El tercer anillo en las últimas cuatro temporadas
09 jun 2018 . Actualizado a las 10:27 h.«No solo son talentosos», aseguró el entrenador de Golden State Warriors, Steve Kerr, al destacar la barrida de 108-85 que su equipo le dio a los Cleveland Cavaliers de LeBron James, que no pudieron remontar.
Los Warriors definieron la serie de finales con un abultado 4-0, hazaña que solamente siete franquicias han logrado en la historia de la NBA, y consiguieron así su tercer título en las últimas cuatro temporadas.
«Ellos trabajan el uno para el otro y se aprecian entre ellos, son un grupo único», agregó Kerr al destacar el trabajo del quinteto. «El último mes de la temporada fue difícil y logramos voltear la situación a nuestro favor», reconoció.
«Tuvimos lesiones y mucha expectativa» dijo por su parte Stephen Curry, de los GSW, que con 37 puntos y siete triples, fue el máximo anotador de la noche escoltado por James, que culminó con 23 puntos, seis rebotes y ocho asistencias.
Kevin Durant, nombrado MVP (jugador más valioso de la final) cerró con una triple decena de 20 tantos, 12 rebotes y 10 asistencias.
Los Warriors dominaron el partido desde el principio en la cancha del Quicken Loans Arena de Cleveland. Curry apareció inspirado y cerró como máximo anotador con 12 puntos. Los defensores del título estuvieron nueve unidades por encima de los locales (34-25).
Aunque las estadísticas jugaban en su contra, debido a que ningún equipo ha logrado remontar luego de tres derrotas en la serie de finales, los Cavaliers mantuvieron la ofensiva bajo la comandancia de James, que disputó su octava final consecutiva.
En el segundo cuarto, la ventaja de 3-0 comenzó a pasarle factura a los locales, que no encontraron un camino seguro para frenar el sólido ataque de los visitantes. La diferencia al cierre del primer medio tiempo se mantuvo en favor de los californianos (61-52).
La necesidad de remontar obligó a James a llamar efusivamente y en la cancha a sus compañeros para corregir «los errores de comunicación y concentración» que, como él mismo había afirmado horas antes, fueron determinantes en los cuatro encuentros.
Para el tercer cuarto, los más de 20 puntos (86-65) que sacó Golden State por encima de Cleveland fueron letales para los jugadores de Tyronn Lue, que fueron liquidados por un juego colectivo de los Warriors que tuvo a Curry como líder ofensivo y a Durant como su ladero.
«Fue una temporada difícil», reconoció Lue al referirse a James como «el mejor jugador del mundo» por «liderar al equipo hacia una meta» que, aunque no consiguió, «fue clara para él toda la temporada».
La estocada final para los «Cavs» llegó en el último cuarto. El esfuerzo de James no bastó para superar la amplia diferencia que parecía extenderse más y más al correr de los segundos. Cuando restaban cuatro minutos de juego, James se sentó en la banca y desde allí vio las últimas jugadas de su equipo.
«No quisiera perder y menos en un nivel de competición como éste, pero es lo que es», dijo resignado James en un encuentro con periodistas en el que afirmó que no tiene definido si continuará o no la próxima temporada con Cleveland, equipo al que legó en el 2014.