El adiós de Contador pone fin a la edad de oro de un ciclismo nacional que necesita nuevas figuras
18 sep 2017 . Actualizado a las 07:35 h.El adiós de Contador tras la Vuelta acerca el final de una edad de oro del ciclismo español que no será fácil de repetir a corto plazo. Una generación con corredores como el madrileño, Joaquim Rodríguez o Alejandro Valverde no es sencillo que aparezca de la noche a la mañana. Pero lo cierto es que por detrás viene una nueva hornada que aportará muchas cosas, aunque quizá haya que esperar tres o cuatro años para conocer su rendimiento real.
Entretanto, el ciclismo español cuenta con corredores ya contrastados como Mikel Landa o De la Cruz, además de otros como Juanjo Lobato y los hermanos Ion y Gorka Izaguirre, y José y Jesús Herrada que, a corto plazo, nos pueden dar algunas alegrías, aunque quizá más bien en pruebas de un día o carreras de una semana. Quizá la esperanza de un relevo generacional debemos buscarla en Marc Soler (Movistar) o Enric Mas (Quick Step), además de otros como Jaime Rosón (correrá con Movistar en el 2018) o Héctor Carretero (Movistar), que podríamos decir que aún están en una fase embrionaria, por la que habrá que esperar todavía algún tiempo.
M. Landa (Movistar, 1989)
La gran esperanza asume el papel de líder en Movistar. Mikel Landa es, hoy por hoy, el corredor llamado a ocupar el sitio de Contador en las grandes vueltas. Es un ciclista que ya ha demostrado grandes cosas y se encuentra en una edad en la que debe explotar definitivamente. Y todo apunta a que marcará una época en cuanto a resultados a corto plazo, ya que está llamado a ser el corredor español de referencia desde la próxima temporada. Movistar, seguramente, le centrará en una de las grandes vueltas, y la incógnita ahora es saber si aguantará la presión de 21 días cuando sea líder. Si es capaz de hacerlo, es muy probable que se convierta en el gran referente para el ciclismo español. En cuanto a sus características, es un corredor que, subiendo, tiene dinamita. Y aunque quizá su punto débil sea la contrarreloj, es algo que ha mejorado sustancialmente en sus dos años en el Sky.
D. de la Cruz (Sky, 1989)
Un talento de explosión tardía bajo el abrigo del Sky. De la Cruz es un ciclista que empezó bastante tarde a correr, y ha ido progresando lentamente hasta convertirse en un corredor importante. Sin embargo, tras su fichaje por el Sky, estará, previsiblemente, supeditado a otros líderes, y no será fácil que le den el peso de capitanear el equipo en grandes vueltas. Por ello, quizá hubiese sido mejor para él, y para el ciclismo español, que estuviese en un equipo en el que fuese el jefe de filas en grandes vueltas, lo que permitiría conocer hasta dónde puede llegar.
M. Soler (Movistar, 1993)
Un diamante en bruto que desborda calidad y ambición. Ganador de un Tour del Porvenir, una carrera de mucho nivel, y tras la gran Vuelta a España que acaba de realizar, en la que demostró un gran espíritu de superación, Soler está llamado a ser un gran corredor. Resulta difícil adivinar si para ganar una gran vuelta, pero sin duda es uno de los jóvenes que vienen pisando fuerte y que pueden marcar la diferencia. Y si se junta la calidad con la ambición que está demostrando, resulta difícil vislumbrar su techo.
Enric Mas (Q. Step, 1995)
Un escalador de raza con la incógnita de las tres semanas. Formado en el equipo de la Fundación Contador, quien le ha señalado como su posible relevo, quizá sea, junto a Marc Soler, la promesa más firme, aunque más explosivo y con más clase en la montaña que el de Movistar. Aunque, en su caso, puede que la duda radique en si será capaz de aguantar las tres semanas, algo para lo que parece más idóneo Soler.
I. Gª Cortina (Bahrain)
Un enamorado de las clásicas con un futuro muy prometedor. Atendiendo a su propio discurso, en el que expresa su amor por las clásicas, Iván García Cortina quizá sea un corredor más apto para estas y para vueltas de una semana en las que no haya demasiada montaña. Es un corredor con mentalidad y condiciones excepcionales para estas carreras. Además, ya estuvo en un equipo como el filial del Ettix, donde lo hizo bien en ese tipo de pruebas. Y cuenta con una gran visión de carrera que puede darnos muchas alegrías en pruebas de un día y etapas.
Un futuro incierto por la falta de equipos para dar salida al talento
El incierto panorama que se presenta para el ciclismo español quizá no sea tanto por la existencia de buenos corredores, como por la falta de equipos para darles oportunidades. La duda es si llegarán al nivel de los que ahora se van. Pero no debe olvidarse que, al retirarse Indurain, parecía que por delante vendrían años difíciles y, muy poco después, hemos vivido la edad de oro del ciclismo español.
Así, junto a ciclistas que ya han dejado muestras de su potencial, vienen otros como Jaime Rosón que, tras tres años en Caja Rural, puede dar un salto de calidad grande en su nueva etapa en Movistar, mientras se destapa como un gran escalador. Lo mismo sucede con otros, como Héctor Carretero, también del Movistar y todavía sub-23, que ha hecho buenas actuaciones en las clásicas y tiene un gran margen de mejora. Y, aún más atrás, cabe destacar promesas como la de Castrillo, campeón de España de sub-23 de contrarreloj, quien dará el salto a profesionales también con Movistar. Por suerte, el próximo año esta escasez de equipos se paliará ligeramente con el salto del Murias vasco a la categoría Continental Profesional. Y a esto debe sumarse la posibilidad de que siga sus pasos el Burgos-BH, dando cabida a más corredores que buscan un hueco en el ciclismo Pro-Tour.
El porvenir del ciclismo gallego
En cuanto a Galicia, donde la desaparición del Xacobeo cortó de raíz el futuro de muchos ciclistas, tras Delio Fernández, Álex Marque o Gustavo César Veloso, que siguen dando guerra, viene gente que aspira a dar el salto a profesionales, como Martín Bouzas o el pontevedrés Guillermo García Janeiro, campeón de España júnior de contrarreloj. El problema es que, para alcanzar esta meta, haría falta un equipo de referencia que les dé oportunidades y les permita explotar.