El pívot quiere ser palanca de impulso en la franquicia de la NBA
05 mar 2019 . Actualizado a las 09:30 h.La humildad y la ambición definen la trayectoria de Pau Gasol desde el minuto uno y así se explica que, a sus 38 años, se mude de San Antonio a Milwaukee. Cambia una franquicia venida a menos, los Spurs, por otra que va a pelear por el anillo, los Bucks, aunque le cueste dinero. Ese deseo de ganar sigue muy presente, por más que sepa que está en la recta de llegada a meta en una carrera larga y exitosa.
Pau Gasol es de esos jugadores que se preguntan: ¿Qué hay que hacer para ganar? Y se aplica a la tarea, tanto cuando le toca ser actor principal como cuando le corresponde un papel secundario, como sucedió en su etapa en los Lakers, al lado de Kobe Bryant. «No tengo palabras suficientes para el español. No podíamos haber ganado sin él», comentó el escolta. En la selección, sin embargo, tiene partidos de 40 puntos, como los que anotó en el Eurobasket del 2015 frente a Francia. El equipo siempre está por delante. Si tiene que liderar, lidera. Si tiene que acompañar, acompaña.
La etiqueta de pegamento
Responde a ese perfil de jugadores que aglutinan, que saben manejar la química, a quienes la etiqueta de «pegamento» les encaja sin dejar arrugas.
Cuando terminó su etapa en los Bulls y fue libre para elegir su destino, dio todos los pasos necesarios a fin de ponerse a la órdenes de Greg Popovich en los San Antonio Spurs. Parecían el sitio ideal para su baloncesto, ya que probablemente es el equipo de la NBA que más se pasa el balón, el que menos apuesta por las individualidades. Pero se vio en medio de un cambio de ciclo que, además, coincidió con el mejor momento de la historia de los Golden State Warriors.
A la par, fue perdiendo minutos, protagonismo y predicamento en el guion de Popovich. Y, educadamente, como siempre en su carrera, abrió las puertas a un cambio de aires. Al final hubo acuerdo. Perdonó dinero antes de que finalizase el plazo para inscribir jugadores que pudiesen disputar el play off. Y los Bucks ya tienen asegurada su plaza en la lucha por el título.
En Milwaukee confían en el perfil Pau Gasol: pegamento, experiencia y juego para el equipo en un colectivo joven, con mucha proyección, con gran amenaza en el perímetro, con un talento físico que puede ser el MVP de la temporada (Giannnis Antetokounmpo), y algo falto de centímetros en la pintura.
Gasol puede cubrir ese déficit. Puede dar minutos de descanso a Brook López, pero también desenvolverse a su lado. Está procesando el juego constantemente y es un gran pasador, de los que sabe sacar el balón fuera para la batería de tiradores.
Los Bucks le ofrecen la posibilidad de volver a pelear por el anillo y él, que es un inconformista, no ha dudado en cambiar un contrato garantizado en San Antonio por las expectativas que se le abren en Milwaukee. Porque, todo apunta a que será agente libre al acabar la temporada.
Sabe que la edad no perdona, que tiene que administrarse y que los minutos están caros. Está convencido de que todavía tiene mucho que aportar. Domina la química en un equipo con mucha física y pocas horas de vuelo en las rondas de play off. Además, llega con poco recorrido esta temporada en su cuentakilómetros por una lesión en el pie que le obligó a echar el freno de mano.