La tercera temporada de la serie del universo «Star Wars» llega este miércoles 1 de marzo a Disney+.
26 feb 2023 . Actualizado a las 09:55 h.Reconocía esta semana Jon Favreau (Nueva York, 56 años), en un coloquio en el cine Proyecciones frente a cientos de estudiantes de la Escuela de Cine de Madrid, que jamás había estudiado en una. «Así que no utilicéis mis respuestas en los exámenes porque no os van a funcionar», bromeaba. No se habrá formado en una institución así, pero es innegable que el director y guionista no lo ha necesitado. Metió la pata en la industria a través de la interpretación, con papeles en películas como Rudy. Reto a la gloria (1993), P. C. U. (1994) o Very Bad Things y personajes efímeros en series como Seinfeld, Chicago Hope y Friends. Para cuando se convirtió en el novio de Monica Geller, Favreau ya había escrito una película como Swingers (1996) y estaba a punto de dar el salto a la silla de director. Poco podía imaginar entonces que una década más tarde iba a hacerse con los mandos de las dos primeras entregas de Iron Man (2008 y 2010), las más celebradas, y que luego se ocuparía de trasladar a imagen real o animación por ordenador títulos tan emblemáticos como El libro de la selva (2016) o El rey león (2019).
Pero Favreau no estuvo en Madrid para hablar de cine, sino para promocionar la tercera temporada de The Mandalorian, su creación, que desembarcará el próximo miércoles, 1 de marzo en Disney+. El productor ejecutivo, showrunner y guionista principal de la ficción fue jaleado como una estrella del rock.
Lo cierto es que hay mucho interés en la continuación de las aventuras del mandaloriano. La segunda finalizaba con el protagonista, al que da vida Pedro Pascal, entregando a Grogu a Luke Skywalker para enseñarle a controlar sus poderes. «Introdujimos muchos personajes y líneas narrativas y planteamos muchas preguntas no solo en las dos temporadas anteriores sino también en El libro de Boba Fett. Ahora sabemos que el personaje de Pedro Pascal se ha quitado el casco y en la secta a la que el pertenece eso es un gran pecado. Para que le vuelvan a aceptar y se redima tendrá que ir al planeta Mandalore, que está en ruinas, y bajar a las aguas vivientes para bañarse y recibir ese perdón», avanza Favreau.
Qué duda cabe de que el fan de Star Wars está de enhorabuena, con tantas series de acción real y animación ambientadas en su universo. Ahora bien, ¿cómo se las apaña Favreau para que todos estos proyectos se coordinen entre sí? «Es cierto que pasan muchas cosas a la vez y que algunas de ellas suceden en el mismo período, que va desde El retorno del Jedi hasta el Episodio VII, como sucede con Asohka, El libro de Boba Fett o Skeleton Crew. Yo solo debo estar preocupado precisamente de esos, que son los que se conectan con The Mandalorian y tener claros los hechos. Mi socio Dave Feloni y Kathleen Kennedy, en cambio, tienen que tener en cuenta toda la línea temporal y series como Obi-Wan Kenobi o Andor», señala quien contaba con tan solo diez años cuando el episodio IV de la saga se estrenó.
«Recuerdo alucinar no solo con los efectos especiales sino con la forma en la que George Lucas hablaba de los mitos. Según me fui haciendo mayor, vi que Lucas hablaba de influencias como el wéstern o el spaguetti wéstern, las cintas de samuráis, la obra de Joseph Campbell, tan centrada en los mitos. Me di cuenta de que Lucas tiraba de la antropología para crear historias y personajes», resume. Por eso, cuando asumió este encargo no solo acudió a todo el universo que había desarrollado Lucas, sino que se aproximó a todas sus influencias. «Vimos cine de John Ford, de Sergio Leone y de Akira Kurosawa», explica. «Se trataba -dice- de hacer historias sencillas, con nuevos personajes, pero también de llenarlo de referencias no solo a las películas, sino a las novelas, cómics, muñecos, todo buscando el equilibrio para introducir nuevos fans y mantener a los viejos. Solo así conseguiremos que Star Wars siga en el futuro».
Guiones sin artificios
Asegura Favreau que escribir guiones para la televisión «es un ejercicio magnífico» para un guionista. En la industria cinematográfica, dice, «utilizamos el guion como una herramienta de ventas». Cada texto pasa por tantas manos antes de llegar a un posible director, «que parecemos novelistas intentando encandilar a los lectores». En cambio, cuando tienes ocho episodios la forma de escribir es completamente distinta: «Huyes de lo superfluo, de los adornos, es puro Pulp Fiction, tratas de escribir guiones gráficos que emocionen al equipo para que tengan muchas ganas de hacer el episodio». Por eso, afirma, «nunca me he sentido tan lleno con un proceso tan colaborativo para la pantalla como con The Mandalorian». En este sentido, da un consejo a quienes se sientan atraídos por el mundo de la televisión: «Si tenéis la oportunidad de elegir y os embarcáis en una serie, donde vais a estar meses o años involucrados, debería realmente apasionaros porque vais a vivir en ese mundo. Yo tengo mucha suerte de hacer todos los días algo que me emociona y me apasiona y no tener la sensación de estar trabajando».