La empatía política prima en la mayoría de las relaciones de amistad y enemistad entre los integrantes de las peñas rivales, aunque algunas marcan distancia desde el apoliticismo. La Policía tiene controlados al menos a 20 grupos
21 sep 2017 . Actualizado a las 12:09 h.La Policía mantiene controladas la mayoría de las fobias y filias que priman entre los integrantes más radicales de los movimientos ultras para tratar de neutralizar las actuaciones violentas que pudieran registrarse en sus desplazamientos a las ciudades de origen de sus aficiones rivales. Sin embargo, los amplios dispositivos de seguridad que se despliegan, en ocasiones, resultan insuficientes para atajar enfrentamientos que acaban en el hospital, en el cementerio o ante los tribunales de justicia.
Radicales, skins, fascistas y antinacionalistas
El jugador número 12 es el alma del campo. Son hinchas cuya afición por los colores de su equipo les lleva a organizarse en una peña e integrarse en un colectivo al que le mueve como único motor la simbiosis con su club, animando en los partidos con cánticos, banderolas o tifos. Pero la batalla pendiente de los integrantes del movimiento ultra, término procedente del latín que significa más allá, sigue siendo la completa erradicación de sus filas de aquellos miembros más violentos que son incapaces de separar su ideología política de la actividad deportiva cuando acuden a un campo de fútbol.
Un aspecto importante en sus inicios es la presencia de las tribus urbanas más comunes de aquellos años 80 del siglo pasado en los grupos ultras. Es notable la presencia de mods en Ultra Boys del Real Sporting de Gijón; de heavies en Ultras Sur del Real Madrid, en Ultras Violentas del Real Valladolid o en Supporters Gol Sur del Real Betis; de skins en Brigadas Blanquiazules del R.C.D. Español o de rockers en Brigadas Azules del Real Oviedo.
De extrema izquierda, derecha o apolíticos
Una veintena de peñas están siendo controladas habitualmente por las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado en sus desplazamientos. Aunque algunas de estas peñas han ido evolucionando desde posiciones radicales, tanto de extrema derecha como izquierda, hacia posiciones más moderadas e incluso hasta el apoliticismo, lo cierto es que en una gran mayoría siguen manteniendo un sustrato ideológico.
Los primeros grupos protoultras de la liga española se crearon antes del Mundial de Fútbol de España de 1982: Biris Norte, llamados en sus orígenes Peña Biri-Biri, del Sevilla F.C. (1975), Las Banderas del Hércules C.F. (1977), Ultras Sur del Real Madrid (1980), Boixos Nois del F.C. Barcelona (1981), Ultra Boys del Real Sporting de Gijón (1981), aunque en aquella fecha con el nombre de Hinchada Fondo Sur, la Peña Mújika de la Real Sociedad (1981) y Herri Norte del Athletic de Bilbao (1981), que durante unos años se llamaron Herri Norte Boys siguiendo el modelo ultra italiano y que posteriormente adoptarían el modelo hooligan británico bajo las iniciales de H.N.T.
A partir del Mundial, el fenómeno se extiende por todo el país: Frente Atlético del Atlético de Madrid (1982), Brigadas Amarillas del Cádiz C.F. (1982), Abertzale Sur del Athletic de Bilbao (1982), Brigadas Blanquiazules del R.C.D. Español en 1985 (siendo creado por los primeros skins de España), Indar Gorri del C.A. Osasuna (1987) y Brigadas Azules del Real Oviedo en 1988, aunque con antecedentes en otras peñas de animación juveniles como la Brigada Azul Universitaria.
Los pioneros
El primer grupo ultra de España fue el Biris. Sus miembros se postulan como seguidores de izquierdas y antirracistas. Algunos lucen banderas independentistas de Andalucía. Su gran rival son los Supporters Sur, del Betis. Los Supporters son los representantes históricos de la clase obrera y simpatizan con la extrema derecha, aunque en sus inicios se identificaban con la extrema izquierda. Mantienen una buena relación con el Frente Atlético, grupo ultra de extrema derecha. En 1998, Ricardo Guerra, miembro de Bastión, una sección del Frente, apuñaló mortalmente a Aitor Zabaleta, aficionado de la Real Sociedad, en las inmediaciones del viejo estadio Vicente Calderón. Fue condenado a 17 años de cárcel.
Dieciséis años después del crimen de Zabaleta, algunos de los seguidores del Frente Atlético han estado implicados en la muerte de Jimmy Romero, ultra del Deportivo de La Coruña. Por los incidentes que se saldaron con la muerte del ultra coruñés también han sido investigados algunos miembros de Ultra Boys, del Sporting de Gijón.
Las radicalizaciones
Los Ultra Boys están catalogados en fuentes policiales como aliados de los Ultra Yomus, grupo fundado en Valencia e identificados como nacionalistas de extrema derecha que tiene entre sus principales enemigos a los Boixos Nois de Barcelona. Estos últimos defendían inicialmente una Cataluña independiente y de izquierdas. El grupo se radicalizó en la década de los 90 con la introducción de skinheads de extrema derecha. En 1991 asesinaron a Frederic-François Roquier, de las Brigadas Blanquiazules, el grupo radical del Espanyol.
Los Boixos Nois son independentistas de extrema derecha, cuentan como aliados con el Frente Atlético (Atlético de Madrid) y como enemigos a los Ultras Sur (Real Madrid) y Brigadas Blanquiazules (Espanyol). En 1991 fueron implicados en la muerte de un seguidor del Espanyol en los alrededores de Sarriá. En 2003, el entonces presidente del Barcelona, Joan Laporta, les expulsó del estadio.
