El acierto táctico en el cambio de moto le permitió remontar posiciones y refrendar su liderato en el Mundial
17 jul 2016 . Actualizado a las 16:39 h.El español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) consiguió una victoria magistral y de auténtico estratega junto a su equipo al vencer con claridad el Gran Premio de Alemania de MotoGP que se disputó este domingo en el circuito de Sachsenring.
Márquez y el equipo Repsol Honda supieron «leer» a la perfección las condiciones de carrera y realizaron el cambio de moto en el momento preciso, lo que les sirvió en bandeja la victoria mientras el italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1) sucumbía a la situación, octavo, y Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1), era incapaz de superar los inconvenientes del fin de semana y se veía relegado a una más que discreta decimoquinta posición.
El alemán Stefan Bradl (Aprilia RS-GP) fue la primera baja para la carrera de su país al sufrir una fuerte caída durante los últimos entrenamientos libres de la matinal dominical en la que se golpeó en la cabeza y ello obligó a su traslado a un hospital cercano para realizarle un TAC y declararlo no apto.
Valentino Rossi no dejó pasar la oportunidad que se le presentó con las adversas condiciones climatológicas de Sachsenring y ya en el primero giro superó a Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) para ponerse al mando de la carrera, incluso tras tocarse a final de recta con el también español Héctor Barberá (Ducati Desmosedici GP14.2) y llevándose tras su estela a varios pilotos más de Ducati, los italianos Andrea Dovizioso y Danilo Petrucci.
Otro piloto de Ducati, el colombiano Yonny Hernández, quedó fuera de carrera en la segunda vuelta, en la que Márquez se vio superado por Dovizioso, que una vuelta más tarde también dio buena cuenta de Rossi, lo mismo que Petrucci, con lo que el italiano pasó a la tercera posición, justo por delante de Marc Márquez, quien pareció tomarse con mucha clama los primeros minutos de competición.
Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1), que salió desde la undécima posición, no parecía reaccionar demasiado ya que en la cuarta vuelta apenas había recuperado un puesto, comprometido en su rendimiento por la escasa confianza en el tren delantero de su moto.
Danilo Petrucci atacó a Dovizioso en la cuarta vuelta, en la que se puso líder, por delante de sus compatriotas, Dovizioso y Rossi, del español de Repsol Honda y del australiano Jack Miller (Honda RC 213 V), brillante vencedor de la carrera de Holanda, disputada en unas condiciones muy semejantes a las de Alemania.
Miller fue ganando poco a poco posiciones y así que en noveno giro estuviese en cabeza el trío formado por Petrucci, Dovizioso y Rossi, con el australiano un poco más atrás y Barberá y Márquez cediendo poco a poco terreno a sus rivales, pero quedaban por delante muchas vueltas de carrera y en la undécima Petrucci se fue por los suelos y Márquez se salió recto, aunque pudo regresar noveno a la pista.
Petrucci pudo llegar hasta su taller con la moto en llamas para cambiar la misma y continuar en carrera, aunque ya sin opción de pelear por la victoria o el liderato, en manos en esos instantes de Andrea Dovizioso, por delante de Valentino Rossi y Héctor Barberá.
Andrea Iannone volvió a hacer de las suyas cuando en la decimotercera vuelta decidió entrar en su taller a cambiar de moto en el último momento y tras pisar la línea continua, mientras que en pista un Héctor Barberá cada vez más crecido se acercó peligrosamente a Valentino Rossi, al que superó un giro más tarde para ponerse segundo tras Dovizioso.
Pero en la pista se empezó a percibir un carril completamente seco y quienes vieron en esa circunstancia su oportunidad fueron los primeros en entrar a cambiar de moto, como en el caso de Marc Márquez, que salió con neumático liso detrás e intermedio delante.
La estrategia de los neumáticos podía marcar las diferencias en un final de carrera que se presumía intenso de opciones muy abiertas para todos.
El movimiento en los talleres propició momentos de nerviosismo y que en las pizarras de más de uno, como la de Valentino Rossi, se avisase de que entrara a cambiar de moto cuando su rival por el título, el piloto de Repsol Honda, volvía a la pista en decimotercer lugar pero rodando ya más rápido que sus rivales, como también Andrea Iannone, mientras Rossi hacía caso nulo a las recomendaciones de su equipo.
Una vuelta más tarde Márquez ya estaba rodando en 1:31.0, vuelta rápida de carrera y comenzaba una carrera frenética de adelantamientos, un juego en el que no entró ninguno de los pilotos que iba por entonces en cabeza, a la sazón Dovizioso, Rossi, Barberá, Cal Crutchlow y Jack Miller.
En el vigésimo primer giro nueva vuelta rápida de Márquez, que ya era octavo mientras sus rivales continuaban destrozando los neumáticos de lluvia con el asfalto cada vez más seco.
Una vuelta más tarde Márquez ya había recuperado dos posiciones más y era sexto y fue entonces cuando tocó a rebato el grupo de cabeza y menos Miller entraron todos a cambiar de moto. El australiano era nuevo líder y el de Repsol Honda ya estaba segundo a 2,6 segundos del piloto de nuestras Antípodas, con nueva vuelta rápida y seis segundos más rápido que su rival.
Antes de concluir el vigésimo cuarto giro Márquez ya se había colocado en cabeza de carrera y Jack Miller entró a cambiar de moto.
La carrera había dado un giro radical en la clasificación, en la que Rossi era ahora sexto, en un grupo de seis pilotos que no cedía un centímetro de pista, a más de 34 segundos del piloto de Repsol Honda.
La estrategia del equipo Repsol Honda dio unos frutos impresionantes pues al triunfo de Marc Márquez se unió la discreta octava posición de Rossi, al que superaron Andrea Iannone, Dani Pedrosa y Jack Miller, con Héctor Barberá noveno, Álvaro Bautista (Aprilia RS-GP), décimo, Maverick Viñales (Suzuki GSX-RR), duodécimo, Aleix Espargaró (Suzuki GSX-RR) decimocuarto, por delante de Jorge Lorenzo, y «Tito» Rabat (Honda RC 213 V), tras él.