Jesús Vázquez: «Me encantaría presentar un "reality" en el que chico conociera a chico»

Carmen Novo LA VOZ / REDACCIÓN

CULTURA

Jesús Vázquez durante la campaña promocional de Ferrero Rocher.
Jesús Vázquez durante la campaña promocional de Ferrero Rocher. CONTACTOPHOTO

El presentador se encuentra inmerso en la campaña de Navidad de Ferrero Rocher y prepara la salida de «The Bacharelotte», la nueva apuesta de Telecinco para el «prime time», en la que una joven conoce a sus pretendientes masculinos

22 nov 2022 . Actualizado a las 09:12 h.

— Buenos días, ¿Jesús?

— Querrás decir buenas tardes, que son las cuatro. O quizás todavía no has podido comer por el trabajo, a mí me pasa mucho. En ese caso, las cuatro de la tarde siguen siendo una hora de la mañana. 

Jesús Vázquez (Ferrol, 1965) responde a las preguntas con gracia al otro lado del teléfono. Si hay un adjetivo que puede definir su trayectoria como presentador, ese sería «polifacético». A sus espaldas suma más de tres décadas en televisión y una carrera profesional que le hace mirar «con mucha tranquilidad» hacia la llegada de sus sesenta años: «Lo digo con toda la humildad del mundo y no muy alto para que no cambie, pero tengo las tres cosas que hay en la vida: dinero, amor y salud».

En su currículo suma unas campanadas, pero ahora prefiere ser de los que comen las uvas. «Por primera vez después de muchos años estoy empezando a darle vueltas a esa historia. Hasta este momento me mantuve en lo más cómodo. Trabajo con una gran cadena de televisión que, a su vez, tiene muchas productoras que me ofrecen sus formatos. Yo iba haciendo lo que me ponían por delante. Ahora, de repente, y digo esto muy entre comillas, me empieza a apetecer hacer lo que me da la gana».

«Cuando me tengo que presentar a alguien, siempre digo: "Es que soy muy gallego"»

Ahora, el presentador se encuentra inmerso en la campaña de Navidad de Ferrero Rocher, firma de la que lleva siendo embajador desde hace seis años. Como él mismo indica, trabaja en la televisión privada y la publicidad es parte de su trabajo. No obstante, cree que esta historia va un paso más allá. En el concurso participan siete pueblos diferentes, que compiten entre sí para que la marca decore uno de ellos con luces durante las fiestas. Este año, por primera vez, compite uno gallego. Vázquez nació en Ferrol, a casi 150 kilómetros de distancia de Portomarín, el seleccionado. Aún así, cree que todos los gallegos comparten una unión especial.

«Me parece muy curioso que, cuando se habla de nosotros, siempre digamos como justificación: "Es que soy gallego". Yo lo hago mucho. Cada vez que me tengo que presentar a alguien, digo: "Es que soy muy gallego"», reflexiona el presentador. «Me refiero a ese carácter tan nuestro. Somos apacibles, con un sentido del humor muy propio. También, al principio, somos tímidos y cerrados, pero cuando pasamos la barrera tenemos un gran corazón», comienza a enumerar para luego añadir un: «Por lo menos, en mi caso».

Para Jesús Vázquez, Galicia es infancia. Vivió allí hasta los diez años, cuando destinaron a su padre a Madrid y toda la familia se desplazó hasta la capital. Admite que asocia sus recuerdos a lo visual, y que sus memorias de niño son imágenes del mar. También habla de la importancia de las primeras veces, esas que se quedan dibujadas con tinta permanente y marcan la forma de actuar posterior. «El resto de momento importantes de mi vida, como cuando me saqué la carrera y empecé a trabajar, todo me pasó ya en Madrid. Pero los recuerdos que se quedan grabados para siempre, como los primeros ligoteos del verano o la forma de celebrar las Navidades, son Galicia, Galicia y solo Galicia», rememora el ferrolano.

De adolescente, todos los veranos viajaba en coche hasta el pueblo de sus padres, Pontedeume, haciendo parada en Astorga. «Los que veníamos de Madrid, que éramos muchos, hacíamos siempre esa ruta», explica mientras hace referencia al resto de gallegos que, obligados o por voluntad, tuvieron que dejar su tierra. Pero si hay un recuerdo que se impone sobre los otros es el de su colegio. «En la época que yo viví allí, España todavía era un dictadura. Era un país muy oscuro, pero mi colegio, sin embargo, era laico, mixto y bilingüe. Creo que fui un privilegiado. Allí también pude estar con niñas, algo que lo hacía modernísimo», reflexiona Vázquez. «Aún encima siendo Ferrol en tiempos de dictadura, imagínate lo que era eso», añade.

