Hasta Asturias y mucho más allá

Guillermo Guiter
Guillermo Guiter REDACCIÓN

CULTURA

Foto mural de Joan Manuel Serrat, Premio Princesa de las Artes, instalada esta tarde en las calles de la ciudad de Oviedo
Foto mural de Joan Manuel Serrat, Premio Princesa de las Artes, instalada esta tarde en las calles de la ciudad de Oviedo Paco Paredes | EFE

Los Premios Princesa brillan este año desde un rincón del planeta que dibuja un mapa con menos fronteras, tiranías y enfermedades. O al menos lo intenta

22 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Los Premios Princesa de Asturias 2024 han vuelto a hacerlo. Todos los años consiguen traer, al menos, a una gran figura mediática -a veces más de una y más de dos-. Y este año hay que quitarse el sombrero. Porque traer a Joan Manuel Serrat no sólo es merecido, aunque un poco tardío -el catalán cumplirá este año 81 años-, sino justo. Y hasta necesario.

El nivel es muy alto y hay que agradecer a la Fundación que, sin olvidar su carácter universal, haya encontrado este año una figura tan relevante dentro de nuestras fronteras. Sin olvidar el lujo de contar con los médicos pioneros en inmunoterapia o la agencia Magnum. No siempre se puede estar cerca del Olimpo, pero hay que decirlo. El nivel, este año, es muy alto. Quizá más que en otras ocasiones.

Los premios, que nacieron de la mano de Graciano García allá por el año 1981, son uno de los reconocimientos más prestigiosos a nivel internacional y buscan resaltar la excelencia en diversas disciplinas, desde las artes hasta la ciencia y la cooperación internacional. 

Pero los galardones no solo celebran el éxito individual de los premiados, sino que también sirven como una plataforma para inspirar a futuras generaciones, como es el caso de Serrat o de los médicos expertos en inmunoterapia. 

Serrat, legado vivo

Será un privilegio poder ver al Nano de nuevo en Asturias, y esta vez por la alfombra roja. El primer galardonado anunciado este año (Artes), Joan Manuel Serrat, mucho más que un cantante. Poeta, escritor de canciones, intérprete y, sobre todo, soñador, ha hecho aprenderse letras de Miguel Hernández y Antonio Machado a varias generaciones y sociedades a ambos lados del Atlántico. Serrat ha dejado una huella indeleble en la historia musical y cultural universal con su inconfundible estilo que fusiona poesía, música y compromiso social.

El artista barcelonés comenzó su carrera en los años 60, en el contexto del movimiento de la nova cançó catalana, que promovía la música en catalán como una forma de resistencia cultural frente a la dictadura franquista. Sus primeros trabajos, como Ara que tinc vint anys y Cançó de matinada ya marcaban el tono lírico y social de su música, una combinación de géneros tradicionales como la copla, el tango y el bolero, donde la poesía tiene un gran peso específico. 

Sin embargo, como es sabido, su obra no se limita al catalán. La difusión de su música en castellano además de su idioma materno lo ha convertido en una figura conciliadora entre las dos lenguas, de encuentro entre dos mundos inseparables a los que parte de la política intenta, inútilmente, desarraigar. Serrat ha logrado tender puentes entre culturas y generaciones, porque siempre ha sido defensor del diálogo y la convivencia.

Su laureado y millones de veces tarareado Mediterráneo (1971) es una obra maestra de la canción de autor, con temas como el que da título al disco o Penélope, que se han convertido en símbolos de una época. A lo largo de su carrera, cuando la poesía parecía un coto cerrado a unos pocos, ha difundido hasta todos los rincones las obras de poetas tan relevantes como Antonio Machado, Miguel Hernández, Mario Benedetti y Federico García Lorca.

Ahí no para todo, por supuesto. También ha sido un defensor de los derechos humanos y las libertades. Es bien conocido el episodio de 1968, cuando fue seleccionado para representar a España en Eurovisión, pero renunció cuando se le prohibió cantar en catalán, una decisión que marcó su compromiso con su lengua materna y con la libertad de expresión. Durante los años 70, se exilió debido a sus críticas al régimen franquista, como artista comprometido no con determinadas causas políticas o partidos, sino con su propia visión de la vida.

