La resurrección de Notre Dame centra el interés cultural y político del mundo

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

El presidente electo de Estados Unidos destaca en la reapertura del templo

08 dic 2024 . Actualizado a las 10:05 h.

Cinco años, siete meses y 23 días después del fatídico incendio de aquel 15 de abril del 2019, desde este domingo parisinos y visitantes podrán disfrutar de la reconstruida Notre Dame. A las 10.30 horas se consagrará el altar mayor con la presencia de 150 obispos y ya por la tarde se celebrará una misa para unos 2.500 miembros de organizaciones católicas y vecinos de París. Antes que ellos, de la mano del presidente francés, Emmanuel Macron, este sábado por la tarde tuvieron ocasión de ver la controvertida restauración más de una treintena de jefes de Estado y de Gobierno. Junto a ellos disfrutaron de esa primicia algunos de los principales mecenas de 150 países que juntaron los 846 millones de euros de los que ya van invertidos en la obra uno 700. Entre ellos la familia Arnault (Louis Vuitton) y la familia Bettencourt Meyers (L'Oréal), que ofrecieron 200 millones cada una y también otras grandes empresas francesas como Total, Bouygues, JC Decaux, Société Générale, BPCE, Axa o Sanofi, entre otras.

Entre los más de 2.000 invitados que asistieron al histórico momento en el que Arzobispo de París, Laurent Ulrich, abría la catedral con los toques simbólicos de su báculo estaban el príncipe Guillermo de Gran Bretaña, la primera dama de Estados Unidos, el rey de Marruecos o el presidente de Italia. Los reyes de España excusaron su ausencia y tampoco hubo una representación destacada del Gobierno, igual que tampoco asistieron el papa Francisco —según dijo por no eclipsar a la verdadera protagonista que es Notre Dame— ni la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen. Pero el que captó todos los focos, sin duda alguna, fue el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. El mandatario, al que el día del incendio se le ocurrió la idea —felizmente ignorada— de descargar aviones cisterna sobre la estructura gótica, se declaró recientemente un enamorado de la catedral y fue objeto de unas deferencias por parte del presidente francés que este no tuvo con ningún otro invitado.

Intereses políticos y diplomáticos al margen, el aplauso más sonoro se lo llevaron bomberos, policías, restauradores y el resto de profesionales implicados en la obra, homenajeados mientras se proyectaba en la fachada principal un gigantesco «merci», rodeado de ese mensaje de «gracias» en otros muchos idiomas.

El sonido recuperado de las campanas y el órgano, sirvieron, en palabras de Macron, como muestra de «gratitud de la nación francesa para todos aquellos que salvaron y restauraron Notre Dame de París». Se acordó de Luis XIV, Napoleón, Víctor Hugo... y, sobre todo, de los bomberos que de manera heroica evitaron la caída de las 16 campanas y con ellas de la catedral entera.

Para el papa Francisco, que envió un mensaje escrito, «la tristeza y el duelo dieron lugar a la alegría, la fiesta y la alabanza». Por ello agradeció «la oleada de solidaridad internacional» y la «esperanza de la Iglesia y el pueblo francés» a los que envió su bendición.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky; el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, antes de la reapertura
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky; el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, antes de la reapertura MOHAMMED BADRA | EFE

Macron reúne en el Elíseo a Trump y Zelenski y tapa las críticas tras caer el Gobierno 

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en un encuentro en el que también participó como anfitrión el jefe del Estado francés, Emmanuel Macron.

Zelenski llegó poco después de las 17.30 horas al Palacio del Elíseo, adonde había acudido tres cuartos de hora antes Trump para un cara a cara con Macron. El jefe de protocolo del Elíseo, y no el presidente francés, fue el que salió a recibir al líder ucraniano al patio, donde estaba rindiendo honores la Guardia Republicana. Zelenski entró rápidamente en el edificio en el que le estaban esperando Trump y Macron, con los que posó unos segundos con el gesto tenso ante las cámaras.

El presidente electo de Estados Unidos y el jefe del Estado francés tenían previsto hablar de los aranceles que amenaza imponer el primero a los productos que entren en su país procedentes de la Unión Europea, de la guerra en Oriente Medio y, sobre todo del conflicto en Ucrania. Una cuestión que, obviamente, interesa más que a nadie a Zelenski, teniendo en cuenta que Estados Unidos es su principal proveedor de armamento.

Aunque la magnitud del despliegue ha sido criticado en Francia como una cortina de humo de Macron para tapar la crisis del Gobierno que desembocó en la moción de censura contra el primer ministro, también hay quien ve la reconstrucción de la catedral en el plazo previsto, junto con la organización exitosa de los Juegos Olímpicos como una parte mollar del legado de Macron.

Felicitación de Costa

El presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, felicitó a Macron por su «liderazgo» y al pueblo francés por su «ambición» en el día de la ceremonia oficial de reapertura de la catedral de Notre Dame tras el incendio devastador del 5 de abril de 2019. Destacó el «coraje ante la adversidad» y la «resiliencia tras la conmoción» del pueblo francés aquel día de primavera de hace cinco años. Costa afirmó ver en la reconstrucción de la catedral de Notre Dame un «homenaje a la tenacidad del pueblo, que supo resucitar de las cenizas uno de los símbolos de la cultura europea».