Curry y Lebron, ambos nacidos en Ohio, se citan en una nueva final
30 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Las pieles tostadas de California frente al humo de las fábricas de Ohio. El lujo y la riqueza del estado más próspero del país frente a la pobreza de una de las capitales del «Rust Belt», el antiguo cinturón industrial norteamericano, agonizante desde la década de los 80 y aún sin solución. Oakland frente a Cleveland. California frente a Ohio. Golden State Warriors y Cleveland Cavaliers. Dos países de un mismo país.
Por cuarto año consecutivo ambos equipos se medirán en la final de la NBA. Dos se llevaron los Warriors y una Cleveland que busca revancha encomendándose a LeBron James para dar la vuelta a los pronósticos de las casas de apuestas. A un euro y diez céntimos se cotiza la victoria de los californianos frente a los siete y medio con los que se premia la fe de los apostantes por Cleveland.
Sobre el parqué dos figuras que emergen en cada bando por encima de todos los demas: LeBron James y Stephen Curry. El Johnson contra Bird de nuestra era.
Ambos son hijos de Ohio. Los dos nacieron en la pequeña ciudad de Akron. No llega a los 200.000 habitantes pero ha traído al mundo a los que probablemente sean los dos jugadores más determinantes de la liga con permiso de Kevin Durant, hoy miembro destacado de la corte de Curry. Una corte a la que espera hacer abdicar el Rey James, el hijo pródigo y por el único de los dos vecinos por el que Ohio siente devoción. El que se fue pero volvió cumpliendo su promesa para llevar al equipo al campeonato por primera y única vez desde su fundación en 1970. El amor por las raíces se premia en el Medio Oeste.
No ha sido la mejor temporada para ninguno de los dos contendientes. Una plaga de lesiones sin precedentes privó a Golden State de poder disputar el liderato en el Oeste. Tuvieron que ganarse en Houston, en el séptimo partido, un puesto en la final (92-101).
Eso por no hablar de lo ocurrido en Cleveland. El proyecto labrado en el verano naufragó en el mes de febrero, el mes en el que Isaiah Thomas hizo las maletas. El base apuntaba a ser el consorte perfecto de LeBron James pero el matrimonio no funcionó y con su marcha comenzó una catársis a contrarreloj que acabó con el equipo cuarto en el Este en lo que fue un final digno para un año decepcionante.
Es difícil calibrar favoritismos. Los de Curry vencieron en los dos enfrentamientos en temporada regular pero ambos duelos fueron antes de que los Cavs abriesen la puerta de salida a los traspasados. Ahora el contador se pone a cero. Los Warriors partirán, un año más, con ventaja de campo. Y en el medio, José Manuel Calderón. El tercer español en llegar a una final de la NBA.