Los únicos Juegos Olímpicos que ha albergado España cumplen 25 años y siguen marcando un antes y un después en el deporte olímpico español
25 jul 2017 . Actualizado a las 16:02 h.Barcelona cumplirá este martes 25 de julio el vigesimoquinto aniversario de la celebración de los Juegos Olímpicos, los únicos que ha albergado hasta ahora España y que para muchos siguen siendo considerados los mejores de la historia, con el añadido de que marcaron un antes y un después en el deporte olímpico español, que logró su mejor resultado hasta la fecha con 22 medallas.
Los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 propiciaron, desde su elección como sede en 1986, la potenciación del deporte español al más alto nivel y las 22 medallas conseguidas por la delegación española, todavía récord absoluto, abrieron un camino de éxitos que ha llevado a los deportistas nacionales a creerse y a verse en la cima de las distintas disciplinas olímpicas y a dejar atrás desde entonces las últimas posiciones del medallero.
Cuando el 17 de octubre de 1986, en Lausana (Suiza), el entonces presidente del COI Juan Antonio Samaranch anunció que los XXV Juegos Olímpicos tendrían lugar en la ville de Barcelona el deporte español se preparó para ser un buen embajador y anfitrión de los valores olímpicos hasta el punto de sorprender con esas 22 preseas que no han sido todavía igualadas.
Un éxito rotundo, el deportivo, que sumado a las gestas de las otras delegaciones, a la organización e implicación de la ciudad de Barcelona en todos sus estamos, junto a la transformación urbanística que vivió la capital catalana, hicieron proclamar que Barcelona había tenido los mejores Juegos Olímpicos de la historia. Un motivo que llevó a España a lograr 22 medallas en unos Juegos tan disputados fue la creación de la Asociación Deportes Olímpicos (ADO) y la puesta en marcha del Programa ADO en 1988, que becaba y premiaba a los deportistas nacionales así como ayudaba a su formación y progresión. Un plan vigente todavía y que sin duda contribuyó a catapultar, junto al escenario y a la afición, al olimpismo español en Barcelona '92.
En poco más de cinco años, Barcelona estuvo lista para dar la bienvenida a los más de 9.300 deportistas, 430 españoles, y los 169 países que compitieron, algunos novedosos como el Equipo Unificado que acogió a los atletas de las repúblicas rusas de la extinta URSS salvo Lituania, Estonia y Letonia, una Sudáfrica libre tras el fin del apartheid y con Nelson Mandela en el palco de autoridades, la joven y nueva Croacia, también separada de Yugoslavia, o la recién Alemania unificada.
Todos ellos desfilaron el 25 de julio de 1992 en el Estadio Olímpico en una Ceremonia de Inauguración inolvidable y un espectáculo de bellísima factura que mostró la cultura catalana y mediterránea. El enorme «Hola» inicial, La Fura dels Bauls, el «Barcelona» de Montserrat Caballé y Freddie Mercury, el desfile de España liderado por el abanderado Don Felipe de Borbón, y, sobre todo, el encendido del pebetero por medio de la flecha del arquero paralímpico Antonio Rebollo fueron otros de los momentos más recordados del evento que dio paso a los días de competición.
La mejor cita olímpica del deporte español
La vela, un deporte que no solía fallar en Juegos, demostró todo su potencial consiguiendo un total de cinco metales, cuatro de ellos oros. José María Van Der Ploeg en Finn, Luis Doreste y Domingo Manrique en Flying Dutchmann, Teresa Zabell y Patricia Guerra en 470 femenino y Jordi Calafat y Francisco Sánchez en 470 masculino saborearon la gloria olímpica, mientras que Natalia Vía Dufresne se hizo la plata en la clase Europa.
Montjüic vibró de lo lindo con el atletismo, con los oros del marchador Daniel Plaza y del mediofondista Fermín Cacho. Nunca antes España había ganado oros en el atletismo y el primero, el pionero, fue el barcelonés Plaza quien, en la prueba de los 20 kilómetros marcha, logró ese primer metal dorado con un tiempo de 1:21.45 superando al canadiense Guillaume LeBlanc y al italiano Giovanni De Benedictis.
El soriano Cacho, por su parte, es recordado por muchos como el protagonista del mejor éxito deportivo nacional de Barcelona '92. Por la prueba, por el escenario, por cómo entró celebrando la gesta impensable hasta ese momento, el atleta castellano-leonés entró en los anales de la historia con su 3:40.12 que superó, pese a esa relajación final, al marroquí Rachid El Basir y del catarí Mohamed Ahmed Sulaiman. Una prueba lenta en la que la estrategia y el sprint final del español fueron decisivos.
Esa mismo noche que Fermín Cacho ganaba ese recordado oro, la selección española de fútbol se coronaba en un abarrotado Camp Nou. Un equipo plagado de jóvenes figuras como Pep Guardiola, Kiko, Luis Enrique, Abelardo o Alfonso fue superando rivales hasta plantarse en una final ante Polonia, que no se decidió hasta el minuto 90 con un gol del delantero gaditano.
También ganaron el oro, casi contra todo pronóstico, las «chicas de oro» del hockey sobre hierba, que se impusieron en la final a Alemania, mientras que el judo aportó dos con Miriam Blasco y Almudena Muñoz, el nadador Martín López-Zubero se coronó en los 200 espalda y el equipo de tiro con arco compuesto por Juan Carlos Holgado, Alfonso Menéndez y Antonio Vázquez.
Por otro lado, las siete medallas de plata estuvieron más repartidas por deportes con dos para el tenis, con el sorprendente Jordi Arrese, que vio premiada su sacrificada preparación pese a caer con el suizo Marc Rosset en cinco sets, y para la pareja formada por Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez, que no pudieron con las estadounidenses Gigi Fernandez y Mary Joe Fernandez.
Antonio Peñalver en decatlón, Faustino Reyes en boxeo, Carolina Pascual en gimnasia rítmica, la mencionada Natalia Via Dufresne en vela y el equipo de waterpolo masculino, que dejó uno de los momentos más amargos con su dolorosa derrota ante Italia, completaron las platas. Finalmente, sólo hubo dos bronces, para el atleta Javier García Chico en un sorprendente concurso de salto con pértiga en el que el gran Sergey Bubka fue eliminado por tres nulos, y por la tenista Arantxa Sánchez Vicario.
El 9 de agosto, otra imaginativa Ceremonia se encargó de despedir los únicos y exitosos Juegos Olímpicos que ha acogido España al son de la rumba de Los Manolos, de Peret y Los Amaya, el mejor y más festivo cierre para una cita inolvidable para el deporte español y Barcelona.