Rocío Antela, concejala de Cultura de Mieres: «"Caja de Resistencia" es un espacio seguro en el que defendemos la libertad de expresión»
CULTURA
La edil manifiesta con rotundidad que mientras el equipo del que forma parte gobierne el Ayuntamiento de Mieres siempre estará «a favor de la cultura, de la libertad y de la democracia», contraatacando la censura
18 feb 2024 . Actualizado a las 10:11 h.Rocío Antela se estrena esta legislatura como concejala de Cultura del Ayuntamiento de Mieres tras aceptar la propuesta de Aníbal Vázquez de ir en su candidatura en las pasadas elecciones municipales. En la primera entrevista que concede a un medio de comunicación, la también coordinadora del Área de Servicios a la Ciudadanía, pone de manifiesto su determinación por luchar por la cultura. Por una cultura democrática y libre en la que se deje que sea el espectador el que decida si ir o no a lo programado. Justamente por eso, a las pocas semanas de hacerse cargo de la concejalía de Cultura impulsó ‘Caja de Resistencia’, una iniciativa pionera en el territorio nacional concebida para dar «un espacio seguro» en el que se defiende la libertad de expresión y en el que se lucha contra la persecución ideológica y la censura. No sin antes, con el apoyo del Gobierno local (IU) y «como buena activista», declarar a Mieres como municipio libre de censura y vestir la Casa de Cultura Teodoro Cuesta con lonas en las que se puede leer el mensaje. Así, desde el pasado mes de septiembre la concejalía de Cultura que encabeza ha programado en Mieres cada mes una ‘Caja de Resistencia’ con obras o actuaciones canceladas en otros puntos de España por la censura ideológica. De esta manera busca «la solidaridad, garantizar la libertad y apoyar a los trabajadores de la cultura que son castigados por el autoritarismo». Pero lo que le gustaría es que 'Caja de Resistencia' se expanda y se replique como la huelga minera del 62. Empezó en Mieres y se replicó en todo el territorio de manera solidaria».
-Para quien no sepa lo que es ¿Qué es ‘Caja de Resistencia’?
-Yo creo que la iniciativa 'Caja de Resistencia' ahora mismo la conoce todo el mundo. Es crear un espacio seguro en el que defendemos la libertad de expresión. El nombre 'Caja de resistencia' está vinculado a que Mieres está en el corazón de la cuenca minera. Y como yo vengo del sector minero, me gusta utilizar términos de nuestro territorio y adaptarlos a las nuevas circunstancias y a los momentos actuales, transformarlos con un contenido y una carga nueva. También es una señal de que nuestro territorio está en una plena transformación, que está avanzando, evidentemente, con orgullo del pasado, de ahí los términos: caja de resistencia o compañera dame tira. Entonces, 'Caja de resistencia' se creó para buscar la solidaridad, para garantizar la libertad y apoyar a las trabajadoras y trabajadores de la cultura que son castigados por el autoritarismo cultural de algunos gobiernos. Además, hay que explicar a la ciudadanía que, realmente, la cultura es una industria en la que cada vez que se censura una obra o un artista, detrás hay una trabajadora o un trabajador, una o varios.
-¿Cómo surge la idea de crear este programa?
-Yo soy nueva en la institución y justo cuando hubo el adelanto de las elecciones generales empezaron las noticias en las que hablaban de la cancelación de obras o artistas por censura ideológica, porque eso es así, noticias en las que se decía que tal obra es cancelada en tal pueblo o que tal pueblo cancela tal obra. Fue ahí cuando dimos un paso y declaramos a Mieres territorio libre de censura. Fue dar un paso al frente, claramente, para cambiar la comunicación y para cambiar el mensaje. Y como buena activista, pusimos en la Casa de Cultura pusimos dos lonas, dos pancartas verticales en las que se lee todavía el mensaje de 'Mieres llibre de censura'. Están en asturiano, además, porque en ese momento en varios ayuntamiento de Asturias se había amenazado a los artistas que utilizaban la lengua asturiana. Entonces fue un paso al frente, un paso más para luchar contra la persecución ideológica. A raíz de ese momento, que fue el pasado verano, empecé a llamar a todas las obras o artistas censurados. Al principio, este ciclo no tenía nombre porque, insisto, acababa de aterrizar en el Ayuntamiento. Luego ya surgió el nombre 'Caja de resistencia' y estipulamos que cada mes, dentro de la programación cultural del Ayuntamiento de Mieres, tener una 'Caja de resistencia'.
