La afluencia a las salas de cine en Asturias «pasa por momentos complicados»

Marcos Gutiérrez OVIEDO

CULTURA

Los nuevos cines de Oviedo, Embajadores Foncalada
Los nuevos cines de Oviedo, Embajadores Foncalada

Expertos y conocedores del sector sobre el terreno consideran que, pese a que muchos festivales que tienen lugar en el Principado «sí han recuperado cifras similares a las de 2019» en cuanto a espectadores, «no así las salas de cine»

06 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El de las salas de cine es uno de los segmentos que más se resintió, por razones obvias, por el efecto de la pandemia. Y al contrario que muchos otros ámbitos de actividad, se trata de uno de los que más dificultades está encontrando para recobrar las cifras anteriores a la irrupción del coronavirus. Asturias no es una excepción, si bien hay ciertos «brotes verdes», como la afluencia a festivales como el Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX) o a las actividades y proyecciones de SACO.

También es una noticia celebrada por los conocedores del sector que en el Principado hayan abierto sus puertas nuevos complejos de exhibición cinematográfica.

Alejandro Díaz Castaño dirige, desde 2017, el Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX). Respecto a la Fiesta del Cine, considera que «todas las iniciativas que surjan para animar a la asistencia al cine son positivas, y me atrevería a decir que imprescindibles», en un momento en el que el visionado en sala «pasa por momentos complicados», pues el cine es uno de los sectores «que no ha conseguido recuperar el volumen de actividad anterior a la pandemia, al menos en lo que toca a la presencialidad».

Muchos festivales, en cambio, «sí han recuperado cifras similares a las de 2019, pero no así las salas de cine». En cuanto a la utilidad de la fiesta del cine, considera que es «una base» sobre la que continuar trabajando «en la re-fidelización de la cinefilia y en la creación de nuevas generaciones de espectadores y espectadoras». Es algo que juzga como «muy importante conservar» y, en la medida de lo posible, «relanzar, dado que ver películas en sinergia con otras personas es algo que crea comunidad, además de potenciar las emociones que el audiovisual puede llegar a generar en el público».

«Si hacemos caso de los datos publicados a nivel estatal, entiendo que, como en otras regiones, la recuperación de afluencia está siendo paulatina y más lenta que en otros sectores económicos», asevera.

Aperturas de salas «esperanzadoras»

Queda, por tanto, «trabajo por hacer para volver a las cifras de 2019, y más aún para poder superarlas». Pero, a su juicio, es «significativo y esperanzador» que en Asturias hayan abierto dos nuevos complejos de exhibición cinematográfica tras la pandemia, y que en otros ya existentes se estén llevando a cabo reformas modernizadoras, así como campañas y promociones creativas para reactivar la asistencia.

Por otro lado, con respecto a las iniciativas de inaugurar salas con todo tipo de comodidades, desde camas hasta servicio de comidas, entiende que es una evolución «lógica» para un cierto modelo de salas de exhibición, aquel que se mantiene más apegado «a los grandes títulos de Hollywood», como respuesta a la aparición de avances tecnológicos que permiten disfrutar en los hogares de una mayor definición y tamaño de imagen, y de un sonido más espectacular.

Operarios trabajan en la instalación de los nuevos cines Embajadores Foncalada
Operarios trabajan en la instalación de los nuevos cines Embajadores Foncalada J.L.Cereijido | EFE

En otros casos «son fruto de un intento de atraer al público joven, algo absolutamente necesario, o de ofrecer una experiencia más confortable y exclusiva a quienes así lo demandan». «Obviamente que alguien se pusiese a comer unos tortos con picadillo dentro de una sala de cine me parecería impertinente, pero no puedo negar que me encanta ver a la gente entrando con palomitas a las sesiones del FICX, si bien me consta que a alguien se le han atragantado en alguna ocasión», resalta.

En esta línea, insiste en que «la esencia del cine siempre ha sido eminentemente popular desde su nacimiento, y esperemos que lo continúe siendo por muchos años».

Un año «complicado» para los exhibidores

Fuentes del departamento de comunicación de los cines Embajadores Foncalada explican a La Voz que mucha gente ha empezado a ver el cine «como un ocio de lujo y han visto subir los precios de las entradas mientras surgían las plataformas de VOD y nuevas comodidades y tecnologías de consumo audiovisual en el hogar». «Podemos decir que una gran parte del público se ha 'alejado' de la sala de cine», añaden.

Desde Embajadores Foncalada consideran que «la fiesta del cine le da la oportunidad a ese espectador de reconciliarse con esta forma de ver una película», con una experiencia «muy especial que está pensada para disfrute de todos, no para ser un ocio de lujo»

«Estamos viendo a mucha gente descubrir Cines Embajadores Foncalada gracias a la fiesta del cine. Tanto cinefilos que echaban de menos un cine en el centro como personas que llevaban años sin pisar un cine por una variedad infinita de motivos», aseveran.

La fiesta del cine «consigue eso, que es mucho, pero no hace que el espectador se vaya a fidelizar a medio-largo plazo a la idea de volver al cine de forma habitual, ese trabajo siempre va a recaer en el propio cine».

En este sentido, creen que puede que este evento «haga que el espectador se fije más en lo que llega a cartelera los meses siguientes, pero será el cine quien deba esforzarse en brindar contenido variado y adaptado», en mantener una gama de ofertas y descuentos que tenga en cuenta a todos los tipos de público y en cuidar «toda la relación con el espectador, desde el proceso de compra de entradas hasta una dulce despedida que prometa regreso».

Desde Embajadores Foncalada admiten que, en el sector en general, «está siendo un año complicado para la exhibición a nivel mundial, hay muchos factores que intervienen». «Podríamos ser negativos y generar alarmas con crisis de las salas de cine, pero eso sería un poco cobarde», matizan.

«A nosotros llega mucha gente entusiasmada por la reciente apertura y hablando con muchos de ellos casi siempre surgen recuerdos de épocas felices y nos cuentan cómo disfrutaban años atrás en uno u otro cine en buena compañía», añaden.

Dar al público «motivos para volver» al cine

Desde los flamantes cines ovetenses consideran que «la pandemia sigue ahí, no será fácil dejarla del todo atrás, pero el público vuelve a las salas con ganas de disfrutar y crear nuevos recuerdos». Y es que «la gente no quiere dejar de ir al cine, solo hay que darle motivos para volver».

En esta línea creen que «hace ya bastantes años que se comenzó a convertir el salón de casa en una sala de cine para intentar emular la experiencia de las salas». «Lo siguiente ha sido transformar el cine en el salón de tu casa: te tumbas en una cama con puerto usb y cargador de móvil incorporados y pides la cena a través de una app personalizada», añaden.

En este caso, admiten que este fenómeno transformador «tiene muchísimas implicaciones, tanto en el comportamiento del público, en el encarecimiento de los precios, el tipo de programación y por supuesto un alejamiento de la idea clásica de experiencia cinematográfica».

«No es algo malo per sé, es simplemente una opción más qué tiene el público, pero es importante que no desaparezca la opción tradicional: que el cine siga siendo cine»

«Porque la sala de cine no necesita competir con el salón de casa, son experiencias completamente diferentes»

«Nosotros hemos apostado por mantener ese cine de toda la vida, pero no con una visión anquilosada o vetusta sino mirando hacia adelante, con la comprensión de que clasicismo y modernidad pueden ir de la mano y complementarse», apuntan.