Rodrigo Cuevas: «Deberíamos estar orgullosísimos de utilizar el asturiano en cualquier ámbito. Es una torpeza no oficializarlo»
CULTURA

El artista, que está en plena gira «La Romería» y estrenará disco el próximo 22 de septiembre, estará el viernes en el Prestoso Fest, su única actuación en Asturias este verano
02 ago 2023 . Actualizado a las 10:51 h.Cuando Rodrigo Cuevas (Oviedo, 1985) descubrió el folklore, asegura que descubrió el Santo Grial de la música por todo lo que supone para él el estilo tradicional asturiano. Del folklore, de la cultura asturiana y de la llingua habla con pasión y con reivindicación y por ello se define como «agitador folklórico». No entiende de ninguna manera la «torpeza» de no hacer cooficial el asturiano, una lengua de la que dice «deberíamos estar orgullosísimos de utilizar en cualquier ámbito» y sobre la que considera que tuvimos y tenemos prejuicios, aunque pone de relieve el que «cada vez más gente se está dando cuenta de la importancia que tiene y de la riqueza que significa». A la vez, siente «pena» de que haya gente «acomplejada y muy destructora de todo nuestro patrimonio», dice, que vete al asturiano en las programaciones culturales municipales, como ocurre en Gijón. Frente a la cerrazón, pone en valor el trabajo de cantantes y artistas como él, que elevan el folklore asturiano al ámbito nacional e internacional con giras como la que Rodrigo Cuevas ha concebido: La Romería. Y como una romería define el momento dulce que está viviendo, con conciertos programados hasta finales del verano de 2024 y un disco nuevo (Manual de romería) que saldrá el 22 de septiembre. Por lo pronto, a Rodrigo Cuevas se le podrá ver el viernes en el Prestoso Fest, un festival al que tiene mucho cariño y que es su única actuación en Asturias este verano. «Espero que todos los asturianos vayan para allá en masa», insta.
-¿Cómo define el momento que está viviendo?
-Pues, casi lo definiría como una romería. Es un momento muy dulce cuando ves el trabajo en forma de disco, porque cuando lo estás creando es un trabajo más intenso, más solitario. Ahora empiezas a girar y ya es como pasar de los preparativos de la romería a estar ya comiendo en prao y tomando una botella de sidra.
-Sus canciones tienen miles de reproducciones, sus conciertos agotan las entradas y los medios queremos una entrevista con Rodrigo Cuevas. ¿Cuán famoso se siente?
-Lo de famoso es un adjetivo con el que no me siento cómodo porque lo relaciono con tener fama y tener todo Swarovski alrededor. No diamantes, Swarovski. Entonces, no, no me siento famoso, yo estoy aquí en mi casa tranquilamente y me siento igual que antes, la verdad.
-Pero ¿no ha notado un cambio en si mismo con toda esta proyección y éxito que está teniendo?
-Sería imposible que no notara un cambio en estos siete u ocho años que llevo tocando más. Uno evoluciona, pero no sé a donde hubiera evolucionado si hubiera estado en mi casa sin que me conociera nadie. Entonces, evidentemente algo tiene que influir en cómo soy y cómo vivo las cosas, pero es un cumulo de contextos. Si que es verdad que igual soy más tímido cuando estoy en público y más recatado, porque antes me daba más igual todo cuando estaba en un sitio con gente y ahora intento pasar un poco más discreto.
-En otra entrevista comentó que no le gusta sentirte observado, pero sus vídeos y sus actuaciones son todo un espectáculo en el que es complicado que pase desapercibido ¿cómo se conjuga eso?
-Un artista, cuando está actuando, sí que tiene que desplegar todo el magnetismo y todo el encanto, pero luego hay que parar. Sino sería como si le echaras kétchup a todo y se convierte en una cosa muy empalagosa. Hay que tener las dos partes porque, si no, eres un rollo.

-Se define como «agitador folklórico». Explique qué quiere decir con esa construcción semántica…
-Me gusta mucho el folklore y yo me vi agitado por el folklore profundamente. Cuando descubrí el folklore fue como haber encontrado el Santo Grial de la música, me divierto con esta música, tiene toda esa parte colectiva de que haces mogollón de amigos, de que bailas, te diviertes y es todo como con mucha xordia. Xordia es como una fiesta que te emborracha de ella misma, no solamente de alcohol, que te envuelve y te lleva, entonces para mí esa es la agitación folklórica. Te pone en un estado muy elevado, muy activo y muy de estar disfrutando de las cosas del presente.
-Y cuando dice agitador, ¿tiene algo de reivindicador?
-Cuando estás en alto, en una fase activa, te das cuenta de todo lo bueno de la vida y te da rabia lo que no es bueno o lo que es injusto. Pero es una fase en la que estás con los pies en el suelo, en la que estás políticamente más activo, en la que intentas estar al día de lo que sucede y no pasar por la vida como quien pasa por el pasillo de un aeropuerto, sino como quien pasea por una caleya preciosa.
