El Barça es incapaz de superar una eliminatoria europea si el argentino no marca
11 abr 2018 . Actualizado a las 08:19 h.Messi desaparece, el Barcelona se esfuma. La versión más gris del argentino ha coincidido en los últimos once años con nueve importantes debacles del equipo que, sin embargo, parece que ha marcado una época enviando dos Ligas de Campeones a sus vitrinas. Por si fuera poco, el pinchazo de ayer podría servir, además, de dramático colofón a la trayectoria de Andrés Iniesta en la élite de la competición de clubes. Precisamente, ante el Roma cumplían su centésimo partido juntos.
En un momento en el que se discute tanto sobre la messidependencia del Barcelona, el Roma se dispuso a inmiscuirse en asuntos ajenos y zanjar el debate anulando al argentino. En esta eliminatoria fue incapaz de marcarle un solo gol al Roma, de la misma manera que sucedió en el 2007 (contra el Liverpool), 2008 (Manchester United), 2010 (Inter de Milán), 2012 (Chelsea), 2013 (Bayern de Múnich), 2014 (Atlético de Madrid), 2016 (de nuevo, con el equipo colchonero como verdugo), 2017 (Juventus de Turín). La consecuencia siempre fue la misma: a casa prematuramente.
Sin embargo, quizás sea necesario analizar las causas de su discreta actuación en este cruce contra el rival italiano, ya que el propio Messi apuntó después del partido de ida (con victoria azulgrana por cuatro tantos a uno, con dos goles en propia meta y uno de rebote) que no se encontraba en las mejores condiciones. Messi regresaba de la concentración con la selección argentina, en la que no jugó ninguno de los dos encuentros amistosos que enfrentaron a la albiceleste contra Italia y España, porque decidió junto a Sampaoli y los médicos que era mejor evitar el riesgo de sufrir una lesión más grave en un momento en el que el jugador llegaba cargado. Ya tras el partido contra el Leganés (con hat trick de Messi), Valverde explicó que es el propio jugador el que se regula en función de sus molestias físicas, pero también dijo que es un jugador que debe mantenerse activo para rendir mejor.
Curiosamente, el argentino confesó en el vestuario tras el duelo de ida con el Roma que no llegaba a tope, sino falto de ritmo debido a la inactividad que le causaron esas dos ausencias, que se sumaba a la de noviembre contra Nigeria.
Lo cierto es que Messi sí llega muy saturado a estas alturas de temporada. Además de verse en la obligación de clasificar prácticamente él solo a Argentina para el Mundial (como con su hat trick en Ecuador justo antes de esa ausencia ante Nigeria y con el cansancio añadido de los viajes y la presión a la que le somete su país), ha estado presente en 47 partidos más, acumulando en total 4.325 minutos. Una Liga española completa solo supone 3.420 minutos de juego. Messi lo ha superado con creces y aún queda temporada (y la Copa del Mundo) por delante.
Ayer, el Barcelona se vio incapaz de buscar un camino al margen de su estrella ni de reactivarla en busca de la clasificación. Messi apenas entró en juego en las inmediaciones del área italiana. El argentino sí tuvo en el primer tiempo dos oportunidades de libre directo, pero sendos lanzamientos con la zurda se marcharon fuera. Y casi al final del encuentro, con el Barça ya eliminado, tuvo otra oportunidad ante Alisson, pero remató mal.