Marta Jiménez Serrano: «La clase social es un obstáculo lo suficientemente poderoso para que muchas veces no lo pueda superar el amor»
CULTURA
La escritora participa este viernes en el club de lectura Letras Salvajes
09 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.En «No todo el mundo», Marta Jiménez Serrano escribe catorce relatos sobre el amor y las relaciones en este mundo líquido, en este momento en el que muchas certezas se rompen y todo cambia muy rápido. Marta, una de las escritoras más en boga de este momento, está por Asturias presentando su libro. Ayer estuvo en Toma 3 en Gijón y este viernes estará a las 20:00 horas en La Salvaje, como invitada del club de lectura Letras Salvajes.
- ¿De dónde surge la idea de escribir este libro de relatos?
- De manera muy natural. Me interesaba el tema del amor, de los roles de género; iba hablando, tratando estos temas y de una forma muy natural empecé a escribir sobre ello.
- ¿Cómo fue el proceso creativo y el trabajo de escritura?
- Obtuve una beca de la Residencia de Escritores en la Cité Internationale des Arts en París que me permitió tener dos meses libres, sin otros compromisos que escribir, y así pude darle cuerpo al libro. Empecé el libro cuando estaba terminando mi novela anterior, luego lo tuve que parar un poco por la promoción, pero siempre tenía los relatos y el tema en la cabeza. Una vez acabados, tuve una segunda fase de composición del libro, de agruparlos, de pequeñas correcciones y de decidir los que sí y los que no.
- Al final del libro, en los agradecimientos, menciona al escritor Víctor Balcells y unos desafíos literarios. ¿Qué son esos desafíos?
- Nos dábamos un título y cada uno escribía un relato diferente bajo ese título. Por ejemplo, así salió ‘Qué bien que existe Leonor’.
- Los libros de cuentos estuvieron durante mucho tiempo algo olvidados, sin embargo ahora parece que está surgiendo un boom.
- No lo sé, la verdad. Escribo en el género que tiene sentido y en la forma que mejor se adapta a lo que quiero contar. Se habla mucho de la brevedad y la facilidad de leer relatos o cuentos, pero una novela uno puede cortarla, parar, donde quiera. Y en los relatos, muchas veces, uno no da el paso a empezarlos si no va a tener el tiempo de leerlos de una sentada.
-Soñaba con ser escritora, un sueño que ha conseguido.
- Estoy muy satisfecha con el trabajo que tengo, muy contenta y agradecida.
-¿Cuándo diría que brotó este impulso de querer escribir?
- Desde siempre, escribo desde muy pequeña. Yo jugaba a escribir libros, a ponerles una portada y encuadernarlos.
- Parece que la precariedad es una condición sine qua non del que escribe.
- Estudié Filología Hispánica, siempre he trabajado en el mundo del libro, estoy tan acostumbrada a la precariedad que no es una cosa nueva en mi vida. Ahora mismo tengo la mejor situación económica que he tenido nunca, lo cual sólo habla de lo mal que estaba antes. Entre los libros y las clases que doy, por ahora tengo una situación bastante estable.
- Da clases de escritura creativa. ¿Le influyen de alguna manera a la hora de escribir?
- Es útil analizar textos y hablar de los procesos narrativos para la propia escritura. No siento tanto que tenga una consecuencia directa, pero sí me ayuda.
- ¿Es más importante la disciplina o la inspiración?
- Las dos cosas, la verdad. La inspiración o el estado de ánimo es importante, y hay días que no se da, pero también se deben poner todas las condiciones para que se dé, aquí entraría la disciplina. Cualquiera que acaba un libro lo hace por su voluntad y empeño, no hay nadie esperando nada.
- «No todo el mundo» se compone de catorce relatos sobre el amor y las relaciones.
- Dentro del amor caben muchísimas cosas, hablamos del amor, pero también es inseguridad, celos, relaciones. Muchas cosas.
- ¿Qué parte hay de realidad y cuánta de ficción?
- Realidad es todo, pero no me he basado en nada concreto. No hay ningún personaje ni ninguna historia que yo haya transferido de la vida real. Las historias amorosas en la vida real resultan demasiado telenovelescas a la hora de escribir.
- Tanto miedo a la exposición pública y, sin embargo, la autoficción es lo que está de moda.
- No sé si tenemos miedo a mostrarnos, pero sí a comprometernos. Hay muchas ganas de mostrarnos, de que nos vean y escuchen. Hemos crecido con una generación que no atendía a demasiadas sensibilidades, que no le daba espacio a los sentimientos, y creo que mi generación sí que necesita sacar los sentimientos. Precisamente somos muy conscientes de los riesgos que implica la vulnerabilidad y, entonces, es difícil dar el paso al compromiso.
