La escudería Mercedes se lleva el mundial de constructores, en una prueba en la que Vettel y Raikkonen completaron el podio
22 oct 2017 . Actualizado a las 23:52 h.Nadie que quiera un poquito su dinero lo llevará a una casa de apuestas jurando que Vettel será el campeón del mundo del 2017. Todo puede pasar. Pero muy raro sería que a Hamilton le saliese todo mal en las tres carreras que faltan. El inglés, ganador ayer en Austin (novena victoria del año, 62 de su carrera) será campeón el próximo domingo en México
incluso sin puntuar, bastará entonces que Vettel no sea ni primero ni segundo. Si el alemán gana, Lewis renovará su cetro acabando quinto; y se el de Ferrari concluye segundo, Hamilton puede gritar como un poseso de alegría cruzando la meta noveno. Apostar a Vettel reportará un beneficio mayor... pero improbable.
Además, Mercedes se encuentra en su mejor momento. Con los resultados de ayer acaba de renovar el título de constructores. Y su piloto titular y su equipo han demostrado tener ese plus por delante de un Vettel al que hay que aplaudirle el tesón y acciones como el adelantamiento entre Bottas y el doblado Vandoorne que levantó al público de la grada. Pero aún así, es Hamilton quien porta las manos y los pies perfectos a estas alturas de temporada, el que es capaz de ver cómo su rival le birla la salida para seis vueltas después adelantarlo con una superioridad pasmosa.
También el duelo de equipos es favorable al del líder. Ferrari estuvo muy cerca de imponerse de nuevo tras la primera entrada en box, pero Mercedes es una máquina alemana en todos los sentidos. No ha lugar a los fallos. Tampoco en la estrategia. Vettel adelantó la segunda parada por hacer algo diferente. Pero lo único que observó fue cómo caía a la quinta posición desde donde se dio cuenta de que Hamilton ya no haría esa segunda parada en las 17 vueltas que quedaban. Así que al alemán no le quedó más que minimizar daños. Superó al Mercedes de Bottas en un espectacular quiebro y pasó sin riesgos y todos los permisos a su compañero Raikkonen para acabar segundo.
Con los dos primeros resueltos, se produjo entonces la lucha más espectacular del día. Verstappen (Red Bull), que había partido del puesto 16, intentó coronar su gran día con un podio. A dos vueltas parecía complicado, pero en la antepenúltima curva del último giro humilló a Raikkonen y al cruzar la meta se le oía más que al ganador. Pero cuando se enfundaba la gorra para salir al podio le notificaron que en su maniobra había colocado las cuatro ruedas fuera de pista (la cámara lenta así lo delató, pero por apenas medio segundo). Así que Hamilton salió a saludar al cajón más alto flanqueado por los dos pilotos de Ferrari.
Alonso abandona y Sainz, séptimo
Fernando Alonso sumó otro abandono (vuelta 26) y Carlos Sainz debutó con un meritorio séptimo con Renault, después de una infructuosa lucha final con Ocon por la sexta plaza. El domingo a las 20.00 (hora española) Hamilton tiene todo a favor para ganar su cuarto título.