Carmen Macedo, escritora sevillana: «Bermiego representa de manera maravillosa la esencia de Asturias»

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

CULTURA

La escritora sevilla Carmen Macedo
La escritora sevilla Carmen Macedo

La andaluza se estrena en la literatura con una novela ambientada en nuestra región. En esta historia policiaca que comienza con la aparición de un cadáver la trama discurre principalmente en la ya citada localidad quirosana

19 ago 2024 . Actualizado a las 09:30 h.

Con una dilatada trayectoria en el mundo de la comunicación, la periodista andaluza Carmen Macedo (Sevilla, 1985) se estrena como escritora. Da a un salto así a la literatura con la reciente publicación de La noche que sonaron las campanas (DdeNovela), un thriller rural ambientado en la Asturias «más recóndita». En esta historia policial, donde el misterio y la naturaleza más pura van de la mano, los verdes paisajes de nuestra región se tiñen de sangre, mientras que el crimen y la venganza se ocultan tras la niebla de aquellos rincones más profundos de la comunidad. Una obra en la que el tejo de Bermiego juega un papel muy importante. «Después de los personajes es el principal protagonista», asegura la autora.

—Eres periodista de profesión, especializada en la comunicación corporativa. ¿Cómo fue realmente el salto a escribir novela?

 —A mí siempre me ha gustado la escritura y la generación de contenido. Yo al final me he dedicado a escribir de alguna forma. Además de estudiar periodismo me he especializado después en criminología porque es algo que siempre me ha interesado. No me lo había tomado nunca muy en serio porque había estado más enfocada en temas profesionales y laborales. Pero hace unos años como tenía un poco más de estabilidad y un poquito más de tiempo hice un máster en escritura creativa. Y eso fue lo que hizo atreverme a dar el paso definitivo para embarcarme en un proyecto literario un poquito más en serio y de más envergadura.

«Asturias tiene todos los ingredientes encajan en la novela policíaca»

—¿Qué te inspiró a escribir La noche que sonaron las campanas?

—Siempre he tenido claro que cuando escribiese una primera novela sería un thriller porque es el tipo de lecturas que más me gustan como lectora. Como además desde hace muchos años he frecuentado mucho Asturias tenía esa intención de que la primera novela que escribiera estuviera ambientada aquí, porque su escenario tiene todos los ingredientes que yo creía que encajaban en ese tipo de novela.

 —Es una novela ambientada en Asturias pero escrita por una andaluza. ¿Qué tienen en común ambas comunidades?

—El norte y el sur están hilados en esta historia a través del protagonista, del Teniente Juan Peña, que es el guardia civil que lidera la investigación. Él es de Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz, y a través de sus ojos llevamos al lector a esos escenarios. Entonces nos sirve para ver cómo este protagonista foráneo descubre Asturias y cómo interpreta todas las sensaciones que él ha experimentado y experimenta allí sin ser autóctono.

—Es este personaje quien se encarga de resolver el asesinato de un concejal, después de que apareciese su cadáver tirado en la calle. En Asturias ocurrió un suceso similar hace unos años. ¿Ha influido de alguna manera este trágico hecho en la trama de tu historia?

—El caso que se tiene que investigar en la novela no está inspirado en ningún caso real. Sí que es verdad que al final a las ideas no se llega de manera totalmente virgen sino por todo lo que vamos experimentando, pero no está inspirado en ningún caso. El hecho de que la víctima tenga un cargo público es porque al final da mucho juego. Hace que tengamos distintas vías de investigación y que el lector se descoloque un poco al acompañar a los investigadores en los posibles caminos que tienen que abordar para ver dónde está el móvil de este crimen.

«Me parecía muy bonito poner el foco en un lugar que representa Asturias sin ser el sitio más frecuentado»

—Antes de escribir la novela tenías bien claro que iba a estar ambientada en Asturias. ¿Por qué elegiste la localidad de Bermiego para contar la historia?

—Llevo muchos años yendo a Asturias y conozco la mayoría de los lugares que todo el mundo frecuenta cuando va de turismo. En los últimos años he estado intentado buscar sitios más desconocidos y menos masificados, porque en verdad, muchas veces por ir a los lugares que está de moda ir nos perdemos sitios maravillosos. A Bermiego, en concreto, la primera vez que fui fue para ver el tejo y me pareció una locura el sitio. Volví varias veces y estuve quedándome varios días porque me parece que representa de manera maravillosa lo que es la esencia de Asturias, en todos los aspectos. Entonces, me parecía muy bonito poner el foco en un lugar que representa Asturias sin ser el sitio más frecuentado.

