El aplaudido alegato de Abril Zamora en «OT 2023»: «Es la revancha de todos a los que nos elegían siempre de últimos»

P. V. REDACCIÓN

CULTURA

La profesora de interpretación de la academia de «Operación Triunfo» ha animado con un potente discurso a Paul, un concursante que no recibió ningún punto para salvarse por parte de sus compañeros

03 ene 2024 . Actualizado a las 18:11 h.

Abril Zamora se ha convertido en una de las grandes revelaciones de OT 2023. La actriz y directora se ha incorporado este año al claustro de la academia como profesora de interpretación, y se ha ganado por méritos propios un lugar destacado entre los maestros favoritos de la edición. Este martes, el discurso que le ha dado a uno de los concursantes nominados, Paul, al que ninguno de sus compañeros salvó de las nominaciones, solo ha servido para confirmar aún más su valor dentro del programa de televisión. Un alegato, compartido hasta la saciedad en redes —raro es que no lo hayas visto ya—, que ha sido alabado por múltiples personalidades públicas, como la periodista Ana Pastor, el escritor y booktuber Juan Naranjo o el creador de contenido AlexSinos

«Tus compañeros te han dado el poder de que representes a mucha gente a la que siempre nos ha pasado esto», le dice en el vídeo viral Abril a Paul, «a los que nos han elegido siempre los últimos, porque se nos daba mal, o que no nos invitaban a las fiestas». La profesora veía este momento como una gran oportunidad para el concursante, como «la revancha de todas esas personas a los que nos elegían los últimos cuando había que elegir» y, a la vez, como «un regalo y una corona para que nos puedas representar a todas esas personas».

Abril Zamora conseguía así darle la vuelta a uno de los momentos más tristes e incómodos de la pasada gala de Operación Triunfo, emitida el pasado 1 de enero. Era el momento en el que quedaban tres concursantes nominados —Álex, Álvaro y Paul—, y les tocaba a sus compañeros elegir cuál preferían que se quedase con ellos en la academia al menos otra semana más. Uno a uno, los concursantes iban desvelando el nombre que habían escrito en sus pizarras. A Álvaro lo mencionaron cinco veces; a Álex, cuatro. Ninguno se acordó de Paul. Ni siquiera su compañero de canción, Juanjo, que al menos susurraba desde la distancia un «perdón» posiblemente dirigido a él.

La llegada del joven Pablo Delgado —así se llama en realidad, aunque su nombre artístico es Paul Thin— a la academia no fue agradable. Esa misma noche, Paul se refugió en la sala del piano bajo el pretexto de empezar a preparar el tema con el que intentará evitar la expulsión. Álvaro, el compañero salvado por la mayoría de concursantes, y que por tanto no había tenido oportunidad de escribir su nombre en la pizarra, lo acompañaba en el espacio a oscuras. Allí, Paul no ocultaba su tristeza.

«A mí me dolieron las votaciones», le confesó en la intimidad a su amigo, «no me ha votado nadie; una cosa es una persona o dos, pero nadie». El sentimiento del granadino no venía solo del momento de las votaciones, sino de una sensación general en la academia junto a sus compañeros: «Siento que, si me voy yo, esta casa va a seguir igual».

La apreciación de Paul, en todo caso, no es nueva. Ese momento de las pizarras solo viene a confirmar, de hecho, una sensación que lleva teniendo ya mucho tiempo. Un mes antes, precisamente durante una sesión con la propia Abril Zamora, Paul comentaba lo difícil que le estaba resultando conectar con sus compañeros. «No es que me hagan el vacío», le confesaba el joven a la profesora de interpretación, «pero es que no ocupo el mismo espacio en el corazón de otras personas». Y ya decía, en ese momento, una sospecha que acabó haciéndose realidad: «Si se te viene alguien a la mente, es raro que sea yo», sentenciaba.

Abril Zamora, la gran revelación de OT 2023

La profesora de interpretación se ha ganado casi instantáneamente un puesto en los corazones de los espectadores de OT 2023, sobre todo por su sinceridad y naturalidad a la hora de hacer valoraciones. Abril Zamora no tiene problema alguno en contradecir al jurado o incluso en llevarle la contraria al resto del claustro a la hora de valorar las interpretaciones de los chavales en los pases de micros, aunque también tira en muchas ocasiones de humor. 

La mayoría de seguidores del programa recuerdan aún su valoración del pase de micros de Walking like an Egyptian, cantada por Chiara, Ruslana y Bea. Los profesores alabaron la actuación del trío, diciéndole que comprarían una entrada para verlas en concierto. Abril Zamora estaba de acuerdo con la valoración positiva general, pero no tan eufórica como sus compañeros de claustro: «Yo también pagaría por veros, posiblemente, tres euros con consumición», dijo, desatando las risas de los allí presentes. 

Mientras, en las clases, se muestra siempre cercana y comprensiva, capaz de animar a los concursantes en sus peores momentos, sacarlos de sus bloqueos o darle la vuelta a las situaciones más desagradables, como acaba de demostrar con Paul. También con otros, como Álvaro Mayo, que le confesó un día que, gracias a sus clases, había perdido un poco de «perdón por existir». 

Y también ha destacado transmitiendo los mejores valores, ya sea hablando de sexualidad, por los cuerpos no normativos o por menospreciar el materialismo, en otros vídeos que también han sido de los más compartidos y comentados de esta edición.

Pero también fuera de la academia ha brillado, como se ha podido ver en la última gala, en un icónico gesto de sorpresa ante la nominación de Martin que se ha convertido ya en un meme.

La dramática infancia de Abril Zamora

Hace unos días, en el pódcast Lo que tú digas, conducido por el gallego Álex Fidalgo, la directora y actriz detalló muchos instantes dolorosos de su infancia, sobre todo la complicada relación que mantuvo con su padre, que nunca aceptó que se sintiera una chica, hasta el punto de llegar a insultarla cuando jugaba con muñecas. «Era un padre de mala calidad, malo y alcohólico negativo», y eso se juntaba con el resto de facetas de su vida, tampoco agradables. «Me insultaban en casa, en la escuela, en la calle, así que al final crees que ser una chica es una cosa negativa y lo vas enterrando».

Su padre desapareció formalmente de su vida cuando ella era muy pequeña, aunque volvió a saber de él cuando tenía 22 años, con una conversación que la ayudó a madurar de golpe. «Le dije que me alegraba que me llamara, que no le guardaba rencor, pero que ya no tenía cabida en mi vida», confiesa Abril Zamora.

Asegura sobre su progenitor «murió cuando ya había hecho la transición social a mujer, algo que él sabía a través de la televisión», pero que, aunque siempre había criticado su feminidad, en sus últimos años de vida «dijo algo como que le parecía que estaba muy guapa». No lo arregla todo, pero sirve para cicatrizar. «Para mí, aquello significó cerrar varios capítulos; aunque no estaba preparada psicológicamente para sobreponerme a su muerte», reconoce.

Cuando finalmente levantó la alfombra del todo con respecto a su identidad fue con 35 años, después de darse cuenta, durante años, que lo que quería era «interpretar los papeles de las chicas y no de los chicos.  Aquella sensación me dio alas a levantar la alfombra y enfrentarme a toda la mierda que tenía oculta», narra..