El catarí Nasser Al Attiyah se lleva la victoria en coches con Nani roma segundo.
17 ene 2019 . Actualizado a las 21:36 h.El Dakar 2019 ya es historia, y para historia la de Carlos Sainz. El madrileño acabó la edición más dura de las que ha disputado, tanto en Africa como el Sudamérica, con una victoria de etapa que es más una reivindicación que un hito deportivo como tal. El cincuentón más admirado del automovilismo español sigue estando en plena forma, y quien le quiera jubilar tendrá que esperar un poco más. Lo resumía su hijo, el piloto de Fórmula 1, en Twitter: «¡Los tiene bien puestos!».
Para desgracia de Sainz, la victoria de la décima y última etapa del Dakar fue una anécdota en el día de la coronación de Nasser Al Attiyah. El catarí levantó su tercer trofeo touareg, tras una edición en la que fue el que menos falló. La consagración de un deportista capaz de subirse a un coche de rallies y ganar, para bajarse, coger un rifle y prepararse para su otra vertiente como tirador olímpico (tiene un bronce en su haber, en Londres 2012), consiguió también darle un éxito a Toyota que se le escapaba desde hace tiempo y que ha visto cómo se desquita, tras ganar en Le Mans el pasado mes de junio, en otra de las grandes competiciones mundiales del automovilismo.
La segunda posición de este Dakar fue para otro que también se ha reivindicado. Tras tres años algo decepcionantes para sus aspiraciones, Nani Roma consiguió una brillante plata en este Dakar 2019, en el que además no tenía el coche favorito para ganar. Ha ganado con nota la apuesta del X-Raid de darle un coche 4x4 y no un buggy, en un equipo en el que además no era el jefe de filas.
«Nasser tenía dos coches detrás siempre con piezas y yo tenía que salir a veces con tres ruedas porque no sabía si tenía coches o se pararían, así que éramos autónomos, pero no me quejo. Ya lo sabía que sería así», dijo en el último 'vivac' de este Dakar 2019. Además, aprovechó para mandar un dardo a la Federación Internacional: «Ha sido un Dakar buggy y lo que ha hecho Nasser y nosotros. Con dos 4x4 no está mal en un contexto buggy. Espero que la FIA piense en volver al 4x4 y deje los buggies de una vez».
Tras las decepcionantes participaciones anteriores, Roma sale con un segundo puesto que supera con mucho lo que las apuestas les daban. Carlos Sainz cierra el Dakar 2019 en 13ª posición, con un heroico Isidre Esteve en 21ª, Cristina Gutiérrez 26ª, Xavi Foj 37º, Dani Sola 39º y Joan Font 40º.
Continúa el reinado de KTM Si en coches estaba todo más o menos decidido, en motos quedaba todo por decidir. Toby Price encaraba la última especial del Dakar con sólo un minuto de margen sobre Pablo Quintanilla, y obligó al chileno a pasar al ataque. Sea por la presión, por el cansancio acumulado de los nueve días de competición o por una combinación de ambos, lo cierto es que perdió todas sus opciones en una caída que, a la postre, le sacó también del podio.
Así, un Toby Price que lleva con la mano destrozada desde hace varios días conquistó su segundo Dakar con más calma de la que esperaba. KTM mantiene de esta manera su reinado, y ya van 18 años seguidos de los austríacos reinando con autoridad, pese a que este año parecía que, por fin, podían bajarse del podio.
Los españoles dejaron muy buenas sensaciones en motos. Pese al doloroso abandono de Joan Barreda (su moto aún seguía en el barranco hasta la jornada anterior), no faltaron a su cita en los puestos altos. Oriol Mena, que ya fue el mejor novato de 2018, acabó en una gran novena posición, dos puestos por encima de una heroica Laia Sanz, que consumó su segunda mejor participación en el Dakar. La catalana ha superado el raid más duro de todos los que ha disputado, no sólo por el propio recorrido, sino por los múltiples problemas físicos que ha arrastrado. Eso le da aún más mérito a su participación.
Aunque es una categoría relativamente nueva, en el podio de los Side by Side también hubo banderas españolas. Gerard Farrés y Dani Sola, recién llegados de las motos, acabaron segundos tras otro ex de las dos ruedas, 'Chaleco' López, que se consagró en una categoría muy complicada para todos los participantes.
Aunque entre los elefantes del desierto, los camiones, el acento ruso es el predominante, también hubo un español que se coló en la fiesta de los Kamaz. El tercer puesto de Gerard de Rooy ha permitido a su navegante, Moi Torrallardona, poner un poco de color español en la categoría.