Luis Enrique estrena una defensa que vuelve a naufragar

José Manuel Andrés

DEPORTES

ANTONIO BRONIC | REUTERS

España recibe tres goles en 45 minutos y Luis Enrique no da con la tecla para cerrar su portería

15 nov 2018 . Actualizado a las 23:06 h.

La derrota ante Inglaterra en el Villamarín y los tres goles encajados en una primera parte para el olvido marcaron a la defensa española ese día y trajeron consigo el debate sobre quién debería acompañar a Sergio Ramos en la zaga española. Finalmente, Luis Enrique optó por Sergi Roberto en el lateral derecho, Iñigo Martínez en el centro de la defensa junto al capitán y Jordi Alba por el carril izquierdo en su regreso a la selección. Los tres sustituían ayer a Jonny Otto, Nacho y Marcos Alonso, señalados por sus errores ante los veloces atacantes ingleses.

No fue sin embargo la mejor noche para esta nueva defensa de España. El ayer lateral derecho Sergi Roberto desempeñó una vez más la condición de comodín que lo convierte en uno de los hombres de confianza de Luis Enrique. El jugador del Barça ejerció como carrilero por la banda derecha, llegando hasta posiciones de ataque. Una condición que también cumplió por el costado opuesto el recuperado para la causa Alba. Ambos estuvieron más activos en labores ofensivas y sufrieron ante las incursiones de los croatas Perisic y Rebic. Los balcánicos tuvieron las dos jugadas de mayor peligro de la primera parte con dos ocasiones de Perisic y Kramaric fruto de sendos desajustes defensivos.

Precisamente Sergi Roberto cometió el error que propició el primer gol croata en un pase erróneo con el exterior del pie derecho. Una pérdida en la salida de balón que dejó a Kramaric sólo para batir a De Gea y adelantar a los croatas, que volvieron a sembrar el pánico entre la defensa española con una incursión de Rakitic cuyo disparo se marchó por encima del marco español. No sería el último susto de la noche, más oscura tras un nuevo error defensivo que permitió a Jedvaj rematar a placer en el segundo palo un centro de Modric para adelantar de nuevo a Croacia. Iñigo Martínez, que le había ganado la partida a Diego Llorente y Mario Hermoso por un puesto junto a Ramos en el eje de la zaga, sólo pudo seguir en primera persona el tanto del croata, libre de marca. El 2-1 trajo consigo los minutos de mayor desconcierto defensivo de España, sacudida de nuevo tras una contra que volvió a mostrar las carencias de la defensa española y que provocó un mano a mano de Rebic ante De Gea para sentenciar el partido que acabó con un disparo desviado. El empate de Ramos pareció opacar los problemas de la defensa española, que recibió el mazazo definitivo en el período de descuento, cuando permitió a Jedvaj rematar a la red un disparo desviado por De Gea para materializar el definitivo 3-2. Nueva defensa, mismos problemas. Los dolores de cabeza se multiplican para Luis Enrique, cuya selección ha encajado tres goles en dos partidos consecutivos. El asturiano deberá seguir buscando alternativas para una zaga en la que sólo Ramos parece consolidado.