Rodrigo Cuevas: «En Asturias hay mucho patrimonio que no se está explotando; hay que hacer mucha música, hacer mucho país»
CULTURA
El artista asturiano ofrece tres conciertos esta semana en el centro Niemeyer de Avilés
05 mar 2024 . Actualizado a las 21:08 h.De Rodrigo Cuevas (Oviedo, 1985) puede decirse sin ningún asomo de duda que es profeta en su tierra. La mejor prueba de ello son los tres conciertos que ofrece esta semana en el centro Niemeyer de Avilés, los días 7, 8 y 9. En un principio, iba a ser solo un concierto, pero las entradas para el primero volaron tan rápido que decidió dar otra fecha más. Esta otra también se quedó corta. Las entradas se agotaron a los pocos minutos de ponerse a la venta. Entonces, ofreció una tercera, que también llenó en muy poco tiempo. El espectáculo es «La Romería». Con este artista y este título, la fiesta está garantizada.
-¿Una persona que tuviera entradas para los tres días, vería el mismo concierto?
-Esa persona sería un poco avariciosa. Pero el mismo el mismo no creo, porque en mis conciertos hay un punto de improvisación bastante grande, que intento mantener e intento explotar siempre.
-Parece ir contra los tiempos. La mayoría lo llevan todo muy enlatado y no se salen del guion. Además, usted siempre habla de que cada canción tiene que llevar teatro.
-Sí. Las canciones hay que interpretarlas. Es lo malo que tienen algunos géneros, que sirven muy bien para la diversión y para echar fuera pero dejan poco espacio para la interpretación, y a mí me gusta mucho interpretar, y ver a un artista viviéndolo, interpretándolo. En cualquier caso, también se puede interpretar con el cuerpo, con el baile. La cuestión es estar concentrado, presente, y que lo que estás haciendo te pase por dentro, te recorra.
-Usted tocó mucho en la calle. Supongo que la huella de esa experiencia seguirá viva en los escenarios grandes.
-Tocar en la calle me dio muchas habilidades, para no tener vergüenza, para que te diera un poco igual, porque en la calle encuentras de todo: gente que te mira mal, gente a la que le gusta mucho lo que haces, gente desagradable. Creo que me dio muchas herramientas para salir de eso que es muy entorpecedor para la interpretación: pensar en qué estarán pensando. Eso desconcentra muchísimo. Yo imagino que la gente que triunfa tan joven y que hace conciertos grandes necesita tenerlo todo muy amarrado y muy poco improvisado porque las inseguridades son más grandes, y no tienes la edad suficiente para que te resbale todo. Cuando a ti te resbala todo y lo estás pasando bien, es contagiosísimo, lo más contagioso que hay. Para llegar a eso lleva tiempo. Y tampoco lo puedes arriesgar en un Wizink. Entonces creo que es muy guay fracasar mucho en los chigres pequeños y fracasar mucho en la calle, salir de esos fracasos y salir adelante. Ahí es donde ganas esas tablas.
-Ha dicho que sus ocho años en Galicia le abrieron los ojos al folclore. ¿Cree que los gallegos cuidan sus tradiciones mejor que los asturianos?
-Estamos lejísimos de los gallegos. Solo hay que ver cómo está la lengua asturiana, el autoodio, los complejos, y sobre todo el desconocimiento. Que la gente tenga miedo a oficializar la lengua asturiana. Hablando de folclore, hay mucha gente en Asturias que cree que el traje tradicional asturiano es la falda roja, la de los coros y danzas, que es como de hace 45 o 50 años. Hay gente que cree que en Asturias todo el mundo iba de rojo, que no había más tintes. Pero el mejor reflejo es la situación del asturiano, que estamos sin alfabetizar en la lengua en la que hablamos a ratos, y lo mismo nos pasa con toda la cultura propia.
-Usted representa la mezcla de vanguardia y tradición, que es una forma de recuperar la música de antes pero, ¿no cree que estamos escasos de grabaciones de música popular asturiana de calidad?
-Sí. Pasamos de que estuviera muy vivo en los chigres a no adaptarnos a la época de las grabaciones. Faltan grabaciones de música popular, de tonada mismo salen muy pocos. Nos falta mucha música. Hay que hacer mucha música, hay que hacer mucho país.
-Se sentirá un poco abanderado de esa música con raíz asturiana.
