La locura por Asia ya no es de frikis, es lo que se lleva

ALEJANDRA CEBALLOS / S. F.

CULTURA

TikTok, «El juego del calamar», «Pokemon«, «hallyu»...La lista de palabras, tendencias, series y mangas es interminables. El mundo asiático ha llegado para quedarse y más nos vale enterarnos de qué va

08 abr 2023 . Actualizado a las 10:22 h.

Más de uno recuerda la época donde el friki de la clase veía series de anime descargadas por internet y unos pocos osados se ponían trajes otaku —inspirados en estas series— para ir a convenciones. No es más que una cosa del pasado. Habrán sido pocos o muchos los que se imaginaban que detrás de Dragon Ball vendrían cientos de éxitos televisivos japoneses, sin mencionar los juegos, libros, películas e incluso alimentación asiática que hoy inundan internet, las tiendas y las redes sociales.

La época del colonialismo en el siglo XIX implicó la apertura de Asia oriental al resto del mundo; sus tradiciones milenarias y lo exótico que podía parecer atrajo a viajeros durante cientos de años, pero no fue hasta finales del siglo XX cuando las telecomunicaciones y las políticas exteriores de países como Japón y Corea los acercaron a nuestra cultura.

Todos conocemos a alguien que tiene un Huawei, habremos escuchado comentarios y opiniones sobre El juego del calamar y hemos visto, al menos por error, algún anime o manga, las caricaturas y libros ilustrados de tradición japonesa. Todo esto responde a las políticas exteriores de los países de Asia que, sumado con la digitalización y una industria cultural planeada al milímetro, nos han acercado a estos países a golpe de clic.

Ya en los ochenta comenzó a promoverse en occidente Cool Japón, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores, para resaltar lo que nos parece guay del país nipón: el manga, los robots, la gastronomía, la tecnología... Junto a ello, llegaron las primeras series anime y desde entonces se han llenado las calles de personas buscando pokémones, los locales de sushi y los recintos feriales de otakus.

Corea y China también hicieron lo suyo. El primero, con Hallyu (política para promover a Corea) en los noventa; y, el segundo, en los ochenta, con reformas que buscaban mejorar la economía del país a partir de su desarrollo industrial y tecnológico.

Al principio, todo parecía un poco incipiente: una serie aquí, algún dispositivo tecnológico en el que no confiábamos allí, pero cada vez Oriente suena menos lejano y se instala más en el día a día atrayendo, sobre todo, a las nuevas generaciones. «Es probable que ser parte de la ola coreana o ser un otaku genere sentimiento de comunidad joven y moderna, como antes lo era ser rockero, punk o rapero», explica Jaime Borràs, analista de relaciones internacionales, quien además menciona la importancia de las redes sociales como YouTube a la hora de llevar esta cultura a todos los rincones.

Por su parte, Sandra Blanco, de Astora Cómics, menciona que «las nuevas plataformas digitales han expandido de forma exponencial las opciones de los consumidores, lo que también ha implicado que en el mundo manga, por ejemplo, las editoriales españolas tengan un mayor incentivo para publicar más títulos provenientes de dichos países».

De manera similar, la cosmética y la moda promueven una expresión personal, así como pieles muy cuidadas, pero naturales, que han logrado catapultar las tendencias como del skin care coreano de TikTok a nuestro cuarto de baño.

Han pasado más de 30 años desde el comienzo de los esfuerzos conjuntos entre la industria y estos gobiernos para acercarnos a Oriente, pero en los últimos años se han incrementado los seguidores de este movimiento. «Desde el 2018 ha habido un bum. Además, la pandemia y las plataformas de streaming lo potenciaron. Se nota en las ventas», mencionan desde Alita Cómics.

Pero no solo se nota en el manga. El juego del calamar, que fue número uno en Netflix, también nos puso a todos a tono con los monos rojos, lo que impulsó a diferentes marcas de ropa y tiendas a incluir la moda asiática en sus mostradores. Ocurre igual con el K-pop, un género que comenzó tímidamente en los 90, como respuesta al inicio de la democracia coreana y que, desde entonces, no para de crecer. Incluso se han creado escuelas (tipo internado) donde se caza el talento de estos jóvenes que luego formarán parte de bandas como Blackpink, cuyas canciones aparecieron en las 100 mejores del año de Bilboard en el 2022.

