El CSD se pone de perfil ante los escándalos de Luis Rubiales

DEPORTES

Rodrigo Jiménez | EFE

El organismo responsable del deporte español no se pronuncia acerca del elevado salario asignado al presidente de la Federación Española de Fútbol y las denuncias presentadas contra él

27 jul 2018 . Actualizado a las 22:06 h.

Ante los escándalos que está protagonizando Luis Rubiales desde su llegada a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), el Consejo Superior de Deportes (CSD) presidido por María José Rienda, y cuyo último responsable es el ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, mira hacia otro lado.

Actualmente, existen dos denuncias presentadas contra Rubiales. Una, por un supuesto delito de lesiones a la arquitecta encargada de las obras de su casa. La otra, presentada por Miguel Ángel Galán por supuestos delitos de administración desleal y corrupción entre particulares por intentar pagar las obras de su casa a través de la Casa del Futbolista de AFE (entonces presidida por Rubiales). Además, el actual dirigente de la RFEF se ha asignado por medio de la asamblea un sueldo de 160.000 euros más el 0,6 % de los patrocinios, piso y chófer.

Preguntada sobre ello, la presidenta del CSD, María José Rienda, respondió anteayer con un lacónico «sobre eso no hago comentarios» y ayer mismo, el organismo dependiente del ministerio a cargo de José Guirao, reiteró esta postura. «Sobre el salario de Luis Rubiales no podemos valorar nada, nos tenemos que mantener al margen, porque lo ha aprobado la asamblea, y la asamblea es soberana», manifestaban a La Voz desde el Consejo Superior de Deportes. «Con respecto a las denuncias presentadas contra Rubiales o cualquier asunto que pueda estar relacionado con la justicia, hay que dejar que la ley actúe cuando hay una disputa entre partes y cualquier comentario que hagamos desde el CSD no sirve para nada», añadían a este periódico desde el organismo rector del deporte español.

En los últimos años, el Consejo Superior de Deportes ha experimentado tres etapas claramente diferenciadas. Una primera en la que el ministro Íñigo Méndez de Vigo compadreaba con Ángel María Villar e incluso pedía una salida digna para un dirigente que acabó siendo imputado y encarcelado temporalmente por graves delitos. Después, el presidente del CSD, José Ramón Lete Lasa, dedicó ingentes esfuerzos y fue parte activa para impulsar la inhabilitación de Ángel María Villar, situación que acabó consumándose.

Y en la actualidad, con el ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, al frente y María José Rienda como su subordinada y presidenta del Consejo Superior de Deportes, la institución se pone de perfil frente a los escándalos que protagoniza constantemente Luis Rubiales al frente de la federación.