Jeff Rosenheim, comisario de «Irving Penn. Centennial»: «Sus fotos nos permiten soñar»

C. Devesa A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

Jeff Rosenheim, comisario de la exposición
Jeff Rosenheim, comisario de la exposición CESAR QUIAN

El responsable del departamento de Fotografía del prestigioso MET de Nueva York da las claves sobre la exposición que este sábado abre al público en A Coruña

23 nov 2024 . Actualizado a las 11:02 h.

Cuando Jeff L. Rosenheim hizo la primera exposición sobre la obra de Irving Penn en 1992, no imaginaba que años más tarde llevaría su trabajo al otro lado del charco. Penn donó parte de su legado al Museo Metropolitano de Nueva York (MET), donde Rosheim inauguró en el 2017 la muestra que ahora llega a A Coruña en exclusiva de la mano de la Fundación Marta Ortega Pérez. «Era un gran seguidor de Henri Matisse, parte de sus obras están en el MET, así que por eso debió de pensar que era el lugar correcto», dice.

—Dice de Penn que era un gran creador de imágenes y un espléndido retratista de objetos.

—Con la llegada de lo digital hemos perdido realidad. Irving era un creador de objetos. Vivimos pegados a los dispositivos móviles, haciendo o compartiendo fotos, pero lo importante de las imágenes es que son objetos. Él creaba sus propias impresiones fotográficas, lo que lo posiciona como un artista, como un pintor o un escultor, más que un fotógrafo convencional. Con la fotografía se puede hacer muchas cosas: vender, documentar guerras.. Pero Irvin iba más allá: transformaba la relación entre el objeto, la persona y la cámara. Su obra nos recuerda un enfoque más profundo y reflexivo que, en la era digital, a veces olvidamos.

—Fotografió tanto a famosos como a personas anónimas. ¿Su versatilidad es clave en su obra?

—Absolutamente. Una de las cosas más importantes era su profundo respeto por las personas, sin importar su lugar en la sociedad. Eso se percibe en sus imágenes: hay una búsqueda de belleza en todos los niveles. Invitaba a gente de todo tipo a su estudio, con ese icónico telón de fondo, para que fueran parte de esta tradición democrática, que incluye tanto a las personas más famosas y bellas del mundo como a gente común. Sus fotos nos permiten soñar.

—¿Cómo se adaptó la muestra del MET al muelle de Batería?

—Esta exposición tiene características exclusivas. Cambiamos cosas ya antes de venir y luego al llegar. De nuevo, según avanzamos en su composición, hicimos modificaciones. La adaptamos al entorno, industrial en los silos, y creamos una gama cromática exclusiva para las paredes. Cada muestra cambia según el espacio en el que se exponga, es como el teatro, ninguna función es igual que la anterior.

—¿Qué imagen no puede perder de vista el visitante?

—Una de mis favoritas es una de las primeras de su carrera. La de una mano sosteniendo un zapato. Es una composición simple, pero la forma en que juega con la silueta, los tonos y la rigidez transmite el espíritu de su trabajo en moda.