Matthias Glasner se inspiró en «Dolor y gloria», de Almodóvar, para su última película

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El director alemán Matthias Glasner Matthias Glasner posa en el marco de un encuentro con la prensa en el Festival Internacional de Cine de Gijón
El director alemán Matthias Glasner Matthias Glasner posa en el marco de un encuentro con la prensa en el Festival Internacional de Cine de Gijón Juan González | EFE

El director alemán presenta su último trabajo en el FICX

22 nov 2024 . Actualizado a las 17:12 h.

El director alemán Matthias Glasner se inspiró en la película «Dolor y gloria», de Pedro Almodóvar, para su último trabajo, «Dying», un melodrama «íntimo y personal» sobre las relaciones familiares con el que compite en la sección oficial Albar del Festival Internacional de Cine de Gijón, dedicada a cineastas reconocidos.

Glasner (Hamburgo, 1975) no había pensado en llevar a la pantalla la historia que había escrito en un momento «duro» de su vida, pero cuando vio «Dolor y Gloria», que «también es un melodrama íntimo», pensó que podía rodar una película similar con la intención de lanzar «un mensaje universal». «Afortunadamente Almodóvar tuvo a Pedro Banderas pero yo no pude tenerlo en mi película y es una pena», ha dicho el cineasta alemán en la rueda de prensa que ha ofrecido este viernes tras el pase de la cinta en la 62 edición del certamen.

«Dying», galardonada en el Festival de Berlín y candidata a los Premios del Cine Europeo, narra las vivencias de una madre de 70 años con cáncer que disfruta de su libertad cuando su marido con demencia es ingresado en un centro de cuidados y ahonda en la relación con sus hijos. El largometraje, de tres horas de duración, incorpora algunas escenas hilarantes que bajan la tensión de una carga dramática diseñada en un guion de 200 páginas, escrito durante seis semanas, que no fue modificado en ninguna de sus partes durante el rodaje.

Glasner ha dicho que comenzó a escribir ese texto como «un experimento personal» cuando una serie de acontecimientos, como la muerte de su padre y luego de su madre en muy poco tiempo, más el nacimiento de su hijo, le provocaron cierto desequilibrio y no podía conciliar el sueño. 

El director ha negado haber escrito la historia como «algo terapéutico» sino que su pasión por escribir por el hecho creativo en sí mismo le llevó a hacerlo, sin pensar en ningún momento en que la historia fuera a llegar al cine. Protagonizada por Corinna Harfouch, Lars Eidinger, Lilith Stangenberg, Robert Gwisdek y Ronald Zehrfeld en los principales papeles, la película ha conseguido tres galardones en el Festival de Berlín, entre ellos el de Mejor Guion, y el de Mejor Película de la Academia Alemana.

Glasner ha destacado que su «experimento funcionó» porque «sentimientos como el amor son algo universal» y los espectadores se identifican con los personajes como si fueran suyos. A pesar de que el punto de partida fue su propia familia y de lo duro de la historia, Glasner ha dicho que «disfrutó mucho» escribiéndola porque lo hizo como si fuera una ficción, lo que le permitió tomar distancia, informa Efe. «Todo proceso de creación, ya sea cine, música o cualquier otra manifestación del arte, es en sí mismo una ficción», ha reflexionado.