—Gracias a estos viajes has podido documentarte y hacer una ambientación muy rica y detallada.

—Sí. En realidad la ambientación es lo que menos documentado está porque yo todos los lugares que menciono en la novela los he frecuentado bastantes veces y los conozco de primera mano. Sí cuando estaba terminando la novela volví para comprobar algunas cosas pero no es donde hay más documentación sino mi experiencia de conocer el sitio y la sensación de estar ahí de primera mano.

«Después de los personajes, el tejo de Bermiego es el gran protagonista de la novela»

—¿Qué otros puntos de Asturias aparecen reflejados en la novela?

—La novela creo que es un buen recorrido por toda Asturias. Aparecen un montón de sitios de Asturias, desde muy conocidos como puede ser Cudillero, el Cabo Peñas, los Lagos de Covadonga o Somiedo hasta otros que no lo son tanto. Realmente hay tres escenarios principales en los que ocurre la trama. Estas ubicaciones se corresponden con lugares reales pero solo se mantiene el nombre real de Bermiego porque es un sitio desconocido y yo quería que se pusiera el foco en él. Ya hay por ahí comentarios de lectores desvelando cuáles son los otros lugares porque además para cualquier asturiano, por supuesto, y para cualquiera que medio conozca Asturias son fácilmente reconocibles. No era la idea que no se averiguaran sino todo lo contrario, se pretendía que se hablase de ello.

Tejo de Bermiego. Texu de Bermiegu
Tejo de Bermiego. Texu de Bermiegu Turismo de Asturias - Alejandro Badia

—En esta historia el tejo de Bermiego juega un papel muy importante...

—Claro que juega un papel esencial. Yo creo que después de los personajes es el gran protagonista de la novela. Lo primero que conocemos del caso, lo conocemos bajo las ramas del tejo, que es donde aparece la víctima. Después a lo largo de la novela vamos a volver a Bermiego y hablar de este árbol porque una de las posibilidades que se baraja es que el crimen esté relacionado con el tejo y sus rituales. Entonces vamos a tener la oportunidad de conocer lo que significa el tejo para los pueblos, que desde los celtas ha sido entendido como árbol sagrado. Además el de Bermiego es uno de los más representativos porque es uno de los más antiguos de Asturias y de Europa.

—Son también relevantes en la historia los sonidos

—Sí, todo está un poco al hilo de los sonidos, desde la portada hasta el título. A lo largo de la novela vamos a ir viendo a través de las voces de unos y de otros, a veces contradictorias, que significan esos ruidos. Nos van a servir además para darle voz a los habitantes de esos pueblos que nos van a ayudar a entender parte de las leyendas y las tradiciones de Asturias que van pasando de tradición en tradición y se pierden cuando se despoblaron los pueblos. También los propios investigadores van a tener que indagar en qué significan esos sonidos. Esos sonidos nos van a servir también para adentrarnos en la mitología asturiana, que no es tan conocida como la mitología vasca o la gallega pero es muy rica.

—Si hablamos de los personajes, ¿cómo fue el proceso para desarrollar los mismos?

—Los personajes al final son un instrumento para introducir las cuestiones que necesitas introducir en la obra. Era por ejemplo muy interesante tener dentro del grupo de investigadores una voz autorizada para indagar en la mitología y la historia por eso una guardia civil es historiadora. Hay también personajes que nos sirven para introducir otros temas y así la novela llegue al interés de más personas. Por ejemplo, a través de la propia afición de algunos personajes se habla del ciclismo. En verdad, Asturias está plagada de puertos ciclistas como en Angliru, El Gamoniteiro o La Cobertoria, que también se mencionan en la historia. Al final, hay muchas formas de construir personajes pero yo creo que lo más acertado es decir que los personajes están al servicio de la trama y se van construyendo a medida que discurre la misma.