- ¿Podríamos concluir que cada vez tenemos más miedo al compromiso?
- Cada vez somos más conscientes. Se habla de esta falta de compromiso como algo malo o inseguridad, no estoy nada de acuerdo. El miedo puede ser un buen síntoma, creo que hay cautela porque somos muy conscientes de lo que implica comprometerse. Cuando se comprometían nuestros abuelos no es que no tuvieran miedo, lo que no tenían eran opciones.
- Esta incertidumbre en la que vivimos o la precariedad laboral afectan a nuestras relaciones.
- Afecta a todo. Siempre me suelen preguntar por la relaciones líquidas, pero no son sólo líquidas las relaciones, es líquido el mundo. Somos más precarios, cambiamos muchas veces de trabajo, de país; todo esto afecta a nuestra relaciones personales.
- Escribe sobre diferentes tipos de relaciones (abiertas, poliamor) y en diferentes edades. ¿Todo esto ya existía pero sin ponerle nombre y hablar de ello?
- Siempre han existido, pero no estaban en el relato diario. Lo que ha ocurrido es que se ha incorporado la mujer al sistema y se ha terminado un poco la hipocresía. Relaciones extramaritales ha habido siempre y siempre habrá, pero antes se negaban de cara a la galería y ahora se llevan de una forma mucho más normal.
- No hay ningún cuento que trate sobre la relación o el amor entre dos personas del mismo sexo.
- El libro está escrito desde una mirada crítica hacia los roles de género. Ha cambiado el papel de la mujer y del hombre, en este cambio la pareja heterosexual se ha visto modificada. Esto era lo que me interesaba contar y en lo que yo tenía algo que aportar. Una escribe de lo que puede, no de lo que quiere.
- ¿Existen los «para toda la vida»?
- Creo que pueden existir, pero no darse siempre. La duración de una relación no puede ser la medida del éxito. Los “para siempre” deben verse a hechos consumados.
- Beigbeder escribió que el amor duraba tres años, algunos estudios aseguran que entre cinco y siete. ¿Cuánto dura el amor?
- Te puedes enamorar muchas veces de la misma persona. Hay que cultivar y trabajar el seguir enamorándote de tu pareja según avanza el tiempo y cambian las situaciones. Y si no es así, pues hay que dejarlo.
- ¿Todos los amores son siempre el primero?
- No, el primero es el primero. Y nos pilla sin herramientas, jóvenes, con inseguridades.
- ¿Diferencia entre el amor y el enamoramiento?
- No especialmente, y es algo que me han preguntado mucho. Hay una diferencia entre encaprichamiento y enamoramiento, todos nos hemos encaprichado de alguien y luego se queda en nada. Para mí el enamoramiento va de la mano con el amor.
- Siempre se tiende a pensar en la mujer como la más romántica, pero usted escribe que no.
- La mujer, de toda la vida, es la que se ha preocupado por la logística y la intendencia, somos más resolutivas y prácticas. A poco que pongamos la lupa vemos que las mujeres cuando nos enamoramos no perdemos la cabeza.
- ¿El amor siempre necesita de dos o más?
- Hay amores no recíprocos. Uno se puede enamorar de alguien y que la otra parte no corresponda, qué le vamos a hacer.
- ¿A dónde lleva el enamorarse de uno mismo?
- Así están viviendo todos los narcisistas. Yo creo que lo pasa es que muchas veces nos enamoramos de nosotros enamorados, no es tanto que nos guste la otra persona, sino que nos gusta el papel que la otra persona nos ofrece.
- Dice «El amor debería ser sencillo y no lo es». También es fuente de felicidad y dolor. Pero, ¿es la rutina la peor enemiga del amor?
- Tendemos a hablar del amor de una forma general, pero cada amor y cada persona y lo que siente es diferente. Hay quienes necesitan esa rutina y esta estabilidad y otras no tanto, tanto la rutina como la inestabilidad pueden acabar con el amor. En el amor cada uno tiene que pensar lo que necesita y lo que puede dar.
- El libro está plagado del pasado de los personajes, de sus relaciones pasadas y sus ex. ¿Aún estamos aprendiendo a relacionarnos, a convivir, con nuestra antiguas parejas?