-¿Qué es el folklore para Rodrigo Cuevas?
-Es la belleza de las letras, el sentir que estás haciendo algo común, algo que ya hizo alguien más y que te llegó por ellos y no reivindican su autoría, sino que te regalan la capacidad de poder seguir maleando y haciendo tuya la música, el baile o los cuentos… Es algo como de mucho cariño… Es mucho cariño el folklore.
-¿Cree que en algún momento la cultura asturiana y el folklore estuvieron en peligro de extinción?
-Puede que ser que sí… Hubo tiempos buenos y tiempos malos para el folklore, pero yo creo que ahora estamos en un tiempo muy bueno. Pero sí, porque hubo tiempos de desprecio a todo lo que venía del mundo rural, a todo lo vinculado a las mujeres que cantaban… Toda esa parte estuvo muy en peligro y sigue muy en peligro, porque aunque ahora haya mucha gente que toque la pandereta y cante, seguimos perdiéndonos muchísimas cosas, seguimos prestando poca atención, seguimos cuidando poco a la gente mayor, entonces ahí es donde se pierde, cuando no hay transmisión intergeneracional. Eso lo tenemos un poco de lado.
-Pero hay artistas como usted que están trabajando mucho por el folklore ¿estamos a tiempo de recuperar terreno?
-Sí, yo creo que sí y que lo estamos recuperando muy bien, pero es verdad que la gente mayor que es la que aprendió de una forma patrimonial el folklore, que lo aprendieron en su casa, que aprendieron romances alrededor de un fuego, que para ellos el romance era algo que hacía una función de entretener y de transmitir, pues esa parte va desapareciendo porque tenemos otros medios de comunicación y otras formas de transmitir las cosas con otros referentes. Pero lo que tenemos que hacer es buscar otros espacios en los que el folklore siga funcionando. Si ya no existen los llares, por ya nadie tiene un llar en casa, y además ahora tenemos muchos estímulos y no nos planteamos estar un rato sentamos escuchándonos unos a otros sin más, pues hay que buscar otros lugares, como pueden ser los conciertos. Simplemente hay que aprovechar los lugares que tenemos para seguir transmitiendo todas esas cosas. Adaptarnos.
-¿Cómo entiende que el asturiano no se acabe de oficializar?
-Pues no lo entiendo de ninguna manera. Me parece que es una torpeza que estamos teniendo y que llevamos teniendo muchos años los asturianos y que no es comprensible porque deberíamos estar orgullosísimos de utilizar el asturiano en cualquier ámbito y que deberíamos quererle, no porque sea mejor o peor que otra lengua, sino porque es el único sitio en el que está.
-¿Siente que los asturianos tenemos prejuicios contra nuestra propia llingua?
-Sí, tenemos. Tuvimos y tenemos, seguimos teniendo… Cada vez menos, porque cada vez más gente se está dando cuenta de la importancia que tiene y de la riqueza que significa, pero sigue habiendo muchísimo prejuicio… El caso es que está todavía sin oficializar y nos avergonzamos en muchos momentos de nuestra lengua.
-Por cierto, y por lo que a usted le toca… ¿cómo se ha tomado el veto de Gijón a programar actuaciones en asturiano por la presencia de Vox en el gobierno?
-Me parece una pena que un solo concejal tenga secuestrado de esa manera a todo a un Ayuntamiento y que ese secuestro se base en el odio a lo propio y en el autoodio. Me da mucha pena, pero yo creo que hay que darle el contexto y hay que ver que esa persona pasará a la irrelevancia en cuatro años, en ocho o en los que sea, y si en algún momento pasa a la relevancia política será, precisamente, por ser una persona muy acomplejada y muy destructora de todo nuestro patrimonio.
-¿Cuál diría que es la manera de luchar contra esa cerrazón?
-Pues creo que la manera es falar más asturiano, que la gente se conciencie de que hay que reivindicar más y darnos cuenta de que no es inocente los retos al asturiano y, por tanto, tenemos que posicionarnos y seguir pensando que estamos haciendo un bien a la comunidad. Hay que seguir utilizando el asturiano, ser mucho más inteligentes y tener más altura de miras. Es complejo, pero creo que estamos en el camino bueno.
-Está en el cartel del Prestoso Fest, ¿qué supone para usted estar en este festival?
-Pues me presta mogollón porque ye un festi pequeño, fechu con mucho cariño. Conozco a la gente que lo organiza y llevan años ahí peleando por hacer un festival musical de mucha altura en una zona demográficamente muy deprimida, como es el suroccidente asturiano. Cuando hacen las cosas con mucho cariño y con mucho bien hacer, pues presta mogollón que te llamen.

