«Yo, adicto», un catártico y descarnado viaje hacia la luz

M. T. SAN SEBASTIÁN / EFE

CULTURA

Quim Vives

Se trata de la adaptación para televisión de la obra autobiográfica y homónima de David Giner, en la que narra en primera persona su proceso de desintoxicación de alcohol, drogas y sexo que lo sumió en una espiral de autodestrucción hace más de una década

30 oct 2024 . Actualizado a las 10:37 h.

Un catártico y descarnado viaje hacia la luz, la serie autobiográfica Yo, adicto, de Javier Giner, llega a Disney+ como una reivindicación «salvaje y radical» de la humanidad. Giner (Baracaldo, 1977), profesional de la industria audiovisual conocido por haber sido jefe de prensa de Pedro Almodóvar y de Penélope Cruz, publicó en el 2021 un libro en el que narraba en primera persona su proceso de desintoxicación de alcohol, drogas y sexo que lo sumió en una espiral de autodestrucción hace más de una década.

Tras una llamada de Aitor Gabilondo (Patria), el libro se ha convertido en una serie que tiene a Oriol Pla como protagonista. «Estoy harto y exhausto de escuchar que este es un negocio salvaje», dijo Giner; «este negocio no es nada, puede ser salvaje porque nosotros como personas lo convertimos en salvaje, pero se puede ser exigente y perfeccionista sin ser tirano y rodar una serie teniendo en cuenta a las personas».

Desde el convencimiento de que mostrar las heridas permite una comunicación más auténtica y tras el ejercicio solitario que supuso la escritura del libro —editado por Paidós y que lleva ocho ediciones—, Giner ha concebido la serie como «una terapia de grupo» donde el espectador puede sentirse como uno más. «Cuando me picaba o me dolía, me daba pudor o vértigo o miedo, iba hacia allí como un toro Mihura, porque sabía que esa veta me iba a permitir comunicarme con personas que atraviesan algo como lo que yo pasé», indicó. «Yo adicto es un acto de sacrificio público para demostrar que enseñar tus heridas y tu intimidad más vergonzosa no tiene por que destrozarte la vida».

A lo largo de seis capítulos, la serie muestra cómo su protagonista, tras varios años sumido en las adicciones, toca fondo e ingresa voluntariamente en un centro de desintoxicación, incapaz de gestionar el sufrimiento que se genera a sí mismo y a los demás. Los casi cuatro meses que pasa ingresado en el centro, a las afueras de Barcelona, suponen un viaje de descubrimiento personal, de la culpa a la reconciliación, con la ayuda de sus compañeros y de los profesionales del centro, en especial una terapeuta, Anaís, a la que da vida Nora Navas.

Oriol Pla ha dicho haber ido «a tumba abierta» con este proyecto que concibe como «una celebración de la humanidad».

Pese al dramatismo, el humor tiene mucho espacio en la serie. «En una clínica de desintoxicación se llora y se ríe porque está en juego la muerte y la vida», ha señalado Giner, que estudió dirección de cine en Los Ángeles y trabajó en los estudios MGM antes de establecerse en Madrid.

La serie, dirigida por el propio Giner y por Elena Trapé, es un ejercicio de honestidad radical que invita a superar los estigmas que rodean al toxicómano y a recordar que lo más difícil e importante de todo es admitir el problema, superar la vergüenza y pedir ayuda.

Sofía Fábregas, responsable de producción en Disney+, ha recordado que la casa del ratón no es solo entretenimiento. «Nos tomamos muy en serio al espectador, también somos la casa de Lanthimos, de los Moriarty, los Cabezudo y ahora de Javier Giner», porque «hay realidades de las que no te puedes evadir».