«Para ser Symmachiarii la tendencia política debe quedar en casa»

Pilar Campo OVIEDO

DEPORTES

Nacho Suárez, líder de Symmachiarii
Nacho Suárez, líder de Symmachiarii

El portavoz de la peña Symmachiarii cree que la Liga se excede en sus medidas de control, entre otras, las huellas dactilares para acceder a los estadios

20 sep 2017 . Actualizado a las 11:42 h.

Nacho Suárez, «Uki», representa el espíritu de los oviedistas: anima al equipo, realiza tifos y sigue al Real Oviedo en sus desplazamientos, al margen de cualquier ideología. El portavoz de la peña Symmachiarii y Fondo Norte 1926 opina que la polémica de la camiseta «se ha magnificado en exceso» y cree que la Liga de Fútbol Profesional se excede en sus medidas de control, entre otras, en las huellas dactilares para acceder a los estadios.

- ¿Cómo es la relación de los Symmachiarii con el Real Oviedo?

- Buena. Estamos legalizados como Peña, como exige la Liga de Fútbol Profesional (LFP).

- ¿Qué diferencia a un aficionado de un Symmachiarii?

- La manera de ver el fútbol. Para un aficionado normal, su vida futbolística va de partido en partido, mientras que la de un Symmachiarii requiere mucho más trabajo y dedicación para realizar las actividades que realiza el grupo: desde los tifos hasta preparar la animación. En el estadio la manera de vivir el fútbol también es distinta. Nosotros vemos el fútbol de pie, en los Fondos y todo el tiempo animando, mientras que los demás aficionados lo ven desde su asiento en el Carlos Tartiere. Para nosotros, el Oviedo no es algo que se viva puntualmente un día a la semana, sino que realizamos actividades prácticamente a diario. Hay diferentes grados de implicación, pero lo esencial y lo que se exige a todos es que vayan al campo y animen.

- Una de las características que les define es el apoliticismo. ¿Se lleva a rajatabla?

-Sí. Nosotros nos basamos en tres pilares: el antiesportinguismo, como rivales históricos que somos del Sporting, el oviedismo, sin ninguna duda, y el apoliticismo porque la política y el fútbol no deberían estar ligados. No existe una relación real que diga que una idea política te haga más oviedista y asumimos que nos resulta indiferente la tendencia política de cada uno. Las ideas políticas se deben quedar en  casa y en el ámbito privado. Y lo llevamos a rajatabla.

- ¿Cómo controlan que no haya desmanes?

- Al principio fue complicado, porque veníamos de épocas del Chiribí y Brigadas. Incluso se ha llegado al caso de expulsar a gente de la peña que quería llevar el tema político al campo y se les ha dado a elegir: o Real Oviedo o su vida política, y cada uno es libre en su elección. En el día a día, en la grada, intentamos que nadie muestre ninguna tendencia política y si lo hace se habla con esa persona y se retira cualquier elemento político.

- ¿Cuántos miembros integran la peña Symmachiarii?

- Sobrepasamos los 400 miembros. Con la nueva estructura que tenemos este año, con la grada Fondo Norte 1926, que es de animación, hay más de mil socios pertenecientes a nuestra peña y a otras peñas. Su número se  incrementará porque seguimos en plena campaña.

- ¿Cómo valora la rivalidad en el partido con el Sporting?

- Fue todo muy desproporcionado. Actualmente, los derbis, el fútbol, la sociedad tienen una actitud políticamente correcta y el derbi es un poco descafeinado para los que estamos acostumbrados a vivir derbis antiguos. Es mucho más controlado, más censurado todo. También tuvimos la polémica de las camisetas que se ha sacado de contexto y se ha magnificado en exceso.

- ¿Qué significado tenía para los Symmachiarii?

- El término aldea igual no gusta a los de Gijón, como ocurre cuando a nosotros en los derbis se nos insulta. No deja de ser una muestra de que es un partido distinto. Es sólo una connotación de rivalidad y ahí debería quedar.

- ¿Es igual que cuando a ustedes les gritan «Puta Oviedo, puta capital»?

- Es la rivalidad propia del derbi, de partidos de tensión y es el juego del fútbol que siempre ha existido. No creo que ninguno de los 1.200 oviedistas que fueron a El Molinón y oyeron lo de «Puta Oviedo, puta capital» se lo tomaran a mal.

- La juez prohíbe a los ultras detenidos por los incidentes ir a El Molinón. ¿Los clubes deberían ser más duros?

