¿Por qué Chanel no puede usar la coreografía de «SloMo»? Así es el nuevo baile para la semifinal de Eurovisión 2024

P. V. LA VOZ

CULTURA

Chanel, durante su actuación en el ensayo general previo a la primera semifinal de Eurovisión 2024
Chanel, durante su actuación en el ensayo general previo a la primera semifinal de Eurovisión 2024 Jessica Gow | Reuters

La cantante catalana volverá a deslumbrar a Europa en Malmö con una nueva interpretación de la canción que le valió un bronce en el festival de la canción europea

07 may 2024 . Actualizado a las 18:47 h.

La cantante catalana Chanel, que logró en el 2022 un tercer puesto en Turín que supo a poco, regresa este martes al Festival de Eurovisión para abrir la primera semifinal de este año en el Malmö Arena. La artista compartirá escenario con otros iconos eurovisivos que no consiguieron el triunfo pero pasaron a ser historia del festival, como son Eleni Foureira y Eric Saade, para interpretar juntos el himno esta edición, United by Music. Lo que nadie se esperaba es que, además, también lo hará en solitario, para representar de nuevo el tema que la llevó a la fama, SloMo. Eso sí, con un cambio sustancial.

Como se ha podido ver ya en las grabaciones del ensayo general del lunes sobre el escenario del Malmö Arena, la coreografía de SloMo que Chanel Terrero interpretará en la primera semifinal no tiene nada que ver con los icónicos pases de baile que había diseñado el estadounidense Kyle Hanagami para su actuación del 2022.

Aunque seguramente a muchos espectadores les sorprenderá, para los fans de la cantante hispanocubana no es nada nuevo. La artista lleva ya meses sin utilizar su conocida coreografía, a veces evitando incluso interpretar la canción, y todo parece ser problema de los derechos de autor.

Las alarmas saltaron ya en septiembre del año pasado, durante una actuación en Israel, donde los espectadores se mostraron desconcertados por la descafeinada coreografía alternativa con la que Chanel acompañaba SloMo. Solo un mes después, la artista actuó en Zaragoza y, ante un incrédulo auditorio, ni siquiera llegó a interpretar su canción más conocida.

Ella rehuyó de cualquier explicación y solo deslizó un críptico «hay muchas cosas que no sabéis» que reavivaba las sospechas de que había un desacuerdo con el creador del baile o incluso de un conflicto con la discográfica, ya que SloMo se había lanzado con el sello BMG Spain, aunque después la cantante fichó por Sony.

Fue Abraham Mateo quien arrojó algo de luz sobre el asunto. El gaditano, que había colaborado con ella en la canción Clavaíto, lamentaba la situación que estaba viviendo su amiga con la canción «que ha marcado un antes y un después en su carrera» y confirmaba lo que muchos ya habían intuido: «Me sabe muy mal por ella, que no puede hacerla en directo», dijo, despejando cualquier atisbo de duda, y añadía: «Espero que las cosas se solucionen pronto».

No lo hicieron. Solo unos meses después, la historia resurgió debido a un tiktok de la propia Chanel, en la que se paseaba por el barrio de Chueca para promocionar su disco Agua y retaba a varios de los viandantes a emular su baile SloMo. Y, sin embargo, ella misma se negaba a acompañarles con los pases. «No, yo no puedo», contestó, rotunda, a uno de ellos.

Hace solo una semana, la propia Chanel se refería a sus cambios en la coreografía durante una visita al programa La Matemática del Espejo, conducido por Carlos del Amor. «SloMo es una canción que ya, más que mía, es de la gente. ¿Cuántas versiones hay ya? Hay versión acústica, versión salsa... Hay millones de coreografías», comentaba la catalana, y dejaba caer la posibilidad, que se materializa ahora en Malmö, de volver a verla de vuelta en las tablas: «Obviamente vais a ver esta canción que tanto me representa encima del escenario, con una Chanel 2024».

En efecto, el baile no se parece en nada al que la hizo famosa en Eurovisión. Ahora añade más acrobacias, que Chanel, enfundada ahora en un llamativo mono azul, ejecuta con la perfección técnica que siempre la caracteriza, y es más circense, aunque quizás menos asombrosa de lo que fue su primera y medida coreografía.