Según la Dirección General de Seguros, su sistema de gobierno no permite garantizar una gestión sana, ni que se garantice la aptitud y honorabilidad de los que la están dirigiendo
02 nov 2018 . Actualizado a las 09:02 h.Descontrol. Esta es la palabra que refleja el resultado de la exhaustiva inspección a la que sometió la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGS) a la Mutualidad de Futbolistas. Descontrol del dinero, de la organización, de los procedimientos...
Fruto de las numerosas irregularidades que se han encontrado, la DGS resolvió tomar medidas de control especial, que ya fueron publicadas por este periódico, entre las que se encontraba el bloqueo de las cuentas corrientes de una entidad que controla a más de ochocientos mil futbolistas con licencia federativa. No es de extrañar que se tomaran tales decisiones viendo el rosario de irregularidades que se enumeran en la resolución de la DGS.
Según la inspección: «El sistema de gobierno de la entidad se ha mostrado ineficaz y no permite garantizar la gestión sana y prudente de la misma, ni que se garantice el cumplimiento de las exigencias de aptitud y honorabilidad de los que, de forma descentralizada, están dirigiendo de forma efectiva la entidad, incumpliendo por lo tanto con lo establecido en el artículo 65 de la LOSSEAR (Ley de Ordenación, Supervisión y Solvencia de las Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras).
Estructura inadecuada
No existe control sobre la descentralización. La inspección dice que no se han desarrollado políticas de control adecuadas a la estructura organizativa de la entidad y que esta estructura es inadecuada «para la protección de los derechos de los mutualistas, con una descentralización sobre la que no existe un control uniforme de la gestión y que genera diferencias territoriales no justificadas en los gastos de gestión y las remuneraciones de los miembros de los consejos territoriales, así como en las cuotas que pagan y las prestaciones que reciben los mutualistas».
Por otro lado, la inspección realizada concluye finalmente que «los órganos de dirección de la entidad carecen de medios materiales y humanos para ejercer las funciones de control de la gestión».
Cumplimiento legal
Transferencias a territoriales para eludir embargos. Igualmente, «se ha puesto de manifiesto la realización de transferencias de fondos de la Mutualidad a las territoriales, con el objeto de eludir los embargos de la Seguridad Social. Sin perjuicio de cualquier otra consideración, estas actuaciones irían en contra de lo establecido en el artículo 65 de la LOSSEAR en lo relativo a la gestión sana y prudente de la actividad por aquellos encargados de su sistema de gobierno. Además, ponen de manifiesto la generalizada falta de control sobre el cumplimiento normativo en la actuación de los órganos de gobierno de la mutualidad».
Contabilidad
El informe de auditoría denegó las cuentas del 2016. Continúa la DGS: «La entidad no dispone de una función de auditoría interna efectiva, incumpliendo por tanto lo dispuesto en el apartado 4 del artículo 66 de la LOSSEAR. En consecuencia, no existe una comprobación independiente y objetiva de la adecuación y eficacia del sistema de control interno ni del sistema de gobierno de la entidad, ni del cumplimiento de lo establecido en la normativa de ordenación, supervisión y solvencia».
En cuanto a la forma de llevar la contabilidad en la Mutualidad de Futbolistas, la Dirección General de Seguros encontró numerosas irregularidades, fruto de lo cual el informe de auditoría de las cuentas anuales de 2016 incluye una opinión denegada. Las cuentas del 2017 no fueron presentadas en plazo a la DGS.
Procedimientos
Sin control en los gastos. Sobre los gastos: «Los gastos efectuados por las delegaciones territoriales, por conceptos diferentes al de gasto de prestaciones y de personal administrativo ascendieron a 6.224.693 euros en 2016. Se ha comprobado por parte de la Inspección que, dentro de los mismos, existen gastos por importe total de 3.247.806 euros en 2016, sobre los que se ha puesto de manifiesto la ausencia de los más elementales requisitos de control propios de una entidad aseguradora: no hay procedimientos y controles relacionados con los mismos, no hay límites en cuanto a las cuantías ni procedimientos de revisión para valorar la idoneidad y el cumplimiento normativo de los gastos y no hay una política de retribuciones formalmente aprobada. El detalle de dichos gastos se encuentra incluido en el acta de Inspección, sin que la entidad haya justificado la procedencia y el control de los mismos en sus alegaciones.
Contrataciones
Sin política de personal y definición de puestos de trabajo. Otro aspecto descontrolado en la mutua es el del personal: «Por lo que se refiere al gasto de personal, que asciende a 4.393.308 euros en 2016, se pone de manifiesto la disparidad de la estructura de personal en sus diferentes delegaciones territoriales. La entidad carece de una política de personal y una definición de los puestos de trabajo».
Conclusiones
«Los hechos resultan especialmente graves. Todo este rosario de irregularidades provocaron que desde la Dirección General de Seguros se considerara que «los hechos resultan especialmente graves, perjudican sensiblemente la gestión sana y prudente de la entidad y reflejan irregularidades en la contabilidad y en la administración de la entidad en términos tales que impiden notablemente conocer la verdadera situación patrimonial de la misma. Todo ello coloca en situación de grave riesgo los intereses de los tomadores, asegurados y beneficiarios y hace inevitable el replanteamiento de las medidas de control especial adoptadas sobre la entidad en la Resolución de 15 de noviembre de 2017».