Ángela Pumariega, campeona olímpica en Londres, ya prepara la próxima cita olímpica tras no poder participar en Río
26 sep 2017 . Actualizado a las 18:16 h.La asturiana Ángela Pumariega, campeona olímpica de vela, en match race, en los Juegos de Londres 2012 pasó de ganar un oro a ver cómo su disciplina quedaba suprimida del calendario en los de Río'16, para los que no se pudo clasificar en 470. Pero no tira la toalla y junto a la coruñesa Sofía Toro -con quién triunfó, también con otra gallega, Támara Echegoyen, en la capital del Reino Unido- buscará en esa categoría nuevos éxitos con miras a Tokio 2020. En Gijón, su ciudad natal -durante un acto de la Peña Sportinguista Isma, que la distinguió con su insignia de oro-, Pumariega, de 32 años, comentó, antes de regresar a Barcelona, donde se entrena, las vicisitudes que tuvo que superar antes de decidir afrontar un nuevo ciclo olímpico, con miras a los Juegos de Tokio.
- ¿Cómo va todo, con miras a los Juegos de Tokio 2020?
- Pues justo la semana pasada arrancó oficialmente la temporada 2017/18, tras haber descansado en agosto, después del Mundial. Llevamos una semana trabajando, nos cambiaron la base de entrenamientos a Barcelona; y allí estaremos todo el invierno, hasta enero, que es cuando empezaremos a competir. El año que viene será muy importante, porque en agosto será el Mundial de Dinamarca (en Aarhus) y allí ya se empezarán a repartir las plazas con miras a Tokio 2020. Y esto se empezará a poner más serio. Esos Juegos aún los veo lejos, pero con Sofía Toro llevo desde enero juntas; es poco tiempo, pero estamos contentas, porque nuestro primer campeonato fue el de España y lo ganamos; y acabamos el Mundial en el puesto 17, que es un muy buen puesto, porque entra dentro de los objetivos de la federación, que es acabar entre el primer tercio. Por ahora vamos cumpliendo los objetivos .
- ¿Cuáles son los principales puntos de mejora?
- Uno de los principales puntos débiles en los que tendremos que trabajar a partir de ahora es en mi peso. Tengo que ganar otros seis o siete kilos. Así que ahora empezaremos la semana con un preparador físico, para tratar de ganar esos kilos de forma sana y útil. Tenemos mucho trabajo por delante, pero también tenemos muchas ganas.
- Ser campeona olímpica, que eliminen del calendario tu categoría y pasar a tener que hacer un crowdfunding (cuestación popular) y vender pulseras para buscar fondos... cambiar un par de veces de pareja de navegación; no clasificarse para Río, y volver con una de sus antiguas compañeras... parece todo un auténtico carrusel emocional, ¿no?
- Sí (ríe). La verdad es que es un carrusel de emociones. Después de ganar oro olímpico en Londres, que es lo máximo, porque es algo que sólo se puede igualar y a lo que nos costó mucho llegar, confiábamos que esa categoría siguiese, aunque estaba pendiente de la evaluación del Comité Olímpico Internacional (COI). Finalmente, decidieron que no siguiera en los Juegos. Creo que por temas extradeportivos, que es lo más triste, porque en vela nuestra final fue de las más vistas. Tuvo muchísima audiencia televisiva. Fue triste, pero fue algo que asumimos. La verdad es que fue duro. Pasar de estar en lo más alto a tener que volver a empezar en otra categoría distinta es volver a empezar desde cero. Luego también nos quitaron la beca, porque ADO decidió que, al eliminarse la categoría, no existía la beca. Y fue cuando empezamos a vender pulseras, a hacer crowdfunding y a buscar patrocinadores. Estuvimos cerca de clasificarnos, pero no logramos ir a Río. Y la verdad es que acabé muy, pero que muy cansada, después de esa campaña. No sólo física, sino anímicamente, también.
- ¿Pensó en la retirada?
- Sí, la verdad es que pensé en dejarlo. Pero fue entonces cuando Sofía Toro, una de mis compañeras en Londres, me preguntó si quería que navegásemos juntas. Me pareció un poco de risa, al principio, porque yo peso muy poco. Y tenía que ganar unos quince kilos más de lo que pesaba. Decidí probar y nos fue bien, porque ganamos el campeonato de España. Pero ahora tengo que seguir ganando kilos, porque me queda ganar otro tanto de peso. Hasta que no los gane, no vamos a ser competitivas en todas las condiciones. Pero la verdad es que este nuevo proyecto me ilusiona. Necesitaba un cambio. Con Sofía lo encontré. Y estoy muy ilusionada.
- ¿Cómo se sentía, tras pasar de ser oro olímpico a no clasificarse para los Juegos de Río?
- Después de Río todo era muy complicado, todo parecía estar en contra. Así que me puse a pensar si esto realmente merecía la pena, si no sería mejor trabajar en otro ámbito en el que se valorase mi trabajo. Al final, seguimos aquí, Sofía y yo; y aunque nos queda mucho trabajo por delante, el objetivo es Tokio. Ya veremos qué pasa.
- Ser campeona olímpica y tener que vender pulseras para seguir compitiendo, no parece muy normal, ¿no? ¿Por qué cree que pasó algo así?
- No sé. No me lo explico, es complicado. Pero es como la pescadilla que se muerde la cola. Dicen que los deportes minoritarios no tienen mucha repercusión, pero no me lo explico, en otros países hay compañeras que reciben más apoyos. Pero nosotras queremos dar lo mejor de nosotras mismas. Y si hay que vender pulseras, las venderemos; y si hay que hacer un crowdfunding, lo haremos (ríe).
- Pero ahora mismo, la situación no llega a esos límites, ¿no?
- Bueno, estamos hablando con algún patrocinador. Y vamos superando el día a día. Pero es complicado, estamos viajando casi la mitad del año y eso conlleva unos costes. Como en todos los deportes, necesitas dinero desde para tener un fisio, hasta para comprar material o para poder viajar en avión en vez de en furgoneta, que es cómo volvimos de Grecia (de Tesalónica, sede del último Mundial) . Fueron 43 horas de viaje. No estuvo mal (ríe). Pero vamos a ser optimistas y esperemos que esos patrocinios lleguen pronto.
- ¿Cuando arranca la competición? ¿Cómo sigue su programación?
- La primera competición es la Copa de España, a finales de diciembre; pero las competiciones fuertes, en el plano internacional, arrancarán a mitad de año. En mayo está el Europeo, en Bulgaria, que es el primer objetivo; y luego, el objetivo grande, que es el Mundial, en Aarhus (Dinamarca). Me parece que a los dos nos tocará ir por carretera (ríe).
- Bueno, por lo menos, hay una peña del Sporting, su equipo , que la acaba de dar un premio. Algo es algo, ¿no?
- Sí, sí. Es gratificante que la gente en tu ciudad te muestre su apoyo. Es bonito que te valoren y que aprecien tus méritos.