el 2007-y otras tres en la categoría reina: en el 2010, 2012 y 2015. El de Valencia, que le servirá como despedida, será su Gran Premio número 297. De ellos, 203 en motoGP. Ha logrado 68 victorias, 47 de ellas en la máxima categoría. 152 podios (114 en motoGP), 69 poles (43 en la categoría reina) y 37 vueltas rápidas, 30 de ellas en motoGP. Valencia no es una plaza cualquiera para Lorenzo. Allí logró en el 2015, tras dos triunfos de Márquez, su último título mundial.