El tiburón de Baltimore atesora ya 25 preseas olímpicas. Su éxito eclipsa el duelo estelar entre las nadadoras Ledecky y Hosszu
10 ago 2016 . Actualizado a las 19:48 h.El nadador estadounidense Michael Phelps se convirtió una vez más en el gran protagonista de la jornada en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, al aumentar a 25 su número de medallas, 21 de ellas de oro, tras conquistar dos este martes en apenas una hora y quedarse con todas las portadas pese a nuevos éxitos de su compatriota Katie Ledecky y la húngara Katinka Hosszu.
El de Baltimore tenía una cita clave en el evento. Derrotado sorprendentemente hace cuatro años en los 200 mariposa, prueba que había dominado en Atenas y Pekín, quería recuperar su trono y tomarse la revancha contra su verdugo en Londres, el sudafricano Chad Le Clos, que en esta ocasión ni siquiera fue rival.
La final del 200 mariposa se presentaba como una de las pruebas más atractivas. Junto al Tiburón de Baltimore y Le Clos, nadadores como los húngaros Laszlo Cseh y Tamas Kenderesi querían colarse en la fiesta de los dos favoritos.
Pero Phelps demostró que ha preparado a conciencia estos Juegos y controló perfectamente la carrera, aguantando con firmeza los 50 metros finales ante el empuje de un nadador diez años más joven como el japonés Masako Sakai, que se quedó a cuatro centésimas, y sumar un oro más con un tiempo de 1:53.36. El podio lo completó otro joven, Kenderesi, de 19 años y que también fue capaz de bajar del 1:54, lo que no logró un Le Clos, que pasó de campeón a cuarto.
Una hora después, y tras previo paso por la ceremonia de medallas y breve celebración con su recién nacido Boomer, el laureado estadounidense se hizo con la vigesimoquinta presea olímpica gracias a la victoria del relevo estadounidense donde formó con otro mito como Ryan Lochte más Connor Dwyer y Francis Haas.
Los americanos dominaron la prueba sin excesivos problemas y Phelps sentenció la victoria en una contundente posta final. Estados Unidos ganó con un tiempo de 7:00.66, aventajando en más de dos segundos a Gran Bretaña, y en casi tres a Japón.
Los éxitos de Phelps arrebataron casi todo el protagonismo a dos mujeres llamadas a librar un bonito duelo por ser la reina de la piscina. Y es que Katie Ledecky sumó su segundo oro, uno menos que una Katinka Hosszu que vivió otra noche triunfal al ganar los 200 estilos.
La joven nadadora americana sumó su segundo oro, tercer metal en total tras la plata en el relevo 4x100 libre, después de confirmar los pronósticos en otra de las pruebas que más atención despertaban en la jornada ya que los 200 metros libres medían a la campeona del 400 libres con rivales de mucho nivel como la sueca Sarah Sjostrom o la italiana, y plusmarquista mundial, Federica Pellegrini.
Ledecky no falló, aunque no fue hasta los últimos 100 metros cuando se puso en cabeza. En los últimos 50, el empuje final de Sjostrom la obligó a dar el máximo hasta el final, aunque en esta ocasión, su victoria no estuvo acompañada por un récord del mundo. Sus 1:53.73 fueron casi un segundo más lento que la marca de una Pellegrini (1:52.98), que se quedó cuarta y fuera de un podio completado por la sueca, a 35 centésimas de la campeona, y la australiana Emma McKeon.
Poco después, Katinka Hosszu respondió con su también tercera medalla, aunque todas ellas doradas. Campeona ya en los 400 estilos y en los 100 espalda, la húngara mantuvo su racha en los 200 estilos donde era la rival a batir por su condición de plusmarquista mundial.
La magiar, que se dio de baja de los 200 mariposa para centrarse en esta prueba, dominó la prueba de principio a fin y se fue labrando una amplia ventaja que hizo pensar en que podría batir su récord del mundo de 2:06.12, pero las fuerzas le fallaron algo al final.
Esto lo aprovechó la británica Siobhan-Marie O'Connor para acercarse peligrosamente, pero Hosszu apuró sus fuerzas y se impuso con un crono de 2:06.58, 30 centésimas mejor que su rival. La estadounidense Maya Dirado, plata en los 400 estilos, se hizo con el bronce (2:08.79).