Su último escollo antes de la final será Kazajistán
06 feb 2018 . Actualizado a las 23:01 h.Un golazo de Pola, con un disparo a la escuadra desde lejos, dirigió a la selección española a las semifinales de la Eurocopa 2018 con una victoria más apretada en el marcador que en el juego contra Ucrania, a la que doblegó 0-1 directa al cruce del jueves por un lugar en la final con Kazajistán.
España ejerció de favorita. Advertida por el empate con Francia y el sufrido triunfo contra Azerbaiyán en la primera fase, este martes no concedió apenas nada a su adversario, al que le costó un mundo, casi diez minutos, asentarse sobre la pista azul frente a la intensidad, la presión y el dinamismo de la selección española.
La ofensiva de España sumó entonces unas cuantas ocasiones sin gol de Álex, Ortiz, Rafa Usín, Bebe, Joselito, Pola... Unas fuera y otras repelidas por el portero Ivanyak. No desistió. Insistió una y otra vez en el 0-1, conseguido después, cuando el partido ya era más equilibrado y Ucrania había exigido ya alguna parada de Paco Sedano.
A dos minutos y 58 segundos del descanso, cuando el encuentro se movía más incierto para España, Pola conectó un balón con el interior del pie derecho desde lejos, con rosca y directo a la escuadra de Ivanyak para desnivelar el marcador, premiar la ambición del equipo de José Venancio López y dar una zancada a semifinales.
Aún le quedaban unos cuantos pasos más en el segundo tiempo, pero ya por delante, con todo el valor que tiene eso en un torneo tan igualado, con resultados tan apretados, salvo el 8-1 con el que solventó Portugal el otro duelo del día ante Azerbaiyán, y con un rival que, hasta entonces, sólo había generado un par de ocasiones.
Porque la concentración de España en todo el primer tiempo había sido incontestable, como también lo fue en el segundo periodo, sin ofrecer apenas vías hacia la portería de Paco Sedano, oportuno en una ocasión de Bilotserkivets, la única inquietud de un partido que siempre estuvo bajo control, también con algunas oportunidades.
Entre ellas una de Miguelín y otra de Lin, al que aguantó y adivinó la intención Ivanyak, que también respondió con agilidad a otro lanzamiento de Adolfo para sostener a su equipo dentro del encuentro, aún con la mínima renta de España y aún con diez minutos por jugar, el momento en que Ucrania amagó con el juego de cinco.
La presión de España le hizo replantearse entonces, en unos segundos, esa fórmula, inutilizada hasta los cuatro últimos minutos, cuando retomó Ucrania esa idea, otra vez sin éxito, otra vez sin concesiones de la selección española, inteligente, fiable y firme rumbo a las semifinales de este jueves frente a Kazajistán.