«He probado en todos los terrenos del entretenimiento porque he tenido la suerte de que Mediaset me los ha puesto delante»

Ahora, muchos años después, se encuentra en un momento de «mucha tranquilidad». El pasado mes de junio se hacía pública la renovación de su contrato de larga duración con Mediaset España, empresa a la que lleva vinculado desde el 2003 de manera ininterrumpida. Allí ha presentado algunos de los formatos que han proporcionado un mayor éxito al grupo en lo general y, en lo concreto, a la cadena Telecinco. Entre ellos, Operación Triunfo, Supervivientes, La Voz, La Voz Kids o Mujeres y Hombres y Viceversa. Vázquez da la gracias a la cadena, que le ha ofrecido las cosas «una detrás de otra» y, por ese motivo, ha probado un poco de todo: programas de talentos, de entrevistas, concursos musicales, etc. 

«De la mano de Mediaset he probado en todos los terrenos del entretenimiento, también porque he tenido la suerte de que me los han puesto delante. Me gusta salir de mi zona de confort y, de repente, decir: "Los concursos los hago muy bien, pues ahora voy a probar a hacer un talent. Los talent los hago chupados, pues voy a probar un reality"». Aunque no se ha revelado la duración de su contrato, Vázquez asegura que aún le quedan «unos cuantos años por delante» con ellos.

Próximamente, el presentador se pondrá al frente de Para toda la vida, la nueva apuesta de Telecinco por el formato de entretenimiento. Se trata de la primera versión española del dating show internacional The Bachelorette. En él, una joven con éxito en numerosos aspectos de su vida excepto en el sentimental emprenderá la búsqueda del amor conociendo a un grupo de pretendientes seleccionados por su afinidad e intereses en común. El formato de la cadena con el que compartiría más similitudes, La isla de las tentaciones, viene de firmar dos mínimos históricos de audiencias consecutivos. Sin conocer todavía la fecha de estreno, se prevé como una de las grandes bazas de la cadena para reforzar el prime time.

Para Vázquez, la producción tiene un aspecto que la diferencia de títulos similares. Hay tantas formas de buscar pareja como personas en el mundo, pero Para toda la vida se centra en el lado más romántico del amor. «A mi esta idea me encantaba. Queríamos ese vínculo que es para toda la vida y es tan difícil de encontrar», explica. Durante el rodaje viajaron por todo el mundo, ya que cada historia se ubica en un punto diferente de la geografía global. Por eso, cuando veía las imágenes ya producidas, «pensaba que era una película en vez de un programa de televisión».

El formato original estadounidense incluye también parejas LGTB, algo que la telerrealidad española todavía no ha explorado demasiado y que Vázquez lamenta. «Yo he luchado mucho por estas cosas. No soy mucho de ponerme medallas, pero si tuviera que ponerme alguna sería por lo que pelee para conseguir la igualdad de derechos y el matrimonio homosexual. Me dejé la piel para que se aprobara la ley y, acto seguido, me casé», alega. Por eso, expresa que le encantaría llegar a presentar un dating en el que se exploraran otro tipo de sexualidades más allá de la normativa.

«No lo descarto, y me encantaría que si esta primera edición funcionara comenzáramos a explorar todas las otras posibilidades. No es que me guste, es que me encantaría. Imagínate lo apasionante que podría llegar a ser un programa que buscara parejas de chicos, de chicas y de personas no binarias».

«Si tuviera que ponerme una medalla sería por mi lucha para que se aprobara el matrimonio homosexual»

 No obstante, al describir cómo sería su programa ideal, piensa en uno de viajes. «Ahí fuera hay un tema al que le estoy dando vueltas, algo con lo que yo viaje y por el camino vaya conociendo historias de gente y compartiendo cosas», indica el presentador. Disfruta del factor humano, de conocer a las personas y poder relaciona sus vivencias con lo que le ha pasado a él durante su camino. «Me gusta tener empatía y ponerme en la piel de los demás, entender por qué son así y por qué dicen las cosas que dicen. Con todos esos ingredientes, podríamos enseñar el mundo desde mis ojos, desde mi percepción o corazón», explica. La base, «que se vea que es de verdad, porque al espectador siempre le gusta».

También por eso, estas Navidades piensa en recuperar la tradición que empezó junto a su pareja y tuvo que parar por la pandemia. Recibirán el año en el extranjero, por la curiosidad de ver como celebran las fiestas en otras culturas. «Es muy curioso ver como celebran la noche de una forma tan diferente, incluso en verano».