«Escribir la novela para mí fue algo divertido, no me costó muchísimo esfuerzo y además la documentación era de temas que interesaban»

—El principal personaje de La noche que sonaron las campanas es el Teniente Juan Peña. ¿Qué hay de real de este personaje? ¿Hay alguna parte de ti que se ve reflejada en él? 

—Como ve él Asturias y sobre todo cómo describe esos lugares que está descubriendo y sintiendo es lo que más puede haber de mí. Después evidentemente están sus orígenes andaluces, que para mí era un poco más fácil entrar en su piel. Pero no hay un alter ego, al final es un personaje totalmente de ficción.

—¿Cuál fue la parte más desafiante a la que te enfrentaste a la hora de escribir la novela?

—La parte más desafiante son siempre las revisiones finales del libro. Esto es un thriller que cuenta una investigación policial que, sin perder de vista que estamos en el plano de la ficción y que hay ahí parte de mitología y demás, intenta que haya apego a los procedimientos. Además está escrito en un orden cronológico, no hay alteraciones temporales. Entonces, cualquier detalle que consideras que hay que introducir o quitar porque no aporta nada para la novela te obliga a revisar la misma entera y encima con bastante atención. En realidad escribir la novela para mí fue algo divertido, no me costó muchísimo esfuerzo, además la documentación era de temas que interesaban, pero sí que en esas correcciones finales llega un momento en el que te vuelves un poco loca.

«Sí se puede publicar una novela sin ser un autor consolidado»

—¿Cuál dirías que es el mayor aprendizaje que te llevas después de haber escrito esta novela?

—Hay una cosa positiva para mí y es que cuando terminé de escribir esta novela no tenía ninguna garantía de que se fuese a publicar. Yo además tampoco contemplaba autopublicarla. La verdad es que fue bastante rápido encontrar una propuesta editorial. Entonces, el primer aprendizaje que me he llevado, desde el punto de vista de la industria editorial, es positivo porque sí se puede publicar una novela sin ser un autor consolidado. Se puede hacer con un sello con peso, como es un sello del Grupo Planeta. Creo que hay un poco esa concepción negativa de que si no te conocen, nadie te publica pero eso no es así. Por eso cuando hablo con otros escritores siempre lo resalto porque yo no conocía a nadie en el sector editorial. En cuanto al aprendizaje, es diario. La escritura es un trabajo muy exigente con uno mismo y además muy invisible. Al final vas aprendiendo de tu propio esfuerzo, de tu propia dedicación.

—¿Qué esperas que los lectores se lleven después de leer La noche que sonaron las campanas?

—La novela es una novela que no tiene grandes pretensiones de hacer cambiar a nadie sus modelos mentales, ni su manera de ver el mundo. Lo primero que persigue es que resulte una lectura agradable, entretenida, y que cuando la terminen de leer piensen que han invertido bien el tiempo y que ha sido una buena lección. Eso es lo primero que espero. Después, sin pretender dar lecciones de moral ni hacer a nadie pensar en otra dirección, la novela invita a reflexionar sobre algunos temas, como puede ser el papel de la mujer en determinados sectores o ámbitos de la sociedad, la necesaria reivindicación del entorno natural; el uso que hacemos de las tecnologías actualmente… Para eso el personaje (Juan Peña) es un poco como es, súper empático, cosa de la que quizá hoy se carece, valora a las mujeres…

—Esta es tu primera novela pero seguro que no será la última. ¿Habrá una segunda parte de La noche que sonaron las campanas?

— No lo sé, no lo tengo del todo decidido. Evidentemente voy a seguir escribiendo y ya tengo otros proyectos empezados pero no sé si habrá una segunda parte o no. A mí me gusta mucho cómo ha quedado la novela y los personajes. Han pasado ya más de dos meses desde que se publicó la novela y el comentario que más he recibido de los lectores es que le gusta el personaje. Pero eso no hace que yo vaya al día siguiente a escribir una novela con el mismo personaje sino todo lo contrario. Si encuentro una historia que vaya a sumar, tanto al equipo de investigación como a la primera novela, sí habrá una continuación pero si no será el último caso de Juan Peña. Al final, igual que he trabajado con estos personajes, puedo trabajar en otros.

—Lo que está claro es que seguirás escribiendo

—Sí, sí, escribiendo seguro, publicando no porque eso tampoco está del todo en mi mano, pero escribiendo seguro.