- Nosotros y nuestro entorno. Nuestros padres y abuelos estaban mucho menos acostumbrados al hecho de que existieran las exparejas, que es algo tan natural como los examigos o los antiguos compañeros de trabajo. Tenemos que aprender a gestionarlo porque es algo nuevo, pero no debe presentar tantas complicaciones.
- Madrid es el lugar que eligió para desarrollar todas las tramas, habla de Madrid como un pueblo grande. Pese a lo que diga Ayuso, en Madrid sí que te encuentras a tus ex.
- Por supuesto que te encuentras a tus ex en Madrid, todo el rato, Ayuso no tiene ninguna razón. Nos enamoramos de gente de nuestro entorno, de nuestra clase social, con intereses en común. Lo lógico es que conozcas y te enamores de gente que está en un determinado circuito y que coincidan después de terminada la relación.
- «Podía estar con alguien que no tuviera su dinero, pero no podía estar con alguien que no tuviera sus costumbres», pone en «La virgen de la Macarena». A diferencia de esa historia de amor idílica que nos venden, las diferencias sociales suelen vencer al amor.
- La clase social es un obstáculo lo suficientemente poderoso para que muchas veces no lo pueda superar el amor. Incluso cuando no está ahí como un obstáculo, en general, nos enamoramos de gente en nuestra misma situación socioeconómica y cultural.
- En la noche y en las fiestas es donde y cuando pasan las cosas. Más con un poco de alcohol de por medio, que funciona de catalizador y acelerador. ¿Cómo se lleva esto con las apps para ligar?
- Las aplicaciones nos permiten hacer cosas que no podíamos, como hablar con alguien que está lejos; pero, por otro lado, no lo veo tan distinto con irte a una discoteca a las cuatro de la mañana y hablar con un desconocido, que es lo que se hacía antes.
- ¿Nos importa tanto lo que piensan los demás porque somos lo que ellos nos reflejan?
- En gran parte es así. Una pareja también funciona en sociedad, entonces es mucho más fácil si hay una buena sintonía y aceptación por la familia, los amigos y el entorno. Pero, cuando esto no ocurre, hay que tener la personalidad para poner nuestros gustos y nuestros deseos por delante.
- «Pupila» va de la relación entre un profesor y su alumna. ¿Los clichés se cumplen y aciertan?
- Los clichés existen porque son primero y, al ser, se convierten en clichés. El reto de ese relato era no contarlo como cliché, mostrar sus aristas y ambigüedades.
- El amor entre la gente mayor es algo que cuesta normalizar, siempre tratamos a nuestros mayores con una condescendencia absurda, usurpando su privacidad y tutelándoles.
- Y sobre todo pasa con las mujeres. Tendemos a pensar que esta gente viuda o separada o sola se queda ahí, como si su vida hubiese capitulado. Las personas mayores tienen intimidad, tienen su vida y se enamoran como todos.
- «Filmín» es uno de sus textos y trata de este tema.
- Es uno de los que más ha gustado, mucha gente me lo menciona. Es algo revelador. Efectivamente es un tema delicado , candente, y lo estamos tratando así, es algo que no está resuelto.
- ¿Qué es el éxito para Marta Jiménez Serrano?
- Estar a gusto con la vida
- ¿Qué opina de los clubs de lectura?
- Son una cosa estupenda. La literatura es solitaria, generar puntos de encuentro en los que se hable de lo leído, en los que esa actividad solitaria se convierte en una acompañada, me parece fundamental.
- Se le engloba en una generación de escritoras jóvenes que están pegando muy fuerte.
- Con las mujeres, a diferencia de con los hombres, se tiende a hacer listas cuya única cosa en común es el género. A mí me han metido en listas con autoras, a las que admiro y no tengo ningún problema, pero que nuestras literaturas no tienen nada que ver.
- Creo que todo lo que ha escrito tiene una pátina cinematográfica. ¿Ha recibido alguna propuesta de adaptación al cine?
- Me encantaría, y hasta ahí puedo leer.
- Lo primero que publica es un libro de poemas, ¿ha abandonado esta faceta?
- Es una faceta lenta, pero sigo trabajando en ella.
- ¿Querer casi nunca es poder, pero sí es intentarlo?
- Creo mucho en el poder de los deseos y de los anhelos. Está claro que querer no es poder, lo contrario me parece una banalización total. Lo que debemos es intentarlo y poner los medios para conseguir nuestro propósito.
- ¿Tiene algún proyecto entre manos?
- Estoy viviendo en la RENFE, absolutamente entregada a la promoción. Tengo la idea de una novela, pero la tengo parada. Estoy a tope, no paro quieta, pero no estoy escribiendo.