Un cambio de paradigma

Si la música cura el alma, la medicina puede (intentar) curar el cuerpo. Es una batalla interminable, la de la humanidad contra la naturaleza, esa asesina implacable. No puede ser de otra manera. Y en esa guerra improbable, en la categoría de Investigación Científica y Técnica, el Premio Princesa de Asturias 2024 fue otorgado a cinco científicos pioneros en el tratamiento de la diabetes y la obesidad, una de las plagas de los siglos XX y XXI: Daniel J. Drucker, Jeffrey M. Friedman, Joel F. Habener, Jens Juul Holst y Svetlana Mojsov. Su trabajo ha sido fundamental para revolucionar el enfoque de estas enfermedades, lo que ha llevado a la creación de fármacos como Ozempic y Wegovy.

Los premiados han realizado avances significativos en endocrinología y biología molecular desde los años setenta del siglo pasado, cuando comenzaron sus investigaciones sobre las hormonas que regulan el metabolismo y la secreción de insulina. Hasta entonces, poco era lo que sabía de las enfermedades que generan sus desequilibrios.

A través de las investigaciones, estos cinco científicos han logrado un cambio profundo en el tratamiento de enfermedades metabólicas, lo que ha permitido mejorar la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo y, lo que es importante, dejar de considerar la obesidad como un estigma. 

Los medicamentos derivados de sus investigaciones han sido calificados como innovadores y han mostrado potencial para tratar no solo la diabetes y la obesidad, sino también afecciones cardiovasculares y renales. El Premio Princesa de Asturias destaca su trabajo colaborativo y su impacto global en la salud pública.

Contra la tiranía de los ayatolás

La franco-iraní Marjane Satrapi, galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, es una destacada historietista, cineasta y autora que se sale (totalmente) de la órbita del sinestro régimen de Teherán. Su obra más conocida, Persépolis, es una novela gráfica que narra sus experiencias personales durante la Revolución Islámica en Irán, y ha sido traducida a numerosos idiomas, además de ser adaptada al cine.

La obra de Satrapi ha destacado por su capacidad para mezclar lo personal y lo político, abordando temas como la opresión, la identidad y la libertad de expresión. A través de sus cómics y películas, Satrapi ha logrado conectar con un público global, ofreciendo una ventana a la historia reciente de Irán y contribuyendo al diálogo cultural entre Oriente y Occidente. El premio es original no por reconocer una trayectoria ideológicamente libre y conciliadora, que es lo que suele hacer la Fundación, sino por saber ver en la novela gráfica una potente herramienta artística y literaria. Quizá hay otros autores más destacados como Spigelman y su conmovedora Maus, pero la oposición de la iraní a la imagen que proyectan los ayatolás y su teocracia paranoica es especialmente poderosa.

Crónicas desde Rumanía

La poeta rumana Ana Blandiana, premiada con el Premio Princesa de Asturias de las Letras, es una de las voces literarias más influyentes de Europa del Este. Blandiana ha utilizado su poesía y ensayos para abordar temas de censura, dictadura y la lucha por la libertad, especialmente durante los duros años del régimen comunista en Rumanía. Ahora parece muy lejano y estrafalario, pero hay que recordar que no hace tanto tiempo que el régimen de Ceaucescu, como continuador del estalinismo, amordazaba y asesinaba impunemente a cualquiera que diera signos de oposición. 

La poeta, prosista, ensayista y periodista rumana Ana Blandiana, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2024, participa este lunes en la Fábrica de Armas de La Vega en un encuentro con alumnado de 3º y 4º de la ESO y de Bachillerato
La poeta, prosista, ensayista y periodista rumana Ana Blandiana, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2024, participa este lunes en la Fábrica de Armas de La Vega en un encuentro con alumnado de 3º y 4º de la ESO y de Bachillerato J.L. Cereijido | EFE

Su obra ha sido una inspiración para la resistencia cultural y política, y ha sido traducida a más de 20 idiomas. Su valentía al enfrentarse a la opresión a través de la palabra ha hecho de ella una figura destacada en la literatura contemporánea, por lo que es reconocida no solo por su calidad literaria, sino también por su integridad moral.

Escudo y espada de la democracia

El académico canadiense y figura política Michael Ignatieff recibe este año el Premio de Ciencias Sociales. Dice el jurado que Ignatieff ha desempeñado un papel fundamental en la reflexión sobre derechos humanos, democracia y el rol de la comunidad internacional en la defensa de estos valores. 

