Un traje de carreras utilizado por el nueve veces campeón del mundo se exhibía en un concesionario y se lo llevaron a bordo de un escúter
13 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Valentino Rossi ganó su último campeonato del mundo hace nueve años, pero el piloto italiano sigue teniendo una legión de seguidores que lo idolatran. Quien sabe si uno de ellos fue el ladrón que el pasado 12 de mayo sustrajo un mono de carreras que había utilizado en los test del Gran Premio de Catar del 2017, en el que Rossi consiguió subir al podio al quedar tercero.
El mono se exhibía dentro de una urna de seguridad en el concesionario Manell Motor de A Coruña, distribuidor único de Yamaha para toda la provincia. Era propiedad de Dainese, la marca de equipamiento para motociclismo que patrocina a la leyenda de Urbino -siete veces campeón de Moto GP-. En azul y fosforito y con la inconfundible leyenda «The Doctor» en letras de colores en la parte baja de la espalda, presidía la entrada de las modernas instalaciones de Manell inauguradas el pasado 2 de febrero.
Según se aprecia en las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad, un individuo, con guantes blancos, deportivas azules y la cara cubierta por la capucha de una cazadora, llegó a las 23.36 horas en un ciclomotor de reparto de pizzas que había robado poco antes. Del cajón sacó una maza con la que destrozó la cristalera de la entrada; hizo un boquete del tamaño justo para sacar el mono dentro de su soporte de metacrilato, se subió al escúter y se marchó. Todo en poco más de un minuto.
«Corrió un riesgo enorme porque la luna, que son dos hojas de vidrio de 10 milímetros cada una y cinco metros de altura, podía haberse desplomado sobre él», explica José Manuel Botana, gerente del concesionario.
Lo insólito es que consiguiera escapar con su trofeo, de unos 60 kilos, a bordo de un Piaggio Zip de 50 centímetros cúbicos, que pesa solo 80. «Y sin casco -se asombra el dueño del establecimiento-, de hecho tenemos aquí algunos de más de mil euros y no cogió ninguno». La moto fue hallada poco después por la policía cerca de Pastoriza.
El mono estaba asegurado en 25.000 euros, pero su valor podría ser muy superior, al ser una pieza hecha a medida para Valentino Rossi y usada por él para competir. En las protecciones de las rodillas y los codos se apreciaban las rozaduras hechas contra el asfalto al tomar las curvas y en la cremallera lleva grabado el número de serie. «Es el número 7 de la temporada 2017, ese es el valor añadido, pero es un mono de cuero oficial, con airbag, sistema de refrigeración interno para beber agua y los parches de todos los patrocinadores», indica Botana.
Este tipo de prendas eran propiedad de Lino Dainese, el fundador de la marca, que las custodiaba como joyas, pero desde que vendió la empresa el grupo las presta en algunas ocasiones para eventos de asociaciones de moteros y como deferencia hacia algunos de los distribuidores de sus productos.
La investigación sigue en curso y no se descarta que el robo fuera hecho por encargo de un coleccionista. «Tuvo que ser un profesional -indica el responsable de Manell Motor-, hacerlo tan rápido... Él sabía muy bien lo que medía eso». Sospechan que el ladrón estuvo antes en el concesionario, viendo la ubicación y las medidas de la urna. El mono de Valentino era una gran atracción, cientos de personas fueron a verlo y a hacerse fotos delante de el durante los tres meses que estuvo expuesto.
José Manuel Botana está impactado: «Nunca nos habían robado en doce años (enfrente de la actual ubicación, al final de la avenida Finisterre, mantienen sus antiguas instalaciones dedicadas a las marcas del Grupo Piaggio, Vespa, Moto Guzzi, Aprilia, Gilera y Derbi). Aquí teníamos todo el sistema de seguridad, y funcionó bien, pero a raíz de esto hemos metido más». La sensación es de impotencia, explica: «Que te entren en tu casa da mucha rabia. Y si te roban algo que no es tuyo, duele el doble».