La clave, además de productos adaptados al mercado de Occidente y el uso de las plataformas digitales, es la facilidad de empatizar con los públicos más jóvenes. Tanto la música como el manga y las series de televisión «conectan con sus preocupaciones y los hacen sentirse acompañados», asegura Miguel Vigo, de la librería Totem. «Hubo un momento en el que me sentí muy sola y en el K-pop veía mucha esperanza», corrobora Ana Milena Henao, seguidora de este género.

China, como explica Javier Borràs, es un caso particular, no tenemos de allí un referente cultural fuerte, porque, a diferencia de sus vecinas, no tiene esta apertura y su sistema digital está más aislado. Sin embargo, sus marcas tecnológicas como AliExpress y Huawei sí que son un ejemplo del crecimiento económico del gigante asiático y cómo impacta nuestra realidad con lo que muchos denominan poderes blandos.

Ya sea por aplicaciones móviles, series de televisión, o por tu restaurante de sushi o wok favorito, la influencia asiática está por todas partes y más te vale ir entendiendo de qué va, porque ha llegado para quedarse.

Música

K-POP

En 1992 apareció en la escena de la música el primer grupo de K-pop. Desde ese momento los grupos coreanos no dejan de sumar fans entre sus vecinos orientales y, también, en los países de Occidente. De ser jóvenes antisistema, pasaron a convertirse en toda una industria donde solo hay lugar para los éxitos. Cada movimiento está planeado.

Comida

EXÓTICO Y SALUDABLE

Llevamos varios años evidenciando un aumento de las propuestas asiáticas cuando de restauración se trata: sushi, hot pot, tempuras y woks están a la orden del día. Desde las opciones más saludables, a base de verduras y pescados frescos de Japón, hasta las exóticas y picantes salsas coreanas o los famosos arroces chinos, bien sea por lo exótico, lo saludable o lo bien condimentado, estos sabores han sabido conquistar el paladar de más de uno.

Moda

DE «OTAKUS» A REINAS DE LA PASARELA

Lo normal era asociar el estilo asiático a personajes de ferias de cómics, pero con el Hallyu, conocida como «ola coreana» (o política con la que se promueve este país en Occidente), marcas tan reconocidas como Louis Vuitton o Bershka han encontrado en Oriente inspiración para sus colecciones. Las prendas holgadas o, al contrario, muy ceñidas al cuerpo, así como los accesorios y colores llamativos son algunas de las características de esta tendencia que acercan Oriente a lo urbano.

Audiovisual

ANIME Y CALAMARES

En 1991 aterrizó Dragon Ball en España. El impacto de la mítica serie fue tal que aún hoy se siguen produciendo y emitiendo nuevos capítulos de los dibujos animados. Pero el bum no se quedó en la animación. El 2021 fue el año de la explosión, cuando El juego del calamar llegó a nuestros hogares y se convirtió en la primera serie coreana número uno en Netflix.

Manga

EL CÓMIC JAPONÉS

«Dejó de ser algo de frikis y se convirtió en algo habitual», asegura Lara, de Alita Cómics, quien además apunta que el auge de las plataformas como Crunchyrroll, solo especializadas en anime, hacen que sea más fácil acceder a contenidos por los que antes habría que esperar mucho. Este hecho también impulsa el mercado de estos libros ilustrados japoneses.

Tecnología

E-COMMERCE Y MÓVILES

Las alarmas de muchos saltaron con TikTok, pero lo cierto es que las tecnologías de China llevan varios años compitiendo de manera cada vez más fuerte en el mercado occidental. Desde los móviles Huawei, pasando por los baratísimos envíos de AliExpress, hasta la red social famosa por su algoritmo. El Gobierno y las empresas se alían para poner los productos chinos en manos de todos.