-¿Y como caló la iniciativa entre los artistas o productoras que habían visto sus obras canceladas en otros lugares de España?
-Lo que me encontré es que a todo el mundo le sorprendió que un ayuntamiento los llamará en base a eso, a que estaban cancelados y que esta era una manera de apoyarlos, de generar ese contraataque creativo. A todos los artistas o productoras censuradas les sorprendía muchísimo la iniciativa, les encantaba y todos querían venir y participar. Hay algunos que no vamos a poder traer a Mieres porque técnicamente no tenemos capacidad, porque hay que recordar que Mieres es un pueblo de 37.000 habitantes que tiene un auditorio maravilloso, pero bueno es lo que es, no estamos en una gran ciudad, no tenemos las instalaciones que se necesitan para grandes montajes. No es cuestión de aspectos técnicos que se pueden alquilar, es cuestión de fondo, de la boca del teatro, por ejemplo, ciertos requerimientos que no tenemos capacidad para cumplir.
-¿Cómo te parece que está siendo la respuesta del público a ‘Caja de Resistencia’?
-Me emociona la respuesta que ha tenido la ciudadanía. De verdad que esta iniciativa la hicimos con compromiso, es una iniciativa que da un apoyo real y no la hicimos por el éxito que pudiera tener. La lanzamos porque se necesitaba dar un paso al frente, se necesitaba defender la libertad. Se necesitaba democratizar el acceso a la cultura y la respuesta no ha podido ser mejor, ha sido y es increíble. En la primera 'Caja de Resistencia' vino Paco Becerra, la sacamos a la participación ciudadana y de los 45 voluntarios para realizar la lectura, 39 eran de nueve comunidades autónomas distintas. Ahí, en la primera caja de resistencia, se vio la aceptación. Se demuestra que la industria cultural necesita una 'Caja de Resistencia', porque mucha gente vino por ese apoyo a la iniciativa, a la libertad de expresión... Hay que tener en cuenta que fue un 30 de septiembre, un sábado en plena ola de calor... Cuando pensábamos que la gente se iba a ir a la playa, el Auditorio estaba lleno, aforo completo, la cola que había era increíble, pero es que en todas cajas de resistencia ha habido colas para entrar en la Casa de Cultura, en el Mieres Centro Cultural... Cualquier cosa que se haga, la gente responde. Tenemos la suerte de que la ciudadanía de Mieres responde, pero es que ahora ya no viene solo la ciudadanía de Mieres a las actividades culturales, vienen de todo el territorio. Viene gente para participar y para asistir para ambas cosas, pero desde el principio e insisto en que no se hizo con esa finalidad, pero ver el apoyo, ver la solidaridad de la gente, es maravilloso. Además, intentamos que lo que traemos tenga algo especial y único porque la 'Caja de Resistencia' es única. El otro día me dijeron que era la iniciativa contra la censura. Y sale de un pueblo.
-¿Crees que la iniciativa de Mieres puede ser la primera piedra para que ‘Caja de Resistencia’ trascienda del concejo de Mieres y se impulse en una red de apoyo en todo el país?
-Bueno, lo primero que viene a colación es que tenemos al ministro de Cultura que se ha hecho eco de la iniciativa. Entonces, estoy agradecidísima de que el ministro de Cultura lo haya puesto como ejemplo de lucha contra la censura. Nosotros, desde el inicio, estamos intentando que la 'Caja de Resistencia' se expanda porque esto es como volver a la caja resistencia de la huelga del 62. La huelga de los mineros del 62, que hay que decir que fue posible gracias a las mujeres, empezó en Mieres y se replicó en todo el territorio de manera solidaria, otros sectores que no tenían que ver con la minería hicieron huelga de forma solidaria, por apoyar al movimiento de la clase trabajadora, y ese es el concepto de la 'Caja de Resistencia', que nace en Mieres pero es para que salga para afuera.
