Los blancos encarrilan la eliminatoria ante el Girona en un gran partido en el que brilló Vinicius y Sergio Ramos fue letal
25 ene 2019 . Actualizado a las 07:58 h.Con una gran respuesta al tempranero tanto del 'Choco' Lozano que puso en ventaja al Girona, volteado luego por las dianas de Lucas Vázquez y Sergio Ramos en una convincente primera parte de los locales, el Real Madrid afrontará la próxima semana una visita a Montilivi en la que tratará de cruzar por fin la frontera de los cuartos de final de la Copa del Rey, ronda que se le enquistó los dos últimos años y que ahora se presenta más propicia con la victoria que consiguió este jueves el equipo que dirige Santiago Solari, certificada con un testarazo de Sergio Ramos en el segundo periodo que alivió el incomprensible penalti cometido poco antes por Marcos Llorente que estuvo a punto de emborronar los buenos oficios previos de los locales, y amplificada luego por otro gol de Benzema a pase de Vinicius que deja muy encarrilada la eliminatoria para el campeón de Europa.
Mostraron orgullo y carácter los pupilos de Solari, que se aferran a un espíritu resucitado en la última semana para seguir soñando con levantar nuevos trofeos que añadir al Mundial de Clubes, única alegría por el momento del curso para la escuadra de Chamartín.
La irregular campaña de los blancos ha convertido la Copa del Rey en un torneo preciado. Dio cuenta de ello Solari con un once en el que no se guardó nada. Tres cambios respecto al que plantó ante el Sevilla en la última jornada de Liga, todos ellos en una zaga a la que retornaron Marcelo por Reguilón, Odriozola por Carvajal y Nacho por Varane. Sí agitó Eusebio al Girona, con siete novedades frente al equipo que dispuso ante el Betis. Se le puso muy pronto cuesta arriba el duelo al anfitrión. Metió Raúl García un centro desde la izquierda que cazó el 'Choco' Lozano para batir a Courtois, que retornaba a la Copa cinco años después de la última vez que pisó el torneo, precisamente en el Santiago Bernabéu aunque entonces defendiendo al Atlético de Madrid. Pilló descolocado el Girona a Odriozola, al que le ganaron la espalda sin que pudiese auxiliarle Lucas Vázquez y Marcelo tampoco acertó a obstaculizar el remate con dos rivales en boca de gol.
Castigo a la laxitud defensiva del Real Madrid, que había comenzado merodeando el área de Iraizoz e incluso tuvo tres córneres en los cinco primeros minutos pero que no disparó con mordiente hasta que Casemiro probó desde fuera del área rebasado ya el minuto 10.
Sergio Ramos resuelve A falta de mayores argumentos ofensivos, el equipo de Solari emplea el cañoneo como recurso. Le funcionó contra el Sevilla con el obús de Casemiro que abrió un marcador hasta entonces trabado. Intentó repetir suerte desde el vértice del área Marcelo sin fortuna. Pero fue una internada de Odriozola, un auténtico puñal, el que sacó oro con una internada en la que dobló a Lucas Vázquez para meter luego la bola atrás, donde la citó el gallego con la red. Vinicius había arrancado para entonces los olés del público con un caño dentro del área y el respetable se había cebado con Undiano Mallenco, que no tuvo una noche tranquila. Por la derecha vehiculaba sus acciones más peligrosas el Madrid gracias a la profundidad de Odriozola, mucho más incisivo y vertical que Marcelo. El donostiarra es incontenible y estuvo cerca de marcar el segundo del Madrid al término de otro esprint digno del mejor velocista. Lo evitó Iraizoz, que ya había visto con alivio cómo Benzema mandaba alto un buen servicio de Vinicius. Crece con cada partido el joven diamante brasileño, al que le falta pulir el remate para convertirse en intocable.
Aun sin lucir un fútbol espléndido, el Real Madrid sí mandaba y hasta se gustaba cuando entraba en contacto con la pelota Benzema, entonadísimo salvo en el remate. Es el tormento de este equipo que mereció más por juego antes del intermedio pero sigue echando de menos a un artillero letal y sigue peleado con los arbitrajes. Reclamó el Santiago Bernabéu, algo desangelado en número -50.865 espectadores, la tercera peor entrada del año tras la registrada en la primera jornada de Liga ante el Getafe y la de la ida de octavos de Copa frente al Leganés- pero no en entrega, penalti en una caída de Modric en el área. No lo concedió Undiano Mallenco, que sí sancionó un claro derribo sobre Vinicius. Ajustició Sergio Ramos a lo Panenka para recompensar una dignísima primera parte de la escuadra de Solari, en la que hasta Marcelo escuchó aplausos en su reencuentro con una grada que no le despidió bien en su último partido, ante la Real Sociedad.
Pudo ser mayor el botín, pero Benzema se topó con el palo tras una gran acción de Nacho como luego se encontró con Iraizoz tras otra acometida de Vinicius al poco de comenzar el segundo periodo, donde Solari dio rodaje a Kroos y Marcos Llorente y que terminó con Sergio Ramos como el asesino más letal.
La segunda parte no tendría que tener historia, si no fuera por el absurdo penalti de Marcos Llorente. Pero ahí, con el empate y antes de que llegaran los nervios, reapareció Ramos para devolver el mando del partido a un Madrid que respiraría a once del final gracias a Benzema.
Real Madrid: Courtois, Odriozola, Sergio Ramos, Nacho, Marcelo, Casemiro (Marcos Llorente, min. 58), Ceballos (Isco, min. 69), Modric (Kroos, min. 62), Lucas Vázquez, Vinicius y Benzema.
Girona: Iraizoz, Juanpe, Alcalá (Bernardo, min. 46), Muniesa, Ramalho, Raúl García, Douglas Luiz, Alex Granell, Borja García (Paik, min. 58), Lozano (Portu, min. 78) y Doumbia.
Goles: 0-1: min. 7, Lozano. 1-1: min. 17, Lucas Vázquez. 2-1: min. 41, Sergio Ramos, de penalti. 2-2: min. 66, Alex Granell. 3-2: min. 76, Sergio Ramos. 4-2: min. 79, Benzema.
Arbitro: Undiano Mallenco (Colegio navarro). Amonestó a Alcalá, Nacho, Sergio Ramos y Marcos Llorente Incidencias: Partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey, disputado en el Santiago Bernabéu ante 50.865 espectadores.