Actores señalados por el movimiento vuelven a trabajar en la industria
22 ago 2022 . Actualizado a las 08:51 h.Hace casi siete años de que se hicieran públicas las primeras acusaciones contra Harvey Weinstein. Aquello desterró un temido tabú en Hollywood y abrió la conversación sobre los abusos sexuales dentro de la industria. En lo últimos años, cientos de mujeres declararon haber sufrido alguno de estos episodios traumáticos a manos de alguna persona relacionada con el mundo del cine.
Hubo de todo. Denuncias que prosperaron y otras que se quedaron en nada por falta de pruebas o de consistencia. Pero un puñado de casos llamó la atención por encima del resto debido a las circunstancias. Algunas historias venían de (muy) atrás, como la de Woody Allen o la de Roman Polanski. Otras no pasaron de relatos que pulularon sobre algunas destacadas figuras sin llegar nunca a concretarse en el plano judicial. Acusaciones que simplemente dejaron la sombra de la duda marcada sobre el rostro de personajes públicos de primer orden.
Parece que el huracán del movimiento MeToo ha amainado en el Hollywood de hoy. La avalancha que parecía llamada a hacer una (necesaria) limpieza en los cimientos de una industria que olía a cerrado ha ido perdiendo paulatinamente buena parte de su fuerza. Fue un duro golpe para esta iniciativa cuando la actriz Asia Argento, una de las principales promotoras, fue acusada de haber acosado sexualmente al intérprete Jimmy Bennet cuando este tenía solo 17 años.
Ahora, muchos de los que estuvieron en la diana aprovechan el paso del tiempo y la corta memoria de la gente para tratar de meter de nuevo la cabeza en el negocio. Actores como Kevin Spacey o James Franco han anunciado recientemente sus últimos proyectos, con los que intentarán reconquistar el favor del público y del sector que les dio la espalda por sus comportamientos inexcusables.