A lo largo de su carrera como profesor, ensayista y líder político, ha defendido la necesidad de un equilibrio entre la justicia global y la soberanía nacional, al aportar un análisis lúcido sobre el estado de la democracia en el siglo XXI. Ignatieff ha sido director de la Universidad de Europa Central, un bastión de la libertad académica, lo que añade aún más relevancia a su galardón en un contexto donde estos valores están siendo desafiados por el resurgimiento de los movimientos de extrema derecha.

A la caza del instante

La icónica agencia Magnum Photos, galardonada con el Premio de la Concordia este año, es reconocida por su papel crucial en la historia del fotoperiodismo. Desde su fundación en 1947, Magnum ha capturado algunos de los momentos más significativos del siglo XX y XXI, documentando conflictos, crisis humanitarias y transformaciones sociales.

España vista desde fuera de sus fronteras en los momentos en los que se ha situado en el punto de mira internacional a lo largo de más de ocho décadas es lo que reflejan las 112 instantáneas seleccionadas por Magnum Photos, Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2024
España vista desde fuera de sus fronteras en los momentos en los que se ha situado en el punto de mira internacional a lo largo de más de ocho décadas es lo que reflejan las 112 instantáneas seleccionadas por Magnum Photos, Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2024 J.L.Cereijido | EFE

La agencia ha sido un referente en el periodismo visual, y su enfoque en la ética y el respeto por los sujetos fotografiados ha contribuido a generar conciencia y fomentar la empatía en torno a los grandes temas de la actualidad mundial. La candidatura ganadora de Magnum subraya el poder de la imagen como herramienta para promover la concordia y el entendimiento global.

Marín y Goliat

La jugadora de bádminton española Carolina Marín es la galardonada en el apartado de Deportes este año. Según el jurado y quienes la conoce, constituye un ejemplo de perseverancia, talento y resiliencia en el mundo del deporte. 

Marín ha conseguido romper barreras en una disciplina donde tradicionalmente han dominado jugadoras asiáticas y consolidarse como una de las mejores jugadoras de bádminton del mundo. 

Su espíritu competitivo y su capacidad para sobreponerse a las adversidades, incluyendo varias lesiones graves, han hecho de ella un referente no solo en España, sino en el panorama deportivo internacional. Su llegada a la alfombra de los Premios constituye un homenaje al esfuerzo y la dedicación que son necesarios para alcanzar la excelencia en cualquier disciplina.

Estandarte hispano

La OEI, una organización que promueve la cooperación en los ámbitos de la educación, la ciencia y la cultura entre los países iberoamericanos, fue galardonada con el Premio Cooperación Internacional por su papel clave en la mejora de los sistemas educativos en la región, promoviendo el acceso equitativo a la educación y fomentando la movilidad académica y la cooperación científica. 

Entre sus iniciativas más destacadas están los programas de alfabetización y el impulso a la formación técnica y profesional en países con grandes desafíos sociales y económicos. Este premio subraya la importancia de la cooperación multilateral para enfrentar los desafíos educativos y culturales del siglo XXI.

La Organización de Estados Iberoamericanos, premio de Cooperación, por último, fue fundada en 1949 con el objetivo de fomentar la cooperación entre los países de habla española y portuguesa en áreas clave como la educación, la ciencia y la cultura. Con sede en Madrid, la organización agrupa a más de 23 países de América Latina, España y Portugal, representando a una comunidad de más de 700 millones de personas.

Desde su creación, la OEI ha trabajado para mejorar el acceso a la educación de calidad en la región, reducir las desigualdades y apoyar el desarrollo científico y cultural. A lo largo de los años, ha implementado programas y proyectos de cooperación internacional destinados a mejorar los sistemas educativos, promover la alfabetización y fomentar la innovación científica y tecnológica. Entre sus ejes de trabajo destaca la defensa de los derechos humanos, especialmente el derecho a una educación inclusiva y equitativa.

En definitiva, los Premios Princesa de Asturias 2024 reflejan la diversidad y la excelencia en diferentes campos del conocimiento y la creación artística, científica y humanística, de eso no cabe duda. Desde el legado musical de Joan Manuel Serrat hasta la denuncia política de Marjane Satrapi, pasando por la valentía literaria de Ana Blandiana, las reflexiones de Michael Ignatieff, el trabajo educativo de la OEI, el fotoperiodismo de Magnum y la inspiración deportiva de Carolina Marín, cada uno de los premiados ha dejado una huella significativa en su ámbito. Estos galardones no solo celebran el talento, sino que también reafirman el compromiso de cada uno de ellos con el avance social, cultural y científico en beneficio de todos.