-Sí, pero me gustaría que hubiera muchas más agrupaciones, ya no que le dieran una vuelta de tuerca de escenario, que lo hicieran más moderno. No hace falta. Que hubiera muchos grupos buenos de pandereteres, muchas corales buenas. Eso es lo importante, ahí es donde tenemos que hacer un trabajo grandísimo. En Asturias hay mucho patrimonio que no se está explotando de una forma tradicional. No hace falta ir más allá.
-¿Es esa una de las labores del espacio cultural La Benéfica de Piloña que está promoviendo?
-Claro. Yo en La Benéfica si que pienso mucho en ese sentido. Por ejemplo, hicimos ahora el Antroxu con otras asociaciones y este año nos focalizamos mucho en los gigantes y los cabezudos, que es algo muy de las villas y que sin embargo no está muy valorado. Haciendo esto nos dimos cuenta de que tenemos unos gigantes y cabezudos en Asturias tremendos, los de Puerto Vega, Cangas del Narcea, Luanco. Nos dimos cuenta de hay toda una tradición que tiene un valor tremendo y a la que no se le hace mucha reverencia. En otros sitios se le daría más valor, lo reivindicarían como una parte de la identidad y la cultura popular, que es lo que nos liga al territorio.
-¿Qué pasa en Piloña que hay tanto movimiento cultural? Primero esos conciertos de tantísima calidad de la asociación Bocanegra y ahora, La Benéfica.
-No sé. Hay un asociacionismo muy activo y con mucha tradición, y creo que la gente está muy acostumbrada a la participación, a hacer cosas. Entonces, eso es un sustrato en el que es muy fácil después echar a andar cosas como La Benéfica. Si la gente no estuviera acostumbrada a todo eso sería casi imposible. Se dio la casualidad de que hay ese sustrato. Está el memorial Maria Luisa, que es impresionante, y el Prial, que también es impresionante. Muchas veces la gente de Piloña lo da por normal y no, no es normal. Y está muy bien que se vea como algo positivo, que la gente se diga: «soy de Piloña, tengo esto, esto y esto, y cuando acabe de estudiar vuelvo a mi pueblo a montar algo», porque lo vale, tú quieres estar en un sitio en el que pasen cosas interesantes.
-¿Y lo suyo de afincarse en Piloña fue por ese motivo?
-Yo vivía en Galicia, tenía mucho trabajo aquí en Asturias y quería volver aquí a vivir, y conocí esta zona y vine. Pero fue un poco por casualidad, no sabía que podía pasar todo esto. Llevo ya siete años por aquí, y estoy totalmente hecho al lugar.
-Gente como Rosalía o C. Tangana sublimaron en cierto modo la cultura poligonera. ¿Puede decirse que usted hizo lo propio con la fiesta de «prau»?
-Sí. Total. Coger esa imaginería y esos iconos y subirlos al escenario y reivindicarlos me parece guay. Es coger cosas que son de la cultura popular y que no tenemos por qué avergonzarnos de ellas. Además, no es que sean cosas que no tengan estilo ni tengan referencias. Son cosas realmente muy construidas a nivel estético. ¿Por qué no aprovechar toda esa estética creada y reivindicarla?
-También importamos de Galicia las grandes orquestas. Mucha gente mirando y nadie baila.
-¡Qué horror! Eso es una pena. Hay que tocar repertorio para bailar. Y hay que bailar. Claro que sí.
-¿En sus conciertos le gusta que la gente baile, aunque esté sentada?
-Lo hago un poco mixto. Canciones para bailar y canciones tranquilas. Me gusta ir in crescendo. Pero hay un momento para todo. Es que las fiestas son así. Hay un momento más verbenero y un momento en el que alguien se canta una tonada y todo el mundo calla y escucha y se emociona. Para mí, lo guapo de las fiestas son todos esos contrastes y ese movimiento escénico que hay, que es muy interesante.
-¿Y fuera de Asturias, donde no hay fiestas de «prau», siente que es distinto?
-No. Es igual. La gente se muere. El pasado finde en Valladolid fue la bomba. No cabían en sí.
-¿Qué le parece eso que se dice de que si uno profundiza mucho en su raíz, lo suyo acaba siendo universal?
-Yo creo que cuando le das una importancia a una cultura pequeña esa cultura también está cogiendo importancia a través tuyo, y todo ese valor añadido que es la singularidad lo llevas para adelante y a la gente le encanta.
-¿Tiene nueva música o algún nuevo rumbo para el futuro próximo?
-De momento, estoy centrado en la gira, en la Benéfica, que estamos pendientes de que acaben las obras, y en mi casa, que viene la primavera y hay que prepararse.