Proclamas de independencia
Las Brigadas Blanquiazules tenían como lema «sexo, alcohol, violencia y español» y su signo de identidad era la exhibición de banderas españolas y nazis. Simpatizaron con los Ultras Sur, con quienes compartían odio hacia el Fútbol Club Barcelona. Racistas y fascistas, insultaban en el campo al jugador negro del Espanyol Fredson Cámara.
Los Riazor Blues, grupo ultra del Deportivo, son de extrema izquierda y en sus filas hay seguidores que reivindican la independencia de Galicia. Antes del asesinato de Jimmy Romero, fueron protagonistas por el asesinato de Manuel Ríos, un aficionado del Deportivo durante un partido de Copa que disputó contra el Compostela, en Santiago.
Los Yomus es un grupo españolista, anticatalanista y de extrema derecha del Valencia. El extécnico del Valencia, Guus Hiddink, ordenó la retirada de una pancarta nazi de Mestalla antes de un partido de liga. Los Jove Elx (Elche), de extrema derecha también son aliados de los Yomus, al igual que de los malagueños del Frente Bokerón.
Amistades y enemistades
El grupo abertzale más representativo del fútbol vasco es Herri Norte. Mantiene buenas relaciones con los Celtarras (Celta), los Bukaneros (Rayo Vallecano) y las Brigadas Amarillas (Cádiz). Del amor al odio dicen que sólo hay un paso. Y eso es lo que le pasó a los ultras gijoneses. En los primeros años había una relación de amistad entre Ultra Boys y Herri Norte que años después se convertiría, sin embargo, en una de las enemistades más enconadas del fútbol español.
Por su parte los Celtarras, nacionalistas de extrema izquierda, son aliados de Herri Norte Taldea (Athetic) y enemigos de los Riazor Blus. Se consideran una especie de guerrilleros antifascistas.
Los Bukaneros se definen como de extrema izquierda y antisistema. Están muy perseguidos por la Policía por protagonizar altercados en manifestaciones.
Las Brigadas Blanquiverdes, de Córdoba, son de extrema derecha. No se les conoce amigos, si bien cuentan como enemigos con los Biris sevillanos.
Los Comandos Azules de Getafe son de extrema derecha, aliados de los Ultras Sanse (Sanse) y enemigos también de los Biris y los Bukaneros. Se colocan en torno a una gran bandera española.
El grupo ultra del Real Zaragoza es Ligallo. De extrema derecha, odian al F.C. Barcelona y sobre todo a Osasuna. Entre sus amigos están los Avisperos, peña de extrema izquierda de Zaragoza.
Banderas anticonstitucionales y emblemas nazis
La Peña Mújika, de la Real Sociedad, es nacionalista de extrema izquierda. Entre sus aliados se cuenta Indar Gorri (Osasuna), Bukaneros y Biris y en el lado contrario se sitúan como enemigos los del Frente Atlético, Ultras Sur y Herri Norte Taldea (Athletic). Se caracterizan por sus grandes ikurriñas.
Los Ultras Sur, equipo ultra del Real Madrid, se fundaron tras una escisión de la peña Las Banderas. De ideología fascista, sus seguidores exhibieron banderas españolas anticonstitucionales y emblemas nazis. El control económico de la peña provocó dos facciones. Su ideología es de extrema derecha, cuenta como aliados con las Brigadas Blanquiazules (Espanyol) y como enemigos a los Boixos Nois (Barcelona) y al Frente Atlético (Atlético de Madrid).
Los apolíticos
En algunos estadios la politización de los diferentes grupos ultras provocó que en un mismo estadio apoyaran a un mismo equipo grupos de ideologías opuestas y paradójicamente enfrentados entre sí. Como ejemplo estaba la rivalidad existente en los años 90 en Gijón entre Ultra Boys y Norte Xixón, o en Oviedo entre Brigadas Azules y Chiribís. En aquellos años comenzaban a surgir voces dentro de los militantes ultras resaltando la necesidad de la despolitización de los grupos ultras.
En contraposición a la excesiva politización, en algunas gradas de España surgen grupos que intentan dejar de lado la política y centrarse exclusivamente en animar a los colores del equipo: Orgullo Vikingo del Real Madrid (1992), Gol Gran del Valencia C.F. (1994), Symmachiarii del Real Oviedo (1994) serían ejemplos de grupos ultras apolíticos. En el caso de los ultras ovetenses, dejan claro su apoliticismo como seña de identidad.
Entre los grupos apolíticos figuran igualmente los Ultras Levante, que es aliado del Frente Atlético y enemigo de Yomus. Este grupo aceptó el decálogo de buena conducta del club, donde expresamente se hace constar la prohibición de mostrar símbolos anticonstitucionales. También apolítica se define la peña Eskozi La Brava, de Eibar. No se les conoce amigos, ni enemigos. E incluso se desvinculan de los movimientos ultras. La Sección Kolokón, de Granada, es apolítica. Aunque no se conocen sus aliados, sus enemigos están claramente identificados: son los Jove Elx (Elche) y los Yomus valencianos. La Grada Joven, almeriense, tampoco tiene amigos, ni enemigos declarados y, al igual que los anteriores, son apolíticos. El colectivo Aldeano, de Villarreal, completa la lista de apolíticos.