- Es complicado. Sólo debería haber una potestad para juzgarte. No deberían hacerse juicios fuera del ámbito judicial. Luego cada club debería tomar sus propias decisiones. La Ley del Deporte es de las más duras en cuanto a represión de actos violentos que hay en el país. Prohibir a una persona ir al campo, porque haya habido un incidente y que quede estigmatizada de por vida, vulnera el derecho a la reinserción. Cada club puede tener sus propias posiciones, independientes como empresas privadas, pero hay una Ley del Deporte que es la que se aplica. En ella hay sanciones de prohibiciones a los estadios muy duras.

- ¿Se les está criminalizando?

- Siempre ha existido que el que la hace, la paga. Hay que intentar que no pase nada en los campos. Somos los primeros damnificados en el momento que hay incidentes y hay que dejar que las leyes actúen, que son las que tienen que regir las sanciones. Se está cometiendo un error desde la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Se intenta imponer una serie de medidas como nombrar determinados colectivos que puedan ser violentos o no y no porque lo determine un juez, sino porque lo dice una autoridad en la Liga que tiene un cargo puesto a dedo. Hay una serie de competencias que está adquiriendo la Liga en los últimos tiempos que no son beneficiosas para el aficionado y son cuestionables a nivel legal y otra serie de medidas que se venden con mucha pomposidad, como la de la huella dactilar, cuando hay cámaras, como las que están instaladas este año en el Tartiere, que son capaces de sacarte el DNI  desde el otro fondo en una amplitud que no tiene ninguna otra cámara de seguridad de la ciudad.

- ¿Hay suficientes controles?

- Todas las personas que van a la grada de animación están legalmente fichados. Existe la connotación de que las huellas dactilares mejoran las medidas de seguridad y no es así. Esa medida de las huellas dactilares es un dispositivo que hay que comprárselo a un tercero que la Liga diga y ahí tiene el negocio. No mejora las medidas de seguridad porque dentro de los estadios no ha habido incidentes prácticamente desde hace muchos años, y cualquier incidente que haya viene recogido por las cámaras UCO de seguridad; que pongas tu huella, dentro o no, no te va a identificar como autor de un hecho delictivo. Es una medida absurda.

- ¿Qué otras medidas considera absurdas?

- La censura de pancartas y la censura de la libertad de expresión dentro de los estadios son medidas absurdas, que no tiene ni pies, ni cabeza. La Liga tiene su ámbito. Por supuesto puede actuar de cara a los clubes como quiera, son sus asociados, pero no tiene una legalidad para decir que determinada persona no puede entrar en un estadio. Eso debería decirlo un juez en tal caso. La Ley del Deporte es la precursora de la Ley Mordaza.

- ¿Qué papel tuvo Symmachiarii en 2003?

- Nuestro papel consistió en organizar, movilizar a la gente y defender al Real Oviedo hasta el final. Un miembro del grupo fue a las oficinas el día que prácticamente se estaba liquidando el club, cuando se estaba despidiendo a empleados y Lafuente comentaba que la situación era muy complicada. Nosotros hicimos una movilización social. Hizo de motor. Luego se articuló la APARO junto con otras diez peñas. Ese papel no hubiera servido de nada si no hubieran respondido primero 500, luego 1.000…y así hasta 14.000 socios. Nos consideramos una parte importante de lo que pasó en 2003 pero no hubiera sido posible sin Manolo Lafuente, su Consejo y sin el resto de aficionados del Real Oviedo.

- ¿Y con la llegada de Carlos Slim?

- En 2012 la situación era distinta. Era una movilización más bien económica. La Aparo estaba al día, estaba articulada, había un Consejo de Administración maravilloso para poder llegar a recaudar dos millones, aunque luego ya se llegó a cuatro cuando llegó Slim. Hubo una movilización de los accionistas y también se consiguió porque uno a uno, todos los oviedistas y sus familiares, compraron acciones.

- ¿Qué le parece el míster Anquela?

- Estamos encantados con él porque es llano, no se anda por las ramas, tiene experiencia contrastada, viene de hacer buenas temporadas en otros equipos. Transmite el fútbol clásico, el de antes, que se está perdiendo en el fútbol actual, mucho más de estrellas y parafernalia. Sale a una rueda de prensa y dice las cosas como las ve. Le ves en el entrenamiento y lo vive.

- ¿Cómo ve este año al Oviedo para el ascenso?

- Bien. Este año tiene algo que no tenía otros años como es una entidad, un carácter y eso gana partidos más allá de la calidad. Estamos en la jornada cinco y hay que lucharlo mucho.