-¿Sería un buen síntoma que ‘Caja de Resistencia’ no tuviera razón de ser, verdad?
-Somos conscientes desde el principio que es un proyecto efímero, y, desde luego, claro que sería un buen síntoma que no tuviera razón de ser. Ojalá que no hiciera falta, pero sí hace falta.
-¿Eres optimista en cuanto a probabilidades de que sea así?
-No sé si la palabra es optimista, yo no estoy para ser optimista ante una situación que no solo depende de mí. Desde el Ayuntamiento de Mieres lo que sabemos es que siempre vamos a estar a favor de la cultura, siempre vamos a estar a favor de la libertad, de la democracia. Y entonces ante cualquier reacción contraria, nosotros estaremos para contratar a esas conductas tan terribles. Es muy importante cuando hablamos de que debemos democratizar el acceso a la cultura, y cuando digo debemos, es porque no está democratizada porque, si no, no llegaríamos a este punto. La idea es que cuando tú democratizas el acceso a la cultura, dejas que los espectadores decidan ir o no ir, y eso es la libertad, ¿quiénes somos para coartar esa libertad de expresión? Yo no sé si eso va a dejar de pasar o no, porque no debería pasar, pero pasa. Entonces, ante eso, lo que hay que hacer es reaccionar y dar un paso al frente. Y es muy importante que lo haga el sector público, que lo haga la institución pública. Porque al final en esa industria cultural también tenemos que hablar de dignidad obrera y de derecho cultural. Y por eso la institución pública tiene que dar un paso al frente. Así que el corazón de 'Caja de Resistencia' lo hacen latir los que participan, los que asisten, los que apoyan la iniciativa porque, al final, es una iniciativa reivindicativa, humilde, solidaridad y creativa, pero necesaria, y yo estoy orgullosísima de que salga de Mieres.
-¿Cuáles son tus sensaciones personales al haber creado un programa que está teniendo tanta repercusión?
-La verdad es que no tengo palabras. Evidentemente estoy muy orgullosa y la gente tiene que ser consciente de que hay trabajo detrás. Pero lo primero que quiero destacar es el agradecimiento al Gobierno de IU de Mieres, al Ayuntamiento de Mieres porque, en el momento que se planteó la idea, la dieron de paso y la consideraron maravillosa. Y es que tú puedes tener una idea, pero si al final no cuaja, cae; o si al final no tienes los apoyos suficientes, porque una idea no sale sola. En una idea o en un proyecto como este está implicada muchísima gente. Y cuando ves que todo fluye, que tienes el apoyo y el respaldo del Gobierno del Ayuntamiento de Mieres, es más fácil. Tuvimos detractores, porque cuando alguien saca una iniciativa de este calibre y tan novedosa, en un momento en el que yo acababa de llegar. Y la gente me preguntaba cómo es que había arrancado tan fuerte, pero no es que arranqué de ninguna manera, arranque, siendo yo misma. Entonces en ese corazón de la 'Caja Resistencia' yo soy una pequeña parte, porque hay mucha gente que hace latir ese corazón, de verdad.
-Desde luego, la cultura es uno de los baluartes de Mieres ¿por qué tiene para importancia para el equipo de gobierno del que formas parte?
-La apuesta por la cultura es una política de Estado para el gobierno municipal. En los últimos años se ha hecho un gran trabajo para poner Mieres en el mapa y ese esfuerzo ha tenido resultados. Nosotros entendemos que, comentaba antes, la cultura es un derecho, es un servicio público y es una herramienta poderosa para construir futuro en territorios como este en territorios, como las comarcas mineras. Insisto con lo del lenguaje, la comunicación y la transformación. Estamos en un territorio en plena transformación, un territorio que tiene muchísimo potencial y que mejor que la cultura, que es un trabajo colectivo, es la herramienta que nos permite aprender, ensanchar fronteras en nuestro conocimiento, nos hace soñar, crear, cuestionar lo existente, y todo esto nos lleva a lo mismo: sin cultura no hay democracia, por eso para el Ayuntamiento de Mieres es una política de estado.
-¿Qué otras iniciativas novedosas has puesto o se pondrán en marcha desde la Concejalía de Cultura esta legislatura?