-¿Por qué va a ser la única oportunidad de ver una actuación suya en Asturias?
-Pues porque salió así, fueron los primeros que llamaron y me encantó que lo hicieran. Así que este verano vamos a estar ahí en el Prestosu… Espero que todos los asturianos vayan para allá en masa.
-Hablemos de su gira, La Romería ¿con qué ánimo la ha concebido y qué espera de este nuevo espectáculo?
-La Romería es un planteamiento mío de escoger el espíritu de la romería, que para mí no significa sólo estar de fiesta, que también, si no como toda esa parte muy celebrativa que consiste en darte cuenta del paisaje que tienes alrededor tan bonito, de darte cuenta de los amigos que tienes alrededor y celebrarlos, y agradecerlo y también darse cuenta de todas las cosas buenas que tenemos, de toda la libertad de la que gozamos, la buena salud… Cada persona tendrá lo suyo, pero todos tenemos cosas buenas que a veces las damos por hechas, y creo que es un error, no hay que dar nada por hecho. Estamos viendo que, incluso, toda la libertad y todos los derechos de los que gozábamos no hay que darlos por hechos y es nuestro deber y responsabilidad celebrarlos. A veces pienso que cuando haces algo reivindicativo, hay gente que se molesta porque celebres y que hagas algo festivo de la reivindicación. Yo creo que toda la gente de antes que consiguió todos los derechos que tenemos hoy en día nos viera por un aujerín y nos viera que no estamos celebrando y que no estamos disfrutando, se ofenderían bastante teniendo en cuenta todo lo que ellos dieron para que nosotros podamos disfrutar, se preguntarían de qué narices sirvió todo lo que ellos sufrieron y por todo lo que pasaron. Así que es un ejercicio de responsabilidad darnos cuenta de lo que tenemos, celebrarlo y disfrutarlo. Ese es el espíritu de la romería. Es un homenaje a nosotros mismos por todo lo bueno que conseguimos entre las personas cuando estamos de romería, todo lo bueno que se genera y reivindicarlo como una fuerza transformadora.
-¿Qué nos cuentas de tu próximo disco?
-El disco sale el 22 de septiembre y se va a llamar «Manual de romería», pero su creación ha sido un proceso. En abril del año pasado, a modo de experiencia, me fui a grabar la primera canción a Puerto Rico y ver si cuajaba la propuesta de algo tan diferente como la música asturiana con la portoriqueña y como nos gustó, hicimos allí ‘Más animal' y después en Navidad volví un mes y medio para allá para grabar. Pero las canciones las empecé a crear a finales de 2021… pero es un proceso muy largo. Ahora en 2023, entre disco y gira, tenemos la agenda completa. Es más, prácticamente hasta el verano de 2024 y estamos muy contentos.
-¿Por qué el vestuario es clave en cada una de tus canciones?
-Es muy importante porque yo soy muy antroxeru y yo creo que la máscara es una de las cosas que más libertad nos puede dar a los artistas. Entonces para mí no tiene sentido subirme en pantalón y camiseta a un escenario porque no puedo entrar en el papel en el que quiero ponerme, entonces esa máscara me ayuda mucho a apoyar todo lo que digo y todo lo que canto. Entonces tiene que estar muy cuidado.
-¿Cómo decide qué indumentaria acompañará a cada letra?
-Es complicado y como yo no tengo tanta idea pues me ayudo de gente que lo ve más claro que yo. Yo puedo tener la idea pero a veces no sé llevarla a cabo y para eso trabajo con made by kÖs, trabajo con Ricardo Villoria… en otro tiempo trabajé con Susana de Dios. Son expertos que me asesoran porque yo creo que el artista no es él solo, sino toda la gente con la que forma un equipo.
-Para terminar, ¿cómo va el proyecto de La Benéfica? ¿Está funcionando? ¿Cuáles son los planes de futuro?
-Tuvimos la inauguración en mayo y fue muy emocionante porque estuvo todo el mundo volcadísimo. Nos falta mucha parte de obra, aunque conseguimos cambiar el teyáu, hacer un almacén subterráneo y hacer el escenario. Pero nos falta todavía mucho camino para tener un teatro como tal abierto al público, pero por ahora estamos haciendo programación ocasional. Tuvimos un concierto de cámara de Ana Nebot, tuvimos presentación de un libro, va a haber un festival de gente de Piloña que va a hacer una de las actividades en La Benéfica. Ahora mismo estamos sirviendo de paraguas para otras asociaciones que están haciendo cosas y necesitan un espacio, que también era uno de los planteamiento de La Benéfica, que sirviera para todo eso. A la vez tenemos una exposición en Borines con un montón de obra de artistas que cedieron para seguir recaudando fondos y continuar con la obra. En septiembre vamos a tener un festival de folklore… Vamos haciendo programación ocasional pero el proyecto va avanzando.