Los blancos se dejan el liderato y su condición de invictos en Son Moix, donde un equipo desacomplejado tumba a un equipo sin pólvora.
19 oct 2019 . Actualizado a las 23:42 h.A tres días de una crucial visita a Estambul en la que se jugará su ser o no ser en la Champions, el Real Madrid perdió el liderato y su condición de invicto en Son Moix, allá donde Florentino Pérez dijo 'basta' hace trece años tras una derrota que abrió en canal a la 'casa blanca' y la abocó a uno de los periodos más convulsos de su historia. Ganó el Mallorca con una propuesta atrevida que sacó los colores a la segunda unidad de Zidane, en la que destacó Vinicius, eléctrico como en sus mejores partidos del pasado curso, y suspendió especialmente Jovic, desenchufado e irrelevante. Paso en falso de los blancos, que sólo hallan alivio en el aplazamiento del clásico, que les evitará al menos visitar el Camp Nou el próximo sábado a rebufo de su acérrimo rival.
Volvieron a pagar su falta de concentración los pupilos de Zidane, abajo por cuarta vez esta temporada antes del cuarto de hora cuando Lago Júnior adelantó al Mallorca como en su día hicieran Gerard Moreno para el Villarreal, Di María para el PSG o Dennis para el Brujas. Más de un tercio de los duelos remando tempraneramente a contracorriente colocan al borde del patíbulo a un equipo que ha ganado menos de la mitad de sus partidos desde que comenzó la campaña, entre la espada y la pared en la máxima competición continental y viendo cómo el Barça le adelanta en la Liga.
Tiró de artillería Zidane ante las bajas, con dos carrileros muy ofensivos y un centro del campo en el que a Casemiro le tocó multiplicarse en la contención, acompañado por volantes con poco sacrificio como James e Isco. Pero sus chicos tuvieron la pólvora mojada y perdieron la cabeza de la Liga.
Aguardaba el Mallorca con el bloque bajo a la espera de un robo que le permitiera armar la contra. De una de esas sustracciones llegó el gol de Lago Júnior, con Budimir abriendo a la izquierda para que el marfileño la pusiera en la red con un derechazo inapelable al palo largo. Se estrenó en Primera tras quebrar a Odriozola sin que el donostiarra hallase auxilio en un contemplativo James. Sin contundencia Salía destemplada la segunda unidad de Zidane, con poca contundencia en la presión. El Mallorca superaba líneas con gran facilidad. A punto estuvieron los bermellones de doblar el botín en otro desajuste de la zaga de Zidane, pero Budimir recogió la bola en fuera de juego. Lago Júnior percutía sin lazo, indescifrable para unos laterales superados sin socorro de los interiores. Carecían de paciencia los visitantes, revolucionados en sus acometidas y con mucha distancia entre líneas. Sufren James e Isco tan alejados de los delanteros, con demasiados metros que recorrer para soltar el pase decisivo y pocas condiciones para la intendencia, aunque la calidad del cafetero le permitió mandarle un caramelo a Benzema que el galo estrelló contra el larguero en un remate sublime. Sólo Vinicius había puesto hasta entonces en apuros a la retaguardia del Mallorca, retando una y otra vez a Sastre. El carioca recuperó el atrevimiento que tanto se echaba en falta. Casi la única buena noticia para los blancos, encomendados a su verticalidad, la zurda de James y la capacidad asociativa de Benzema para desarbolar a la retaguardia de Vicente Moreno, centenario técnico del Mallorca que ante la amenaza que suponía el ex del Flamengo optó por intercambiar de banda a Gámez y Sastre antes de retirar a éste último en el descanso para evitar males mayores tras ver tarjeta en uno de sus duelos con el brasileño.
Y sin tino Bajado el exceso de revoluciones, el Real Madrid fue ganando consistencia pese a que Jovic seguía desconectado. La aportación del serbio volvió a ser fantasmal, aún sin argumentos que justifiquen su fichaje. Los blancos llegaban al área pero ahí se obnubilaban, faltos de precisión en el último pase y la definición. Vicente Moreno había demandado atrevimiento a sus futbolistas, herido aún por su acomplejamiento en la derrota ante el Atlético. Desinhibidos en el primer tramo, perdieron metros ante la pujanza del Real Madrid, por lo que tiró de Kubo en la media hora final en busca de la sentencia. Recurrió Zidane a Valverde y Rodrygo por un cansado Isco y el inoperante Jovic, pero el partido se le puso aún más cuesta arriba cuando Odriozola dejó a su equipo con diez tras una dura entrada a Lago Júnior, el hombre del día que se retiró lesionado tras un encuentro en el que se ganó con creces el descanso del guerrero tras un despliegue físico monumental. Con uno menos y Brahim debutando esta temporada, el Madrid lo fió todo a la heroica pero se marchó de Son Moix con la cabeza baja antes de entregarse a la pasión turca.
Mallorca: Reina, Sastre (Lumor, min. 46), Valjent, Raíllo, Gámez, Febas (Kubo, min. 59), Baba, Salva Sevilla, Dani Rodríguez, Budimir y Lago Júnior (Trajkovski, min. 80).
Real Madrid: Courtois, Odriozola, Militao, Sergio Ramos, Marcelo, James, Casemiro, Isco (Rodrygo, min. 66), Jovic (Valverde, min. 66), Benzema y Vinicius (Brahim, min. 81).
Gol: 1-0: min. 7, Lago Júnior.
Arbitro: Alberola Rojas (Comité Castilla-La Mancha). Amonestó a Sastre, Baba. Expulsó por doble amarilla a Odriozola.