-Hemos puesto en marcha iniciativas singulares como la 'Caja de Resistencia', en la que demostramos audacia e ingenio. Otro de los ciclos que sacamos fue RÚCULA, que significa rural cultura abierta. Y es que uno de nuestros retos es descentralizar aún más la actividad cultural y seguir implicando la ciudadanía, por eso se creó el ciclo de RÚCULA, para impulsar esa cultura en la zona rural y estar más presentes en los pueblos. Esa iniciativa la arrancamos en septiembre en Lloreo, debajo de una panerona, y la participación, para ser la primera, fue increíble. Más de un centenar de personas de ese pueblo y de los de alrededor fueron a disfrutar del primer RÚCULA. Tuvimos otro en Urbiés e hicimos un RÚCULA feminista en Cenera, que lo hicimos el pasado noviembre, y ese lo organizamos desde mi concejalía conjuntamente con Nuria Rodríguez, que es la concejala de Igualdad, porque consideramos que era una manera de promover el acercamiento al feminismo en la zona rural. También era una forma de mostrar, no sólo con palabras, sino con hechos, que desde el Ayuntamiento de Mieres trabajamos de manera transversal, aquí no solo programo yo, trabajamos de manera colaborativa. El segundo trimestre vamos a volver con RÚCULA, porque es una iniciativa que solemos hacer al aire libre y estaremos en barriadas, en otras zonas rurales, en pueblos, hasta llegar en estos cuatro años a toda la periferia, no sólo nos quedamos en el centro, en la villa de Mieres, sino que lo extendemos a todo el concejo de Mieres.
-¿Hay implicación vecinal para sacar adelante esas iniciativas como esta última que mencionas?
-La programación que mostramos es un reflejo de la ciudadanía, es un reflejo del territorio, reivindicativa, humilde y que apuesta por la equidad y por el derecho cultural. No es nada fácil llevar el RÚCULA a los pueblos, pero se habla con las asociaciones de vecinos y se les implica en el proceso y, aunque no tengamos las cifras de aforo que podemos tener cuando programamos en la Casa de Cultura, son enriquecedoras todas las sinergias que se generan entre todos los que participan y entre los que asisten. El que no haya ido a un RÚCULA, ya está tardando... (risas). Que vaya a RÚCULA porque es una iniciativa muy diferente, es algo nuevo... La gente que va la primera vez va la predisposición, la intriga y la curiosidad de asistir a algo nuevo y es la mejor de las predisposiciones, sabes que llegas sin ningún tipo de prejuicio y estás al 100% para ver y para disfrutar.
-¿Destacarías una iniciativa, por ejemplo, ‘Caja de Resistencia’, por encima de otras?
-Todas las iniciativas son importantes para el Gobierno de Mieres y eso lo transmitimos también en la agenda cultural. La agenda cultural también está pensada. Justamente la primera que hicimos fue con el mensaje 'Mieres llibre de censura': la portada, las ilustraciones... Y la última, además de un homenaje a Aníbal, fue un gracias a la ciudadanía. Yo valoro mucho que hayan confiado en mí para trabajar la Cultura y lo hago siempre pensando en la ciudadanía. Y quiero destacar que detrás de cada proyecto y de cada iniciativa, hay un equipo técnico que se deja la piel, trabajadores municipales que hacen posible que las actividades se lleven a cabo. Es un equipo muy implicado y eso hay que reconocerlo y agradecerlo. Pero, volviendo a la pregunta, en nuestra programación de cuatrimestre hay de todo: hay danza, hay teatro, siempre tenemos artistas locales de la cuenca minera y de Asturias, tenemos presentaciones de libros, conferencias, proyecciones... todo eso está pensado, no hay nada de casualidad. Además, la Casa de Cultura está abierta a la ciudadanía, para cuando necesitan el espacio. Es una línea política que tenemos y en Mieres hemos estado haciendo un esfuerzo titánico para invertir en cultura, además de en educación, en bienestar social, en deportes o en festejos, porque es la forma de garantizar la calidad de vida y que el concejo resulte de lo más atractivo para vivir. No obstante, eso no lo podemos conseguir solos y ahí es donde el resto de administraciones también deberían implicarse.