Pinchazo del público catarí en uno de los acontecimientos más importantes del deporte mundial
02 oct 2019 . Actualizado a las 13:22 h.Que Catar no es el país con mayor tradición de atletismo era de sobra conocido. Que su designación como sede (lo mismo que para el Mundial de fútbol del 2022) fue extraña, también. Las consecuencias se vieron pronto con una prueba de marathón que causó estragos en buena parte de los participantes por culpa de las altas temperaturas.
El caso es que el mundial de atletismo de Doha sigue generando polémica. Era de esperar un calor asfixiante celebrando un mundial en el golfo pérsico a principios de otoño, pero lo que quizás nadie predijo fue el pinchazo de público que está teniendo la competición y, sobre todo, el poco interés por tradiciones como la vuelta de honor que los campeones de las pruebas de velocidad se suelen dar tras lograr el oro. Sucedió con Christian Coleman después de salir victorioso de la prueba reina de la velocidad y Noah Lyles tuvo que enfrentarse al mismo escenario tras su victoria en los 200.
La denunció desde Doha el periodista del diario El Mundo Javier Sánchez en su cuenta personal de Twitter. Cuenta además que las autoridades cataríes se están esforzando en tratar de llenar el estadio con invitaciones.
Pese a los esfuerzos, el resultado hasta la fecha es el de un Mundial que, al menos en cuanto a público, ha pinchado.