El buen tiempo favoreció la afluencia de público a la playa de Santa Marina para las tres pruebas, en la última de las cuales se produjo la caída de dos de los jinetes
20 abr 2019 . Actualizado a las 17:08 h.Buen tiempo, expectación, espectáculo deportivo e incluso algún susto. Fueron los ingredientes de la segunda y brillante jornada de la trigésima edición de las tradicionales Carreras de Caballos de Ribadesella. El día grande del año en el que la competición estrena título de Fiesta de Interés Turístico Regional estuvo muy concurrido en el arenal de Santa Marina. Fue mucho el público que se asomó a la grandiosa pista natural para disfrutar de las tres carreras de la mañana: las pruebas de Pura Sangre Inglés Serie A, sobre 1.500 metros; los Cruzados Pura Sangre Inglés y finalmente Pura Sangre Inglés Serie B, sobre 2.200 metros.
Fue en esta última prueba en la que se registró el incidente que sobresaltó a los espectadores: la caída de dos de los jinetes, uno de los cuales tuvo que ser atendido.